Los mejores discos de metal de 2021
Invoca a Satán con los mejores trabajos del último año
Hemos cambiado de año, pero seguimos recordando algunos de los mejores momentos del 2021, empezando por los géneros individuales. Pasamos al metal, otro año que ha resultado impresionante y que nos ha resultado complicado resumir en 20 discos. Pero estos son impresionantes, llenos de riqueza y, de una manera o de otra, han dado otra dimensión a las posibilidades del sonido pesado. Por ello, merecen ser celebrados.
20. Dream Unending - Tide Turns Eternal
Dos experimentados en el underground como Derrick Vella y Justin DeTore se han juntado bajo el nombre de Dream Unending para unirse a esa pequeña ola de grupos doom que exploran todas sus posibilidades melódicas y emocionales. El dúo toma de base el sonido del death doom más primigenio y lo carga de buenas dosis de psicodelia y melodía dream pop para llevar los tonos más oscuros hacia nuevos territorios aparte de lo solemne y la desesperación.
Aquí hay espacio también para momentos de auténtica belleza, de sobrecoger al oyente con melodías que te envuelven para luego absorberte. De ir tejiendo un manto colorido donde también emerge lo extremo, las voces guturales y la densidad. Las composiciones son hipnóticas, a ratos realmente contundentes, no siempre redondas. Pero hacen una maravillosa unión de los mundos los primeros Paradise Lost con Cocteau Twins.
19. So Hideous - None But a Pure Heart Can Sing
Casi con la boca pequeña, los neoyorquinos So Hideous han regresado con un nuevo trabajo que vuelve a desplegar una de las mejores combinaciones de estilos contrapuestos. Screamo, hardcore, black metal, blackgaze, también post-metal. Es un curioso mejunje que ellos han convertido en estilo y aquí vuelve a desplegarse de manera impecable mientras siguen añadiendo componentes -algunos elementos avant-garde, hay hasta quien habla de toques sinfónicos-, ya que ofrece una serie de canciones que te peinan para atrás y te apabullan. Puede sonar a desafío su propuesta, pero la clavan de una manera tan natural que casi los ves como un grupo incontestable y especial.
18. Spectral Wound - A Diabolic Thirst
Spectral Wound probablemente sean lo mejor a lo que puedes recurrir si no quieres salir de los rincones más tradicionales del black metal. El grupo de Montreal respira clasicismo hasta en su portada tan de la segunda ola del género, pero su segundo disco sigue siendo parada destacable para todo el mundo gracias a una demoledora ejecución, donde cada minuto está tocado como si se les fuera a salir el corazón por la boca.
17. The Hyena Kill - A Disconnect
No todo tiene que ser extremo en esta lista, y aquí tenemos uno de los trabajos más refrescantes que más accesibles resultan por parte de los británicos The Hyena Hill, donde su afilado post-hardcore encuentra una interesante simbiosis con el metal más atmosférico y bonito. Ecos a Deftones, pero también un interesante colmillo y progresiones de vértigo. Y buenos golpes repartidos a lo largo de un disco notable.
16. The Body - I've Seen All I Need to See
Venían avisando y lo han logrado. I've Seen All I Need To See es otro inmenso trabajo por parte de los ruidosos The Body, que juegan a desarrollarse por dos frentes y salen bien parados en la apuesta. Por un lado, retoman su parte más de inmensidad y abrasión drone más presente en Christs, Redeemers y, de otra forma, en I Shall Die Here, así que es una alegría para los que no comulgaban con su deriva hacia sonidos pop distorsionados con mucha ironía.
Por otro, el grupo sigue manteniendo la tendencia de romper consigo mismos sin perder su esencia, encontrando nuevos sonidos que explorar de corrientes como el power electrónics, y ver hasta donde pueden extender la distorsión. Sí, esos primeros minutos mindfuck donde no sabes por qué está fallado tu altavoz o tus auriculares no tiene precio. Todo desde una artesanía básica y minimalista que, sin embargo, alcanza cotas de estruendo a la altura de muy pocos. Y las cosas como son, hacen una ruidera tremenda, de la que te saca volando de la silla del golpe, con una visceralidad animal irresistible.
'Tied Up and Locked In' para jitazo metal del 2021.
15. Spectral Lore - Ετερόφωτος
En una fabulosa alineación de los astros, hemos tenido este año a dos de los autores de uno de los mejores discos de 2020 (no de metal, en general), Spectral Lore y Mare Cognitum, sacando disco propio. Y ambos son tremendos (más sobre el de Mare Cognitum más adelante). Es difícil llegar a las dimensiones siderales de aquel trabajo, pero lo nuevo de Spectral Lore se acerca bastante en un ejercicio desbordante de black metal cósmico, abrasivo y apocalíptico.
14. Fyrnask - VII - Kenoma
En una perfecta comunión del black metal de sonido más maligno y dramático con los sonidos ambientales, los alemanes Fyrnask alcanzan una dimensión superior en un disco mayor. Esa unión de extremos acerca la experiencia de VII - Kenoma hacia lo ritual, lo extracorporeo, mientras sigue ofreciendo elementos tradicionales de los que te dejan temblando en la silla. Un tremendo golpetazo.
