Guía fácil de Metal: Black Metal
El genero favorito de la socialdemocracia
Cuánto tiempo sin volver a meternos en profundidad en el maravilloso mundo del sonido Metal. ¿Lo echabais de menos? ¿No? Da igual, pienso seguir instruyéndoos. Nadie dijo que este camino iba a ser fácil, pero el esfuerzo merecerá la pena porque podréis ir por el mundo con la cabeza alta diciendo que sois unos grandes sibaritas del género pesado, o por lo menos aparentarlo.
Hoy cogeremos impulso para indagar en otra de las ramas extremas más conocidas del género. Una rama ampliamente conocida, ya sea por su nombre, por su sonido, o por las controversias surgidas de él, y que surgió de la vertiente del Thrash Metal: el Black Metal.
A qué suena el Black
Las raíces de este género residen, al igual que en el caso del Death Metal, en una evolución del Thrash Metal y de algunas bandas de Heavy Metal más cercanas a lo extremo. Los riffs de guitarra del Black Metal son muy ágiles y veloces, pero con mucha distorsión y ritmos más agudos también, a diferencia del Death. Las baterías también toman marchas vertiginosas y abrasivas con la marcada presencia de los blast beats y los dobles bombos. Por último, las voces características del género son muy ásperas y crudas, casi chilladas, y que les dan un toque característico a estas bandas con respecto a otros géneros.
Tradicionalmente se han asociado las letras de este género con el satanismo, la guerra y el nihilismo, pero también hay tendencias políticas cercanas a la socialdemocracia, el comunismo o el anarquismo. Hasta hay Black Metal Cristiano. Por no hablar de las diferentes ramas que surgieron a partir de la corriente tradicional, cada una aportando matices diferentes que los distinguían y se les catalogaba como subgénero de este. Aunque también es destacable la facilidad del Black Metal para colarse como influencia hasta en géneros no metaleros.
La primera generación: los orígenes
Cuando hablamos de la primera generación o primera ola del Black Metal generalmente nos solemos referir a ese tipo de bandas en las que se comenzaban a vislumbrar esas características propias del Black Metal, aunque muchas veces no estaban totalmente formados para poder ser considerados puro Black. Así, cabe destacar la importancia de bandas prototípicas que tocaban un Heavy Metal con un carácter más extremo y agresivo, como Venom, destacando su influencia gracias a trabajos como Welcome To Hell o Black Metal (de donde saldría el nombre) que marcaron esta primera tendencia blackmetalera, además del uso de pseudónimos por parte de sus integrantes.
También cabe destacar la aportación de Mercyful Fate y, sobre todo, de su frontman, King Diamond. La estética maquillada y siniestra de este cantante danés y su influyente Abigail fueron, sin duda, una base importante para el género. Además hay que dar especial relevancia a bandas de Thrash como los americanos Angel Witch, germanos como Destruction y Sodom, y unos imprescindibles que ya han aparecido en varias ocasiones durante el transcurso de esta guía, los suizos Celtic Frost. Estos últimos adquieren mucha mayor importancia gracias a sus satánicas letras y a su To Mega Therion, donde se palpan aun más las bases del conocido como “True Black” de la siguiente generación.
La segunda generación: el Inner Circle noruego
Llegar a la segunda generación del Black Metal es hablar de la corriente más aceptada para definir el sonido Black. No por nada esta generación se autoconsideró como la auténtica, la del “True Black”. Con el eje situado en la región escandinava de Noruega, destacando en especial la escena de Oslo, de donde salieron una magnífica hornada de bandas clave para el género que se consideraban la auténtica esencia de este. Esta tendencia fue conocida globalmente como el Inner Circle, y en la que figuran nombres como Darkthrone, Mayhem, Emperor, Burzum, Enslaved o Gorgoroth. Bandas extraordinarias que conformaron una escena que destacó, aparte de por su brillantez y su fuerza, por su controversia.
