Las mejores canciones de lo que llevamos hasta ahora...
y otros sube-baja y minutos musicales con los que ponerte al día
¡Valladolid, buenos días!
Hoy toca edición especial de Valladolid, con un puñado de las mejores canciones de lo que llevamos de 2024. Este formato regresará una vez al mes para conseguir tener, a final de año, un buen puñado de temillas, jitazos o no, que han marcado nuestro año.
The Smile - Bending Hectic
Muchas coñas hemos hecho a costa de cómo Thom Yorke y Jonny Greenwood han decidido hacer en The Smile las canciones con guitarra que se negaron a hacer con Radiohead, pero el grupo ha mostrado que es capaz de más en sus mejores momentos. ‘Bending Hectic’ es una maravilla orgánica que parece desarrollar vida propia conforme progresa, ensamblando abstracción y sensibilidad como si no hubiera fricciones entre ambos conceptos.
Un Yorke íntimo como quizá no pensábamos que fuera posible que nos da de la mano hasta una de las mejores explosiones de guitarra de lo que llevamos de año. Ya podrían haberlas sacado a pasear en algún momento estos últimos años, tenía razón O’Brien.
Ramper - Poderoso puño
Ramper, Ramper, Ramper… El nombre de los de Granada sigue resonando en Hipersónica desde que su debut, Nuestros mejores deseos, fuese el mejor disco español de 2020. Sabíamos, porque así lo había anunciado el grupo, que estaban grabando ya su segundo disco, pero no esperábamos que la primera muesca llegase desde un live, esas "Sesiones bravas" organizadas por The Braves Records & The Chapel Mag junto a Prisma Proyecto Audiovisual IES Politécnico Jesús Marín..
Los 10 minutos de Poderoso Puño dejan claro que Ramper no han parado de crecer y que cualquier promesa que anticipase el debut puede cumplirse. La primera canción que nos dejan escuchar empieza cercana al slowcore y va desdibujando las fronteras con otros géneros en medio de detalles que son puro amor: esa trompeta arremetiendo contra el muro de guitarras doom y, joder, ese minuto 7.
Ramper, qué grupo. Pilladlo, que ya está en su bandcamp.
Brown Horse - Reservoir
Bloodied stubbed toes ache scraped bare across the bathroom floor
Wiping cheeks red wet from the parade outside the mall
The good times passed and never did they ever really stop to say goodbye
En la canción titular de su reciente disco, los ingleses Brown Horse aplican a Crazy Horse la fórmula del tembleque acústico: la voz llora aún más que la de Neil, el banjo puntea desde la tragedia y todos los instrumentos están destinados a hacerte llorar.
Joder, parece burdo, pero es una canción estupenda en la que se agolpan además imágenes poderosas. Sí, hubiera estado bien que los viejos tiempos, los momentos en los que estuvimos bien, se hubiesen detenido un momento a decirnos adiós. Al menos así habríamos sabido que se acababan.
PACKS - AmyW
Sólo necesitas enchufar las guitarras. Madeline Link tiene claro que el indie-rock que a ella siempre le ha gustado no necesita de aspaviento ninguno para hacer reverdecer la emoción. Puedes desactivar las palabras y las voces, puedes dedicarte a construir cada uno de los ladrillos de tu muro de sonido con sólo ellas, un bajo y una batería de pulso trotón, aunque melancólico.