Frikexín #1: un buen cargamento de discos indies recientes que merecen la pena
Indie y aledaños, no nos toquéis las narices
Ok, no entraremos a discutir el término indie aquí. Y, además, lo tomaremos de manera maximalista. Si alguno de los géneros aledaños no os parecen, os los saltáis. Y si el término no os convence, habéis tenido 20 y pico años para superarlo o discutirlo con otros.
Pero igual que recogemos algodón hip-hopero, conducimos el volquete del metal, os damos medicina para el alma con nuestros discos tristes y le dejamos a Ferraia que saque su cargamento electrónico, hoy seleccionamos eso: un buen puñado de discos majos en el entorno del indie-rock, indie-pop, indie-loquesea y aleñados.
Ah, y os he preparado playlist para que vayáis abriendo boca de todo lo que cae aquí hoy:
Cosmic Rough Riders - Atoms and Energy
Es facilísimo pasar por alto a Daniel Wylie. Lo es porque desde hace 20 y pico años la mayoría de los medios siempre han tendido a meter el pop luminoso, el jangle o los grupos cercanos al powerpop dentro del cajón del “siempre suenan igual”. Y así se han ido pasando sin la atención que merecían, salvo en determinados círculos, discos tan brillantes como Rhamshackle Beauty (2004) o el ya lejano Panorama de Cosmic Rough Riders.
Bueno, no permitamos que esta vez pase lo mismo: Atoms and Energy es ese tipo de disco con el que fácil, fácil sentirse bien. Ya sea cuando se agarran a la melancolía cristalina (Heaven’s Waiting Room), cuando le inyectan afiladas eléctricas a los brianwilsonimos de los 70 (‘God is Nowhere’), cuando le aportan sol californiano al jangle
No sé: discos que tienen al Neil Young de la fiebre de oro (uff, ‘Our Love Will Never Die’), a los REM de Murmur, a los Teenage Fanclub de la belleza acústica… Está guay, hombre.
betcover!! - 時間
Art-rock en vena, con su puntito jazz, es lo que betcover!! parece ofrecer en el inicio de 時間 (Tiempo). Pero Yanase Jiro enseguida empieza a subir la intensidad de la propuesta, como un Tom Waits de videojuego con ganas de pitufarse la voz. El trayecto es emocionante, divertido, lleno de sorpresas y requiebros.
Lo voy a defender a muerte en las listas de fin de año, con ese puntito de glam melancólico que a veces pilla (‘回転・天使’ es top) y sus ganazas de ser inclasificable pero adictivo. Aparta, King Krule, que este chaval te da unas cuantas vueltas.
Esa Canadá de la que usted me habla
“Yoo Doo Right quieren sonar a un accidente de tráfico en cámara lenta, realzando toda la experiencia sensorial (suponemos que de estar a punto de matarse). Van por el buen camino para lograrlo.” El puto Mohorte mira que define bien los grupos. Venga, poneos este chute space rock, que está fenomenal. No tengo por qué daros la brasa, si dejáis que suene un minuto ya deberíais estar dentro.
Fiddlehead y el emo que sí
El Between The Richness de Fiddlehead puede que quede algo sepultado por la avalancha de lanzamientos post-hardcoretas y de eso que llamamos Midwest-Emo y que capitanearon en su día Sunny Day Real State, American Football, los DCFC primerizos y cia. Aunque ya no sea lo de hace escasos años, aún siguen saliendo puñados y puñados de discos del asunto, algunos de ellos tan bien tratados en general a pesar del poco poso que dejan como los de Pinegrove.
Fiddlehead sólo llevan dos discos, pero son mejores y tienen clarísimas sus fronteras. Su punto revitalizante es que jamás se olvidan que el género se maneja mejor no sólo cuando lo melancólico pilla el timón, sino cuando hay un componente de diversión ahí metido. La mayoría de las canciones de Between The Richness deseas corearlas en directo, brazos en alto. Y para cuando quieres cansarte, el disco ya se ha acabado. Insisto: tienen clarísimo sus límites.
El dulce viaje lleno de menjunjes de Sweet Trip
A nadie en Hipersónica parece haberle hecho suficiente tilín en estos meses el A Tiny House, in Secret Speeches, Polar Equals como para defenderlos en las tiers, y no tengo muy clara la razón. Ellos, que como grupo han ido desviándose de la IDM primeriza hacia un prog-pop con cada vez más ganchos, deberían tener suficiente tirón entre fans del dream pop, la electrónica suave con voz femenina al frente y la legión zorripop. Si hasta al principio parece que se van a hacer un disco de shoegaze virado hacia la electrónica.
Fans de todo eso por aquí sobra y aunque este disco parece poco inmediato, hay chicha de sobra como para seguir mordiendo el hueso.
El post-rock francés de BRUIT ≤
Está siendo un buen año para el post-rock, sin que nos expliquemos bien por qué pero también sin que haya habido algo tan demoledor como, por ejemplo, ese Onda donde Jambinai se sacaban todos los tics del género a base de hostias y caricias coreanas.
BRUIT ≤, desde Toulouse, intentan hacer crecer el ambiente a base de más electrónica, más ambient y toques más industriales. Y lo que resulta en The Machine Is Burning and Now Everyone Knows It Could Happen Again es fiel reflejo del título: una sensación de accidente no tan natural, pavor, incertidumbre por el futuro y la certeza de que todo volverá a ir mal. Un debut más que majo.
Y una selección rápida de discos de indie y aledaños que salieron en las tier lists recientes y deberíais estar escuchando:
(Frikexín es una sección mensual de Hipersónica que selecciona buenos discos de indie y aledaños. Su nombre está basado en una canción facilísima de identificar. Si eres el primero que adivina cuál es, te llevas una suscripción de tres meses a Hipersónica por la cara. Puedes decirnos tu respuesta comentando este artículo):