No es un secreto la filosofía anticristiana y ocultista del Inner Circle. A este movimiento es al que se le atribuye la quema de varias iglesias de Noruega, aunque algunos incendios solo fueran causados imitadores/admiradores de esta tendencia, y en especial a Varg Vikernes (Burzum) y Euronymous (Mayhem), líderes ideológicos del movimiento. ¿Por qué este ataque a los edificios eclesiásticos? Por sencilla antipatía contra la religión católica y todo lo que ella representa. Esos incendios eran una manera simbólica de arremeter contra esta religión, esperando una auténtica revolución en contra de esta institución. En palabras de Vikernes:
Siempre he creído que se debe hacer lo correcto sin tener en cuenta las consecuencias, así que si estaba luchando por una causa perdida eso no tiene importancia. Prefiero morir luchando por lo que creo que vivir por cualquier otra cosa.
La muerte también fue un asunto peliagudo que rodeo a este Inner Circle. Una de las más significativas fue la de Per Yngve Ohlin, más conocido como el cantante de Mayhem, Dead, que se suicidó disparándose con su escopeta. Su compañero de banda, Euronymous, lejos de perturbarse, cogió una cámara y fotografío tal macabra estampa y la empleo para uno de los bootlegs de Mayhem, Dawn of the Black Hearts. También se decía que el propio Euronymous repartía collares hechos con trozos de la calavera de Dead a todos los que consideraba dignos. Un ejemplo de esa aura de oscuridad y terror que el noruego siempre quiso darle a su banda.
Pero no todo era un camino de rosas entre las bandas del Inner Circle. Aunque el propio Varg Vikernes, de Burzum, acabara actuando como bajista de Mayhem, la relación con Euronymous se fue haciendo cada vez más tensa, llegando al punto de acabar en una violenta confrontación que acabaría con la vida del líder de Mayhem a manos de Vikernes por sucesivas puñaladas. Con el encarcelamiento de este último por la pena máxima (21 años) se consideró finalizada la ideología del Inner Circle.
Se lo tenía merecido, era un inútil y un incompetente. ¿Tenía que haberme apiadado de esa mierda de persona? Yo valoro mis leyes más que las leyes de la sociedad. De su boca siempre salían grandes palabras y frases pero nunca hacía nada de lo que prometía. Él me atacó e intentó matarme con un cuchillo, y fracasó miserablemente, en ese momento supe que no debía darle otra oportunidad.
Lamentablemente, estos polémicos hechos acabaron por ensombrecer lo verdaderamente importante, que era la música que esta escena desplegaba. Los comienzos fueron propicios gracias a la colaboración entre las bandas y por la creación del sello Deathlike Silence Productions, dirigido por Euronymous, que distribuía todo el material y generando esta escena underground por el país. Así, comenzaron a destacar grandes bandas, como Darkthrone, cuyas primeras obras se pueden considerar como las primigenias de esta segunda generación, aparte de ser los discos más influyentes del género.
Sería una verdadera lástima no acercarse a este movimiento por la polémica que le rodeo, porque estaríamos ignorado a varias de las mejores formaciones del Metal. Mayhem es un magnífico ejemplo de siniestralidad sublime y efectiva que no deja indiferente a nadie. Emperor son una de las bandas más importantes y transcendentales del movimiento gracias a la figura de su líder, Ihsahn, hoy una institución del Metal Extremo actual. Otros imprescindibles de esta hornada son gente como Gorgoroth o Immortal, pero sobre todo Burzum. La banda de Varg Vikernes alcanzó nuevas cotas por entonces impensables en este género, siendo uno de los grandes precursores del Black Metal atmosférico. Todas estas bandas apostaban por los métodos de producción y grabación más pobres posibles para que su sonido fuera maltratado y darle más oscuridad a su música.
El mundo necesita oscuridad, porque el exceso de luz no nos ilumina ni nos abriga sino que nos ciega y nos abrasa | Varg Vikernes
Para todo el que le apetezca saber más de este Inner Circle Noruego, su desarrollo y sus polémicas, recomiendo ver el documental Until The Light Takes Us. Una pieza muy ilustrativa y que gustará a todo aficionado a los films relativos a la música. Aunque no esté del todo rematado y bien llevado, realmente merece la pena echarle un vistazo, en especial por ver lo que dicen artistas sobre la escena de la que fuero participes.
