Tier list de cine y series de marzo: la presencia de Soderbergh
Las películas y series del mes, y un Juan Palomo del cine
Hi, personicas.
Hoy nos tomamos el rato para repasar la actualidad cinéfila y seriéfila, con marzo dejándonos mucho material (mucho de él con Stephen Graham). Y, como es tradición, una tier especial centrada en un director especial como es Steven Soderbergh. Os recordamos que si querés influir en cuál será la siguiente tier cinéfila tendréis que votar en la encuesta que saldrá pronto en el Discord.
EXCEL
Girls will be girls
Combinando lo mejor de lo que ya conocemos como el coming of age americano de marca Sundance con la sensibilidad especial que ya marcaba otra película íntima e india como La luz que nos imaginamos, la debutante Shuchi Talati crea un hermoso relato de crecimiento y de relaciones maternofiliares. Incluso con sus especificidades, lo que cuenta no anda muy distante de lo que películas como Las niñas eran capaces de explorar, pero llegando a puntos emocionales muy profundos con una construcción muy inteligente.
Mi única familia
Detrás de esa traducción de feel good de la temporada se esconde otra tragicomedia árida de Mike Leigh con la que sigue indagando en las verdades incómodas de la existencia. La convivencia diaria con la frustración y la depresión convertida en una serie de personajes reconocibles, sea porque estén en tu propia familia o porque te los has encontrado montando un pollo en el parking del supermercado. El deliberado y progresivo drenaje de energía de la película podría resultar una barera, pero es muestra de una película dispuesta a plegarse a sus personajes y no al revés.
En cines.
Misericordia
El thriller más inusual de la temporada lo entrega un Alain Guiraudie que retoma la inspiración que tanto nos cautivo en El desconocido del lago. Un retorno al pueblo que rápidamente se enrarece, con esa mezcla de malicia característica, personajes muy de terruño francés y unas ganas locas de remover límites humanos y morales mientras la sexualidad juega un papel. Es un juego que vas a tener que comprarle mucho, pero anda que no deja recompensas. Y también ganas de no tomarte un pastis en la vida.
En cines.
The Pitt (S01)
Una serie muy del momento, aprovechando el tirón histórico de los dramas médicos y enfocándola con un toque ligero de thriller de cámara inquieta para hacerlo más urgente (je). Al mismo tiempo, muy a contracorriente de la ficción del streaming para hacerlo más como la de toda la vida, mostrándose como el verdadero spin-off de Urgencias que estaba destinado a ser (no es sólo por Noah Wyle de protagonista y R. Scott Gemmill de creador, es que el proyecto se inició como un revival de la mítica serie).
Quince episodios, una duración que no tiene realmente ninguna otra serie, estructurados todos en torno a una hora de un turno continuado de 15. Todo unido a un énfasis en el rigor que ha sido apreciado por muchos profesionales sanitarios, pero sin perder nunca de vista el hacer televisión trepidante, adictiva y humana de toda la vida.
Personajes variados, con personalidades reconocibles al instante y conflictos que llevan en microavances a lo largo de la temporada, algunos funcionando mejor que otros. Y, por supuesto, Wyle siendo un pilar de garantías, sintiéndose uno seguro con lo que va a ver sólo por cómo se coloca el estetoscopio alrededor del cuello cuando va a conversar o soltando términos médicos como si estuviera plenamente convencido de lo que son.
SÍ
Adolescencia (Miniserie)
La prominencia del discurso en torno al plano secuencia ha permitido destacar a este potente trabajo de drama social con todas las preguntas correctas y una amarga realidad de ausencia de respuestas claras1. También es un artefacto de doble filo, especialmente en los primeros episodios, de mayor carácter de thriller donde el movimiento continuo acaba forzando a la historia a seguir la forma impuesta por Philip Barantini, en lugar de que esta realce el buen trabajo de Jack Thorne y Stephen Graham en el guion.
Pero los dos episodios finales, con escala más reducida y más marcadamente dramática, consiguen un funcionamiento más orgánico que justifica porque es una de las series del momento. Concienzuda y cercana hasta el extremo, incluso aunque quiera apretarte las tuercas emocionales todo lo posible. Funciona en un nivel bastante especial que muy pocas series podrían atreverse a indagar, no hablemos ya una de Netflix.
