Bong Joon-Ho: barrilete cósmico
Película a película por uno de los cineastas más asombrosos de este siglo
Es el 22 de junio de 1986 en el Estadio Azteca de Ciudad de México. "¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés?". Víctor Hugo Morales entra en éxtasis viendo a Diego Armando Maradona marcando su segundo gol contra Inglaterra para que Argentina pase a la siguiente fase del Mundial. Una jugada antológica, el gol del siglo, con el "Diez" arrancando desde el medio del campo (todavía siguen en campo propio) y dejando atrás a casi toda la escuadra británica para llegar a la portería de Peter Shilton y marcar. El periodista no esconde su emoción.
"Barrilete cósmico". El origen de la frase ha sido muy discutido, con gente como "Bambino" Pons diciendo que surgió de César Luis Menotti, que describió a Maradona como "barrilete" con intención despectiva. No hace referencia al físico, sino que él tenía en mente las cometas, las que se vuelan en el parque, que en Argentina son conocidas también con ese nombre. Morales, por supuesto, tiene otra interpretación. El zizagueo imposible de Diego era tan impredecible y veloz como el de una cometa, y eso tuvo en mente el narrador a la hora de describir la genialidad que sólo tenía sentido en la cabeza de su ejecutor pero produce innegable gozo en quien la ve.
Con este contexto, podéis entender por qué decido hablar de Bong Joon-Ho en términos como "Barrilete cósmico", que ya ha sido adoptado por el lenguaje popular para describir la brillantez alcanzable para unos pocos elegidos. Pero su puro origen se le aplica. El director surcoreano ha derribado barreras imposibles, dejando atrás a un montón de ingleses (hola Sam Mendes) para alzarse en lo más alto (la gala de los Oscars donde Parásitos lo ganó todo). Todo con un estilo único, mezclando de manera imposible géneros, haciendo comentarios sociales y de clase demoledores, dirigiendo con una claridad increíble a pesar de que, si describes lo que sucede en sus obras, parece que no tiene el menor sentido.
Uno de los mayores exponentes de la gran ola de cine coreano junto a Park Chan-Wook y Kim Ki-duk, que bien merece un análisis de su filmografía paso a paso antes del estreno de Mickey 17 porque, además de poseer varias de las películas esenciales de este siglo, todas son mínimo de notable. Repasar cada película supone un éxtasis que muy pocos son capaces de ofrecer.
En plena niñez, el pequeño de la familia Bong subió al techo del edificio del que vivía y quedó impactado por una imagen: un perro muerto y parcialmente quemado. ¿Quién podría cometer algo así a un pobre animal? Cualquier otro pensaría que un monstruo. Nuestro protagonista pensó en un hombre atravesando dificultades de todo tipo, y una serie de personajes a su alrededor también intentando subsistir en la sociedad coreana.
Así nació Perro ladrador, poco mordedor, su debut como director escrito por él mismo, realizado tras su carrera de sociología y varios trabajos mal pagados en la industria cinematográfica local. Una comedia negra con un aspirante a profesor universitario que decide proyectar sus problemas personales (su inminente paternidad, la duda sobre cómo conseguir el dinero para realizar el soborno que le de su ansiada plaza) hacia un perro del vecindario con un incesante ladrido. Una vez lo encuentra, busca maneras distintas para matarlo, a cada cuál más moralmente deplorable.