Siempre es cuestión de tiempo comprobar cuando un elemento disruptivo en el blockbuster moderno se explota hasta su domesticación, como puede ser el ejemplo de Deadpool. La frescura meta de la película del mercenario bocazas es un juego peligroso, pero tentador de explotar. Ni los propios creadores se resistieron a intentar una secuela apañada, aunque c…
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