Los mejores Director's Cut de la historia
16 casos donde el director tenía razón y tenía una versión mejor que la película original.
La llegada (y éxito) hace un año de La Liga de la Justicia de Zack Snyder puso sobre la mesa la cuestión de las disputas entre directores y productoras en la visión y comercialización de una película, y sobre cuál de las dos debería prevalecer. La teoría del autor nos da una respuesta clara, aunque siempre es más complicado que eso. No obstante, tenemos un montón de casos donde la versión del director era la versión correcta de la película, y hoy repasamos un buen montón de ellos. Ya si otro día hablamos de los casos contrarios, donde los que distribuían la película tenían razón, pero de momento nos centramos en estos ejemplos.
Alien³: The Assembly Cut
Vale, el orden alfabético nos juega una mala pasada y nos hace hablar primero de una película que no es realmente un montaje del director. La producción de la tercera película de Alien fue un desastre bastante documentado, que dejó traumatizado para los restos a su director David Fincher, hasta el punto donde reniega todo lo posible de dicha película. Aunque realmente exagera, siendo una película tan irregular como interesante en la reformulación de ciertos planteamientos de la franquicia, realmente él tenía una visión más clara de lo que debía ser esta película.
Y aquí está el Assembly Cut, no realizado o supervisado por él sino por un equipo que siguió las notas del director durante la producción para elaborar una versión aproximada que saliese en las ediciones físicas de la película. Esta edición enfatiza adecuadamente el aire desolador y nihilista que Fincher probablemente buscaba ante la angustiosa claustrofobia de la prisión y de la eterna persecución de la corporación Weyland-Yutani. Soluciona incluso algunos problemas de ritmo en su versión cinematográfica, además de no cortarse en meter secuencias más gore.
Amadeus
Hay casos donde parece imposible mejorar una obra magistral, pero de repente surge la magia. En 1984 se estrenó una versión apta para todos los públicos con 20 minutos menos de este fastuoso biopic sobre la rivalidad entre Mozart y Salieri, eliminando elementos que no fueran estrictamente argumentales. Con motivo del lanzamiento de la película en DVD, Miloš Forman introdujo los minutos perdidos, que convertían la película en prohibitiva para menores de edad, y hacía un retrato más completo de la complejidad de sus personajes y del contexto que buscaba retratar. Claramente salimos ganando.
Blade Runner: The Final Cut
Probablemente el ejemplo más famoso de toda esta selección. La primera versión estrenada de Blade Runner en Estados Unidos fue casi un acto de sabotaje, con el añadido de voz en off de Harrison Ford para enfatizar las referencias noir y un final feliz poco apropiado. Luego llegó la difundida versión de la copia de trabajo, que mantenía parte de la visión de Ridley Scott pero sin su autorización. Y esta fue la base sobre la que se edificó el Director's Cut de 1992, que eliminaba voz en off y final feliz además de añadir una secuencia de sueño -con metraje de un unicornio que la leyenda dice que fue sacado de su película Legend- que abriera la posibilidad de que el protagonista fuera un replicante.
Pero Scott no sentía que esta versión cumpliera del todo con su percepción de este universo y en 2007 presentó una versión total, The Final Cut. Aquí hay mínimas diferencias que ponen más énfasis en la posibilidad de que Deckard sea un replicante y se mejoran los efectos digitales. Esta versión definitiva es la que justifica del todo esa sensación de culto y una de las mejores piezas de ciencia ficción de todos los tiempos que se ha ganado.
Casi famosos: The Bootleg Cut
Más de media hora de diferencia puede ser demasiado para vender una versión de una película sobre la otra. Pero Casi famosos, posiblemente la obra cumbre de Cameron Crowe, claramente se ve beneficiada en su versión "pirata" del tiempo extra, aumentando esa sensación de viaje al pasado y de escuchar batallitas (interesantes) sobre un periodo concreto destinado a morir. Las relaciones entre personajes se ven fortalecidas, tenemos una mejor panorámica de ser una banda de rock al borde de la grandeza -pero nunca dando el salto final- en la carretera y de estar moviéndose de un lado a otro del país en una furgoneta.
Chicas en pie de guerra
Aquí tenemos una fascinante historia. La versión de Jonathan Demme de este drama romántico con Goldie Hawn nunca llegó a ver la luz como tal. Sólo se puede acceder a él a través de vías no oficiales, pero marca una diferencia abismal. Demme firmó para hacer un relato de dos mujeres trabajando en fábricas durante la Segunda Guerra Mundial, en la que sus maridos estaban combatiendo, y empiezan a contemplar la posibilidad de una vida más allá de el papel de amas de casa que estaban cumpliendo hasta ahora. El estudio decidió hacer una serie de reshoots amplios que aligerasen la película y enfatizasen el triángulo romántico que Hawn tenía con Ed Harris y con Kurt Russell -con quien salía por aquel entonces y el estudio quería aprovecharlo-, además de reducir la importancia del personaje de Christine Lahti.
Demme se negó a hacer cambios tan sustanciales, y el estudio trató de hacerlos a sus expensas contactando con otros guionistas para que aceptasen el encargo -incluyendo a Elaine May, que se mostró perpleja con el encargo tras ver la versión del director, que consideraba una gran película-. Demme finalmente accedió a las exigencias, retiró la expresión "A Jonathan Demme Film" de los créditos y entregó una película que luego pasó sin pena ni gloria. Una comedieta intrascendente que nada tenía que ver con el drama clásico y empático que se aprecia en esa versión perdida que alguien debería recuperar en homenaje al cineasta.