Reiko era un personaje sobre el que el enorme castillo de naipes que creaban “Tokio Blues” se sostenía. No había nadie lo suficentemente seguro de sí mismo si ella no estaba cerca. Después, ella misma se regodeaba en su propio caos interno. Al final, Keaton Henson no es más que el último naipe, el más delicado. El que sostienes aguantando la respiración…
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