Hay un momento, en el tramo final del episodio 2 de 'Chernobyl', la excelente miniserie de HBO y Sky, en que se transforma en una de terror. Los buzos entran a la central, las luces caen, la atmósfera es opresiva y el único sonido que hay es el del agobio, el de la muerte.
Es la enésima ocasión en la que 'Chernobyl' decide que el tono y el ritmo son sus …