El volquete del metal (XXXV): los discos más fresquitos de agosto
No tenemos maxibón, niño, sólo doom
Bienvenidos a la sección más ideal para el verano: una llena de discos hecha por gente o bien toda vestida de negro o que canta letras nihilistas o sobre lo insoportable de la vida. Pero son discos guays, de verdad. Algunos muy majos, otros muy potentes y otros con potencial de Excel. Si no los tenéis controlados todavía, estáis tardando en ponerlos en lista.
Y no, no esperéis aquí el de Deafheaven.
Alexis Marshall - House of Lull . House of When
Mientras estamos a la espera de un nuevo disco de Daughters, su cantante Alexis Marshall ha decidido experimentar en solitario con otras fronteras. El punk abrasivo e industrial de la banda permanece, pero Marshall le da un par de vueltas de tuercas más, haciendo una experiencia que va a más desafiante, pero un desafió que probablemente muchos fans de Daughters querrán tomar.
Avanzar más en dirección de un death industrial y meter cosas como el spoken word entran dentro del rango esperable de un artista así, por lo que es complicado estimar cuánta sorpresa realmente hay. También el no tener más compañeros de banda con las manos en la masa hace que haya más dispersión, así que no todas las gracias aterrizan igual. Aunque las que lo hacen tienen bastante fuerza, como 'Drink from the Oceans', 'Youth as Religion' o 'Open Mouth'. Vamos, que vale.
King Woman - Celestial Blues
¿Un proyecto de doom/sludge metal con vocalista femenina y varíos toques etéreos? No os culparía si os ha venido el nombre de Chelsea Wolfe a la mente con esa línea, a mí también me ha pasado. Y parte de ello es por falta de exposición de más talentos femeninos de este calibre en géneros como éste, además de prejuicios personales equivocados. Pero enmarcar lo que hace King Woman en la escuela de Wolfe no sólo sería injusto, probablemente sea equivocado.
El proyecto liderado por Kristina Esfandiari demuestra un rango de acción interesante para géneros tan establecidos e inmovilistas como los mencionados, y también un enfoque muy personal, marcado por un despliegue muy poderoso y hasta carismático. Su impactante portada ya muestra la energía que su música quiere transmitir: enigmática pero formidable. Desgarradora a la par que vulnerable. Matices que elevan unas composiciones de por sí feroces y demoledoras, así que estamos ante un trabajo que debemos tener en alta consideración.
Lantlôs - Wildhund
Después de siete años de silencio tras la publicación de Melting Sun, probablemente pocos esperaban ya un regreso de Lantlôs. Y que este regreso supusiera su desprendimiento total de cualquier cosa que evoque mínimamente al black metal y haya decidido quedarse enteramente con la segunda parte del denominado blackgaze. Podría sonar a decepción, como lo está suponiendo lo nuevo de Deafheaven, pero se ha guardado un par de sorpresas bajo la manga.
Sí, es un disco prominentemente shoegaze. Del noventero además. Pero en ese retroceso en el tiempo ha ramificado también hacia algunas vertientes del rock/metal de la época, con coqueteos hacia el toque alternativo que Deftones lucían dentro del nu metal. Y le sacan provecho al sonido, ya que tenemos unas cuantas canciones llenas de vigor y que te envuelven magníficamente. No permite demasiado rango de acción y el disco puede adolecer cierta monotonía, pero los puntos altos son suficiente para apreciar este regreso.
Burn In Hell - Disavowal of the Creator God
Aquí tenemos a unos australianos enmarcados dentro del hardcore extremo, haciendo un despliegue tan abrasivo como infatigable y zapatillero. Burn In Hell no ofrecen muchas concesiones, pero al mismo tiempo no dan la turra de más. Siete canciones para un total de 15 minutos, ofreciendo un sonido demoledor además de una intensa reflexión sobre el colonialismo y los sistemas de opresión.
Fawn Limbs - Darwin Falls
Bienvenidos al que probablemente sea uno de los discos más abrumadoramente nihilistas de todo 2021. La banda de Pensilvania ha ido perfeccionando ese agónico grindcore retorcido desde lo matemático, que además va tomando desviaciones tan inesperadas como sugerentes. A ratos te están metiendo toda la tralla del mundo como cortan de repente para sumergirte en atmósferas avant-garde muy inquietantes. Puede ser mucho que procesar, pero golpean fuerte en los puntos correctos, y eso ya los hace muy destacables.
Leprous - Aphelion
El nuevo disco de Leprous parece lo más cercano a un retorno de forma, donde tocan algunas de las teclas esperables de un disco suyo en 2021. El grupo recupera ciertas constantes, dejando de lado aspectos más arties para desarrollar influencias de prog clásico, lo cuál puede parecer un retroceso, pero en el proceso muestran cierto dinamismo en el tipo de canciones que ofrecen. Los noruegos van encontrando un interesante equilibrio entre canciones más contemplativas y melódicas con unas donde muestran un músculo del que hacía tiempo que no hacían gala.
Lejos de resultar un álbum típico, Aphelion muestra a Leprous como una banda de rango, capaz de construir una experiencia sugerente aunque típica, a base de ir moviéndose entre tonos y registros. Quizá ya no vuelvan a un estilo más puramente metal, aunque se reservan algún toquecito aquí y allí, pero el grupo logra un disco apetecible con varias canciones sólidas. No uno rotundo y brillante como antaño, aunque... ¿y si nos termina ganando con el tiempo?
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