Las antípodas, al igual que la felicidad, son un estado mental. Esto permite disfrutar de sus virtudes (la mala cerveza, mala pero fresca; las interminables horas de sol; el slackerismo vital) sin cargar con sus defectos (todos esos animales que quieren exterminarte; el conservadurismo; una naciones-presidio). Esta lógica se puede trasladar a la música:…
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