Samuel Kerridge ya vino el año pasado a apretarnos contra la pared para evitar que pudiéramos respirar, golpeándonos con opacas atmósferas que a veces no dejaban lugar para coger algo de oxígeno. Always Offended Never Ashamed (Contort, 2015) era un trabajo laberíntico, asfixiante y perturbador. Pero el bueno de Samuel no ha tenido suficiente y en menos …
© 2025 Hipersónica
Substack is the home for great culture