Más allá de Noruega y más allá del True Black
Evidentemente, el mundo negro no se acaba en Noruega. Esta región escandinava fue el epicentro del fenómeno sísmico que es el Black Metal. Donde se sentaron las bases clásicas del género y de la que surgieron las bandas más reconocidas. Pero el propio Black Metal ha conseguido convertirse a lo largo del tiempo en un recurso aprovechable en casi cualquier género, ya sea electrónica o ya sea Indie Pop. Además de convertirse en uno de los géneros más prolíficos de la actualidad, también ha sido de los que mejor ha sabido evolucionar dentro de las etiquetas metaleras junto con el Death o el Doom.
Pero volviendo atrás, paralelamente a la escena Noruega, en otros países se fue propagando este género y muchas bandas lo exploraron desde un matiz diferente al del Inner Circle, desde la perspectiva de otro género o aportándole otros elementos que le hacen característico. Así, hubo una buena tendencia de bandas que apostaron por tocar Black Metal, pero embruteciéndolo con elementos del Death Metal, dando lugar al Blackenned Death Metal popularizado por gente como la banda polaca que hoy son gran referente mundial en el género, Behemoth. Mencionar también otra tendencia que juntó este Black Metal con elementos del Doom Metal, destacando la presencia de Samael y su magnífico Ceremony of Opposites.
Otra de las subetiquetas nacidas a partir de esa escena fue la del Symphonic Black Metal, que, cuyo nombre indica con mucha claridad, experimentaron con elementos más orquestales y melódicos. Una de las más importantes fue un banda del Inner Circle, Emperor, y luego también se han ido encasillando gente como Tiamat o los propios Samael, sin ser puramente sinfónicos. La banda que mayor repercusión ha alcanzado hasta nuestros días han sido Dimmu Borgir, que comenzaron a destacar gracias a su Enthrone Darkness Triumphant y han sido una de las bandas más populares del Black Metal durante mucho tiempo.
Sin embargo, el Black Sinfónico acabo por dar pie a otra nueva etiqueta, sin necesidad de que estas vallan muy juntas de la mano. A raiz de Prometheus — The Discipline Of Fire & Demise, el último álbum de Emperor, se comenzó a vislumbrar lo que se conoce como Progressive Black Metal. Género en el que Enslaved se han convertido en una de las principales referencias ahora mismo, aun siendo encasillados dentro del Viking Metal desde sus inicios. Normal que, habiendo funcionado tan bien la fusión entre el Death Metal y el Progresivo, el Black acabara por experimentar por estas sendas. En la pasada década, sobre todo, salieron gente muy extraordinaria en este estilo, como los franceses Deathspell Omega, la carrera en solitario del maestro Ihsahn, o los primeros trabajos de los noruegos Shining, con una propuesta mucho más ecléctica y esquizoide donde meten también elementos electrónicos y de Jazz sobre todo.
Me dejo uno de los mejores y más especiales para el final. Me refiero al Atmospheric Black Metal, que también se explica sola con su nombre. Y puestos a relucir nombres propios, se me hace imperativo mostrar sobre el tapete a gente como In The Woods… o Ulver y su álbum Bergtatt. También me gustaría resaltar en este apartado el trabajo de los islandeses Sólstafir y los dos Memoria Vetusta de los franceses Blut Aus Nord, que son sencillamente exquisitos. Y, sin salir de Francia, luce con luz propia el nombre de Neige, que ha alcanzado cotas espectaculares y deliciosas con Amesoeurs y su banda principal, Alcest.
