Ahora el hip hop mueve masas y hasta los raperos más estándar reciben un espacio prominente en según que espacios. Pero no fue el caso en los comienzos del género y muchos de esos primeros grandes autores son comentados con cierta lejanía, oscurecidos hasta cierto puntos. Y no hablemos ya si algunos de estos grandes autores son mujeres, más relegadas a una (injusta) presencia marginal en la discusión histórica. Pero se merece discutir como se merece a esas primeras grandes estrellas del género, a sus influencias... y a las influencias de dichas influencias.
Si lees a algunas de esas raperas que intentaron hacerse sitio a codazos en un ambiente hipermasculino, todas terminan apuntando a algunas que cavaron primero el camino que luego ellas intentaron pavimentar. Y casi todas coinciden en que The Sequence eran uno de esos grupos de raperas a las que deben la existencia de mujeres en el género. El reconocimiento les fue esquivo a Angie Stone, Gwendolyn “Blondie” Chisolm y "Cheryl The Pearl", pero se está empezando a hacer justicia con ellas en ese aspecto. Y si eres de aquellos que este nombre todavía les es desconocido, estas ocho canciones son todo lo que necesitas para descubrirlas y para ponerlas de ejemplo en futuras discusiones sobre influyentes artistas que fueron oscurecidas.
Funk You Up (1979)
Por supuesto, el tema con el que rompieron muchas barreras y techos de cristal. Aunque los registros son algo inciertos en este aspecto, 'Funk You Up' fue uno de los primeros singles del hip hop en ser grabados en vinilo que además fueron un éxito de ventas, colándose en el top 50 del Billboard’s Hot Soul Singles. Y no es moco de pavo, porque hablamos de un tema de 10 minutos donde el trío de raperas va soltando fluidas e inspiradas rimas sobre una base funk de puro subidón y bailable que nunca pierde ritmo. Toda una pasada, y una inspiración evidente nunca reconocida de el tema que dominó 2015.
Monster Jam (1980)
Al igual que mucho de ese primer hip hop de finales de los setenta y primeros ochenta, el estilo de The Sequence orbita mucho sobre ese funk marchoso, a ratos muy cercano del movimiento go-go, y por eso la duración podía estirarse mucho en torno a una base repetitiva pero de sabroso ritmo. En los ocho minutos de 'Monster Jam', acompañadas de Spoonie Gee, van divirtiéndose en un desfase fiestero que te atrapa y del que nunca te quieres apear.