Jitazos inmortales S03E16: 'Babies', de Pulp
I only went with her cos she looks like you
‘Babies’ no es la canción icónica de Pulp, que es y siempre será ‘Common People’. Pero, por muchas razones, sí es una de las más relevantes de la carrera del grupo. Gracias a ella, Pulp llegaron a aparecer en Top Of The Pops, a ser portada del NME y de Select y a dar el salto de banda muy secundaria a estrellazas del brit-pop. Pero llegó sin que nadie la esperase y salió porque NO tenía que salir.
“¿Qué estás diciendo, Roberto? Deja de beber”. Ok, lo intentaré, pero mi amor al vino nada tiene que ver con que, realmente, ‘Babies’ nació de Pulp siendo otra cosa. Poco antes de crearse, la banda estaba estancada y necesitaba cambiar: el grupo ensayaba por aquel entonces en un almacén de cerámica propiedad de la familia de Nick Banks. Y, allí, fue donde todos probaban a tocar los instrumentos del resto de la banda. Pulp ya se conocían de sobra, pero querían volver a conocerse.
En una de éstas, llegó lo que no tenía que pasar:
“Los demás se habían ido a preparar una taza de té, así que yo sólo estaba tocando la guitarra de Jarv. Volvió y dijo "¿Qué es eso? No sé. No tenía ni idea de qué eran esos acordes. Dijo: 'Oh, enséñanoslo', y se lo enseñé, y estuvimos improvisando alrededor de estos dos acordes. Diez minutos después, ahí está, esa es la canción"
Nick Banks en 'Truth & Beauty’
"[Nick] puso sus manos en la guitarra [y tocó un la mayor] justo en las tres cuerdas equivocadas.... Eso es lo que lo hizo tan extraño. Es cuando consigues la nota justo antes de lo que debería ser la nota.... Si piensas en algo que está a una nota de distancia, debería ser como la nota del diablo, pero de alguna manera es realmente hermoso".
Jarvis Cocker en 'Songbook'
Un batería creando el riff de un hit por error. No hay nada posiblemente más cercano a “la nota musical de Satán”. Y, sin embargo, ahí empezó ‘Babies’.
Oh, I wanna take you home, I wanna give you children
Empezó, pero no acabó ahí. Durante dos, tres meses, ‘Babies’ (aún conocida como ‘Nicky’s Song') siguió cobrando forma. Jarvis la atacaba vocalmente como si fuese Elvis, pero algo no le encajaba: funcionaba en la zona más cursi del tema (“quiero llevarte a casa, quiero hacerte, y vas a ser mi novia, yeah, yeah, yeah”), pero necesitaba mucho más para crecer.
‘Babies’ estaba ya casi lista, y se puede escuchar en Party Clowns, un disco en directo en el que justo se recopila la versión grabada para el programa de ITV ‘Stage One’. Es divertido, emocionante, poder oírla allí porque a) el programa nunca se emitió (dejando claro que Pulp estaban siempre perseguidos por la mala suerte de los segundones que pronto acabaría); y b) esa versión es una ‘Babies’ sin la chispa final que la hace genial.
¿He escrito “chispa”? Joder, sí que lo he hecho. Y si hay algo que la Babies final tiene es CHISPAS, centellas en los teclados y sintetizadores de Candida Doyle (¡ay, qué importantes son en Pulp!), euforia en la línea de guitarras inicial, chiribitas en los ojos y en lo oídos cuando entra la línea de bajo y el resto de instrumentos. Todo salta en ‘Babies’ desde el principio, no hay ni un huequito para una sola sensación que no sea la de euforia. “We listened outside and heard her, alright”, deja caer Jarvis, y la música vuelve a hacerte saltar. Trata de estarte quieto con ella. De que no se te mueva el pie, de que no menees la cabezas.
De que no te saque una sonrisa.
Ni siquiera cuando llega la semibajona de la letra (y ahora en nada llegamos ahí), cuando Jarvis dice aquello de “Well, I guess it couldn’t last too long”, te bajas de la nube.
Sólo me fui con ella porque se parecía a ti
Líricamente, Babies es un sindiós, pero un sindiós del que te enamoras. Es una historia que cambia constantemente de discurso, narradores variados. ¿Qué narices pasa en ‘Babies’? Iremos al detalle en nada, pero… ¿no es el deseo en sí un sindiós también? ¿Y no lo es especialmente las primeras veces, cuando es todo territorio inexplorado, hic sunt dracones?
En ‘Babies’ hay dos chicos nombrados: David y Neve. Y ninguno es el narrador. En Babies hay varias chicas y ninguna tiene nombre. En Babies hay una habitación, la tuya, en la que primero alguien (¿yo? ¿Cuál de todos?) escucha a la hermana de alguien llevándose a los chicos a la cama. En Babies está la hermana menor (¿tú?) pero a quien se ve follar es a la mayor, con David. En Babies, sin que sepamos del todo por qué, al final acabas encamado con la hermana mayor, que te descubre dormido en su armario. Sí, a ti te descubre, tú, oyente, eres ya el centro. Y la canción se acelera como tú, hasta que tu excusa cuando entra la pequeña, que es la que te gustaba, es patética: un gritito y un “I only went with her cos she looks like you”. A esas alturas de la canción, Jarvis ya está ardiendo pero, de nuevo, recupera la compostura elvisiana e insiste: “Oh, I wanna take you home, I wanna give you children, and you might be my girlfriend”.
Es la primera vez que, tras la euforia, te das cuenta de que tienes los pelos de punta y de que, coño, la traición a los demás también te deja de bajón. Retomo a Jarvis: “Well, I guess it couldn’t last too long”. Puede que los mecanismos del deseo sean bastante efímeros, y más cuando eres un adolescente, pero sí, J, hay cosas que sí que pueden durar muchísimo tiempo. Por ejemplo, lo de mi obsesión con Babies, que cumple ya 30 años.