Liner Notes #9: Slowdive - everything is alive
Encadenados a la nube que nunca esperaron
1. Conservados en ámbar
Hace 28 años, todos nos cargamos a Slowdive. Puede que fuera lo mejor, y no sólo porque ganamos Mojave 3 con aquello.
A Slowdive el paso del tiempo les ha beneficiado. No hablo de cómo sus discos han envejecido, ni de cómo han conseguido una influencia y un público que no tuvieron jamás. Hablo sobre todo de cómo los avances tecnológicos les han permitido sonar más a lo que querían. Lo cuenta Simon Scott en Ruta 66, #418: "recuerdo la época en la que publicamos 5 EP (Creation, 1993) y era un infierno llevar esas canciones al directo. En esa época a Neil le interesaba mucho la música electrónica e intentaba añadir esas dinámicas a nuestras canciones, pero hasta llevar el tempo era técnica infernal para nosotros".
Y a Slowdive el paso del tiempo también les ha sentado bien. Lo ha hecho en sus seguidores, en el grupo que son y que fueron; quizás, también en entender sus problemas previos a la separación. Rachel Gosswell hablaba en la presentación de Everything is Aive de que ver tantas mujeres entre el público es, para ella, una anomalía que Internet y el éxito de su grupo extinto, al romper la linealidad temporal, le ha permitido contemplar. Lo que ella nunca pensó posible, ahora es real. Slowdive, grupo conservado en ámbar y lanzado de nuevo a la faz de la tierra mucho tiempo después de haber muerto, se ha encontrado con una realidad diferente.
Christian Savill, en Uncut, reconocía que lo que parecía imposible llegó cuando ya estaban a otras cosas. Él, vigilante de un supermercado en EEUU, emigrado, estaba allí haciendo su trabajo y le venía la chavalería a preguntar si realmente era el tipo de Slowdive. Le paraban para que se hiciera fotos mientras se encargaba de recoger y reagrupar los carros de la compra. “El tío de Slowdive”, entre risitas nerviosas.
La banda llevaba disuelta 15 años cuando eso empezó a ocurrir. Disuelta, entre otras cosas, por nuestra culpa.