Algunos discos de Black Metal imprescindibles
Darkthone — A Blaze in the Northern Sky (1992)
Creo que no hay mejor manera de empezar que por el principio. Para todo el amante del Death Metal sobre todo, esta pieza puede gustarle más para poder iniciarse en este mundo. Y es que Darkthrone comenzaron en su momento tocando Death Metal, y del que se conservan pequeñas trazas en este A Blaze in the Northern Sky, una de las primeras obras de Black Metal en adquirir gran repercusión y una de las mejores del género, sin lugar a dudas. El primero de sus tres grandes discos, junto con Under a Funeral Moon y Transilvanian Hunger, a los que no dudéis en echarles un oído si os habéis encandilado con este Blaze.
Mayhem — De mysteriis dom Sathanas (1994)
Se me hace difícil resistirme al primer trabajo oficial de Mayhem. Y no solo por la formación de lujo que lo grabó, estando Euronymous a las guitarras, Hellhammer a la batería y el propio Varg Vikernes como bajista, aunque la familia de Euronymous puso muchas objeciones a su presencia y le pidieron a Hellhammer que borrara sus pistas ya que aun estaba reciente el asesinato de este a manos de Vikernes. El batería finalmente no haría caso a la súplica de la ofendida familia, y el resultado es sencillamente impecable, porque esta es una de las obras más trascendentales de todo el Black Metal y del Inner Circle noruego en particular.
Burzum — Hvis lyset tar oss (1994)
Seguro que más de uno estaría esperando que figuraran Burzum, pero con su álbum Filosofem. No voy a negar que ese es un álbum delicioso (permitidme la palabra en este especial de lo tenebroso y macabro) y espectacular, pero no creo que sea el más representativo para poder hablar del género. Sin embargo, su predecesor, Hvis lyset tar oss, sí cuenta con esa característica, ya que se aprecia ese amor de Vikernes por el sucio y basto Metal oscuro, pero con algunos de esos componentes atmosféricos, casi cercanos al Ambient, que dan ese toque especial a Burzum. Si nunca te has acercado al proyecto principal del Conde Grishnackh, esta es la primera obra que deberías catar.
Ulver — Bergtatt (1994)
He estado dudando hasta el último momento sobre si incluir este disco o el Grom de Behemoth, o el Pure Holocaust de Immortal, pero creo que esta es una elección más acertada para hacer más completa esta recopilación de obras. Esa maestría de Kristoffer Rygg (también conocido como Gram) para aunar el Black Metal más atmosférico con el Folk da un resultado extraordinario y fabuloso. Sus cinco cortes te harán pasar un momento no largo, pero sí muy bueno. Casi tanto como su imprescindible Perdition City, aunque este último ya camina por senderos ya dentro del país de la electrónica, y no es eso de lo que hoy estamos hablando.
Emperor — Prometheus — The Discipline Of Fire & Demise (2001)
No nací blackmetalero, lo reconozco. De hecho, siempre me he sentido más atraído por el género Death que por el Black, por lo que tardé más en profundizar en este último. Pero una de las primeras bandas que descubrí fueron Emperor y fue gracias a un álbum tan soberbio como Prometheus. Es un trabajo tan impecable y magnífico que hasta tiene una página web dedicada enteramente a este enorme disco. Siempre en tenido a Emperor en especial consideración y sentido mucha admiración por Ihsahn, un artista como la copa de un pino y una de las mentes más privilegiadas del Metal Extremo. Y la prueba reside en esta maravilla de álbum.
Enslaved — Below The Lights (2003)
Viendo ahora a Enslaved, cuesta mucho creer que en su momento fueran una de las bandas más reconocidas dentro del Viking Metal. Poco a poco se han ido despegando de esa etiqueta para explorar el Black Metal de igual manera que hicieron Opeth con el Death Metal: meterle Rock Progresivo por vía intravenosa. No creo que vayáis a encontrar ninguna tomografía abdomino-pélvica mejor contrastada y definida que el Below The Lights del grupo noruego, el triunfo definitivo de los Enslaved progresivos. No es un trabajo sencillo y no va a entrar muy bien de primeras, pero una vez te habitúas a las experimentaciones de los noruegos, se comprueba la grandeza de este trabajo. Y aun les quedan muchas obras exquisitas dentro de su discografía a partir de este álbum.