El día que la tierra explotó: Una película de Looney Tunes
Mientras la empresa madre decide desaprovechar continuamente la oportunidad de darle nuevo vuelo a algunos de sus personajes más emblemáticos (lo de no estrenar Coyote vs. Acme sigue siendo una atrocidad), en cines se ha colado casi por accidente una simpática y payasa aventura con cariño por la ciencia ficción clásica. Bien dirigida a todos los públicos, hecha con mimo para esta icónica pareja animal y animada de manera bastante impresionante, dando la diversión caótica que se espera de los Looney Tunes.
En cines.
La chica de la aguja
En cines.
M. El hijo del siglo (Miniserie)
No es que necesitemos un relato de advertencia sobre el progresivo trabajo del fascismo para erosionar la democracia y hacer que el pueblo trabaje contra sus propios intereses. Aun así, increíble que Joe Wright consiga algo encomiable sobre ello, trabajando además en un idioma que no es el suyo y en torno a un personaje muy importante de un país que no es el suyo. Su vistosa colección de recursos consiguen propulsar estos 8 episodios que son también un buen recordatorio de que Luca Marinelli es uno de los actores de más categoría actualmente.
Mil golpes (S01)
Steven Knight está también un poco en la liga de los Ryan Murphy y Taylor Sheridan de abarcar tanto en cuanto a producción que se arriesgan a apretar poco. Que tenga un estilo británico tan marrullero no ayuda a tener paciencia con él. Aun así, consigue entrelazar una de esas clásicas series suyas de crímenes con boxeo, replanteamiento histórico y dirección bastante apabullante. Una sorpresita.
Monsieur Spade (Miniserie)
Triste que un cada vez más consolidado autor pata negra como Scott Frank no pueda tener el relumbrón que merece sólo por sacar su siguiente y esperada miniserie en el nicho de los nichos de las plataformas. Sea como sea, Monsieur Spade logra esquivar la posible pereza de rescatar un personaje hecho mítico por Humphrey Bogart (¡con Clive Owen nada menos!) con un misterio bastante pulp aderezado con ejecución de artesano y un refinado interés por la madurez y deterioro de su protagonista. Su final deja que desear pero el viaje, que al final es lo que importa en una serie y es algo que entiende bien este autor, es una delicia.
Separación (S02)
No era pequeño el esfuerzo que Separación tenía que hacer para retomar nuestro entusiasmo varios años después de un impactante cliffhanger. Su regreso muestra una confianza suprema en que es la mejor serie de televisión actual, al menos en aspectos puramente técnicos, apabullando con un estilo que va más lejos que la mayoría de ficciones y desde ahí se atreve a probar con cosas bastante arriesgadas.
Igualmente se aprecia que hay un inmenso esfuerzo para terminar avanzando poco. Su decisión de que los episodios estén casi dedicados a los personajes que habitan el mundo separado y otros a los que habitan el real suscitan ideas, pero también rompen una dinámica que habían conseguido establecer bien en su inicio. Su tendencia, muy Perdidos, a engrandecer el mundo de la empresa y montar un siniestro y misterioso plan en torno al protagonista ayuda a crear una mayor intriga, pero diluye uno de sus principales valores que era cómo trasladaba a lo satírico la realidad del trabajo corporativo.
Aunque cada semana ofreciese televisión muy desafiante y hasta fascinante, nunca desaparece la tensión alrededor de los cheques muy grandes que intenta extender de cara a un final muy grande, con revelaciones y grandes duelos. En el proceso quedan muy de fondo dinámicas de personajes complejas que a ratos se complican de más, y la capacidad de hacer este mundo absurdo algo reconocible.
Una ballena
Las películas que nacen para ser puramente de culto son cada vez más frecuentes, algo que puede volverse exasperación de la mano de gente con ambición autoral pero más admiración de su propia rareza. Podemos tachar de momento a Pablo Hernando de esa lista, a pesar de la aparente extrañeza de su propuesta que casi presenta el currículum para adaptar a Hideo Kojima algún día (posibilidad remota).
Una ballena es una propuesta gélida, pero no impenetrable o forzosamente interpretable como el Jonathan Glazer más denso. En su lugar opta por un thriller negrísimo con corruptelas portuarias, muy heredero del Polar francés, y lo atraviesa con fantástico y mitología de una manera interesante. Si bien obtusa, su falta de explicaciones no juega en su contra, sino que crea una propuesta atmosférica muy singular que se gana el mero hecho de existir en sus propios términos.
En cines.
