El salón de la fama de Leonardo DiCaprio
Repasando los mejores momentos del actor que a muchos se les viene a la cabeza cuando se dice "actorazo"
Hay algunos actores que transmiten la sensación de seguridad de que, sea como sea la película, vas a terminar entretenido. Son tan magnéticos y tan fascinantes de ver en pantalla que terminas pasando muchos problemas que, en otro caso, serían muy aparentes. Leonardo DiCaprio lo ha llevado un paso más allá, con una cuidada selección de proyectos, mayormente ligada a cineastas de entidad, y cada película suya se transforma en un evento en varios frentes. Mismamente podemos decir eso de No mires arriba, su último proyecto de la mano de Netflix y a las ordenes de Adam McKay.
Una oportunidad ideal para repasar su carrera y seleccionar los trabajos imprescindibles que entraran en su particular panteón.
Diario de un rebelde (1995)
El tiempo ha sentado regular a este oscuro film adolescente con trama de abuso de las drogas. DiCaprio es una de las pocas cosas que ha envejecido bien, con una increíble confianza de actor protagonista para ser tan joven y dando entidad a un personaje que podría salir por cualquier lado. Un pequeño anticipo del actor pilar en el que se iba a convertir.
Romeo + Julieta de William Shakespeare (1996)
La irreverente reinvención que Baz Luhrmann hace del texto de Shakespeare es tan frenética, flipada y extrema que a ratos parece una versión de Michael Bay. Sin embargo, aunque todas sus excentricidades resultan divertidas -tanto si las aprecias como si decides odiarla-, hace esfuerzo por mantener la fuerza dramática del texto, y se nota en unas interpretaciones protagonistas soberbias por parte de Claire Danes y DiCaprio.