OK
Cobra Kai (S06)
Los aitas
Se puede coger la premisa aparentemente rancia de la comedia media de Santiago Segura de “OH NO AHORA ME TENGO QUE ENCARGAR DE MIS CRÍOS EN LUGAR DE ENDILGÁRSELOS A MI ESPOSA”, y darle la vuelta para hacer algo decente. Borja Cobeaga mantiene esa dirección apuntada en No me gusta conducir de llevar la comedia clásica con vocación mainstream hacia un lugar emocional bonito y personal.
Detalles sobre sindicalistas que pierden el trabajo en las fábricas aderezan esta película con cierta melancolía propia de Los lunes al sol, aunque se pierde en su intento de que sea la feel good masiva de la temporada. Al menos ha conseguido meter uno de sus chistes sobre ETA y que saque de las mejores risas.
En cines.
Novocaine
A veces basta con que existan comedias de acción simpáticas y chorras, con gente nueva al frente (aunque casi toda sea nepobaby), que diviertan un buen rato aunque quizá duren de más. Si además de menos algoritmo le sumas acción bestia, pues ya entra un poco en la categoría de “deberíamos tener una de estas cada semana o dos”.
En cines.
Presence
Steven Sodebergh: la tier-list
Mucha gente lo analizaría conceptualmente y diría: «No puedes hacer eso, no te está permitido». Para mí, eso es interesante.
En cines.
MEH
Mythic Quest (S04)
Normalmente una sitcom va creciendo a través de encontrarse a sí misma y de ir generando química con los diferente personajes con los que se encariña. Mythic Quest, con regresos que han ido viniendo a trompicones y con intentos de replantearse creativamente, ha ido mostrando una tendencia decreciente que, si bien todavía da ratos simpáticos, la ha colocado como una serie demasiado desperdigada para tener razón de ser. Debería ser todo más sencillo.
Tardes de soledad
Albert Serra claramente es un convencido de la santidad de la imagen, de que esta sobrevive contexto y juicios, por eso se desprende de ellos en este test de Rorschach folklórico. Pero hablamos de algo con demasiado peso, cultural y polémico, para presentarlo tal cual y salirse con la suya.
La distancia aquí busca que se plieguen la fascinación y la barbarie, pero la repetición de instantes de violencia se vuelve al final anestésico. O tan performativo y parodicamente bravucón como los personajes que decide seguir y, en el fondo, considera decadentes.
En cines.
The White Lotus (S03)
Un claro ejemplo de cuando alguien decide hacer una temporada porque sí, porque toca hacerla. The White Lotus es tal fenómeno que Mike White ya no puede pararla, aunque tenga que estar recliclando sus propias tramas o dramas de ricos con un ligero cambio de localicación. Su viaje a Tailandia expone más límites que nunca para su peculiar universo, intentando plantar semillas hacia un misterio que en el fondo da bastante igual mientras intenta macerar la tensión en una infinidad de tramas desiguales. Nunca ha dejado tanto la sensación de estar amortizadísima.
NO
Amenaza en el aire
El epítome de la randomez debe ser Mel Gibson volviendo a dirigir una película, y que esta nunca parezca otra cosa que la típica producción anónima directa a video. Y probablemente una de esas recientes que hace él como actor intentando ganarse cierto favor en el público y en la industria. Probablemente hubiera sido mejor con él en lugar de Mark Wahlberg intentando hacer bien sabe qué, porque todo es como la calva que lleva el actor: aparentemente una chorrada graciosa, pero hecha con tan poco entusiasmo e inventiva que te olvidas de ella en tiempo real.
En cines.
Blancanieves
Ya tan solo por:
Odio eterno al remake en acción real de Disney.
En cines.
Imagínatelo
The Alto Knights
Hace falta tener mucha, pero mucha pasión por el pollaviejismo premium para poder encontrar disfrutable la increíble colección de naftalina que presenta esta cinta de gángsters geriátricos. Muchas decisiones aleatorias, casi propias de algoritmo, rodada de manera increíblemente descuidada y maquillajes muy exagerados, y no sólo para crear la ilusión de que Robert De Niro está interpretando dos personajes (realmente sólo se interpreta a él mismo y a Joe Pesci, que probablemente dijo que no a esto).
En cines.
The Last Showgirl
Pues igual Pamela Anderson está bien en esto. Es difícil saber cuando tienes un 30% de la película desenfocada y a Jamie Lee Curtis al lado haciendo así:
En cines.
Salvo una: Andrew Tate desgraciado.
Creo que la impresión que te da Tardes de Soledad en el cine es superior a la que me ha dado ningún thriller o película de terror que haya visto este lustro. No digamos ya una cuyas imágenes son """"reales""""
Un Excel de libro como película