13. Ethereal Shroud - Trisagion
Con nombre y portada de Tolkien, Trisagion se ha convertido en una de las sensaciones inesperadas en el black metal de 2021. Los elementos parecen familiares, partiendo del estilo atmosférico al que se le suman toques (muy) ligeros de sinfónico y dejándose caer a veces por la densidad y magnitud del doom, pero Ethereal Shroud hacen bastante más con ellos de lo que puedes esperar. En tres composiciones titánicas -sólo una baja de los 20 minutos de duración- van tocando con fiereza y contundencia, sin perder ritmo en ni un sólo punto -muy meritorio- y dejando unos matices introspectivos y hasta melancólicos que lo vuelve realmente extraordinario. Son una de las revelaciones de la temporada, y con justo merecimiento.
12. Alkerdeel - Slonk
En un panorama donde mucho del metal extremo busca evolucionar tirando de elementos ajenos al género o buscan limar sus aristas más afiladas, da gusto toparse con grupos como Alkerdeel que encuentran la manera de progresar desde la línea más dura y que más suena a tumba. Y, aun así, producido de la leche. Su nuevo disco los lleva un poco más lejos con un black metal absolutamente crudo y sin miramientos, donde cada tema (casi todos alrededor de los 10 minutos) ataca con una voracidad impactante y produce una de las atmósferas más extremas y únicas en el panorama. Ten cuidado, se te puede quedar el pelo blanco tras escucharlo un minuto.
11. Jack Harlon & The Dead Crows - The Magnetic Ridge
Sólo por los nombres de grupo y de sus miembros (Jack Harlon 3, Lightning Bolts Richardson, The Ghost of Ed Parsons, One Giant Pig; todos sic) ya te dan ganas de entrar en él. Es más, cada cosa que vas leyendo o sabiendo de Jack Harlon y los cuervos muertos es más apasionante. Por ejemplo, su autodefinición: “este es un proyecto de Psych Doom centrado en las hazañas de un forajido drogadicto en el oeste”.
Pero todo quedaría en nada si no hubiese mandanga adecuada. Y el argumento para quedarse en el disco es su asombroso despliegue de psicodelia pesada y stoner doom tan cargado de carisma como de groove hipnotizante. Este grupo australiano recoge muy bien en su segundo disco el testigo de los All Them Witches y más grupos de psicodelia molona, haciendo un disco que te absorbe en su rollo por completo y te arrolla cuando te tiene a su merced. Es la leche.
10. The Silver - Ward of Roses
Otro metal progresivo es posible. Los americanos The Silver, debutantes con este Ward of Roses, parten de una sofisticación de varios elementos que entrecruzan de manera que parece fácil, pero no lo es. En su sonido encontramos trazas de metal gótico y de black metal melódico, una combinación no demasiado alejada de la que hicieron popular los suecos Tribulation, y el progresivo va colándose en las grietas para recomponer y fortalecer el esqueleto, dando un resultado muy singular que está tremendamente bien resuelto.
El disco, no obstante, no resulta fascinante sólo por su atrevida y fresca propuesta, que hace que no se sienta derivado en ningún momento, sino que se sostiene por un fabuloso trabajo en la composición y ejecución de las canciones. The Silver se toman su tiempo para macerar las piezas, para que las melodías fluyan y vayan construyendo a los momentos de mayor intensidad, y también ponen esfuerzos en que cada canción adquiera entidad propia aunque funcione dentro de un conjunto. Un debut enorme.
9. Worm - Foreverglade
Las apariencias las carga el diablo, no os fieis demasiado de ellas para juzgar. Igual os echa muy para atrás todo lo que os presenta de primeras (o estéticamente) este grupo llamado Worm con Foreverglade, empezando por un logo tan parecido a los ininteligibles de los que hacía mofa Twitter hace una semana y pasando por una portada extravagante que grita "metal" con cada detalle. Y no os culparía si lo dejáis correr porque parece café para muy cafeteros (y algo que se denomina "funeral doom metal" lo tiene que ser a la fuerza).
Pero pocas veces os vais a encontrar un disco de funeral doom que suene tan exquisito. La grotesca y surrealista portada anticipa un trabajo de death metal bruto y sin concesiones, pero esta banda de Florida ofrece un trabajo elegante, atmosférico, nocturno y solemne. En temas como 'Subaqueous Funeral' muestra cómo escapan de las cuatro esquinas del género con un ejercicio de guitarras primoroso con una producción sublime que deja crecer todas las melodías y permite al grupo explorar matices más allá de una densidad aplastante. Es una sorpresa enorme que no podéis dejar pasar.
8. Five the Hierophant - Through Aureate Void
Lo de los ingleses Five the Hierophant es de esas cosas tan indefinibles que nos tuvimos que inventar el cajón desastre del metal avant-garde para meterlos en algún lado. Y en cierto modo esa etiqueta puede hacer pensar que sus juegos con el jazz en sus estructuras doom, que su densidad drone o que el fuerte aroma psicodélico que desprende sea algo ya familiar, que encaja con una banda de este estilo. Pero no, hay muchos recovecos en este disco, muchas ideas muy bien llevadas a cabo y una buena sensación de enormidad, de disco grande porque no se ve techo a sí mismo. Una barbaridad.
7. Suffering Hour - The Cyclic Reckoning
Sobre el papel, hablar de invadir Ucrania no es precisamente algo muy correcto que decir. No obstante, que un disco sea capaz de encenderte y motivarte hasta el punto que te apetezca invadir Ucrania es algo que debería hablar bien de ese disco en concreto. Con su segundo álbum, Suffering Hour han hecho la clase de álbum que es capaz de llenarte de esa euforia épica, con un black metal atmosférico lleno de vigor y texturas clásicas que luego son enriquecidas por influencias externas.
Hay trazas muy ligeras de sonidos góticos y de post-punk en el ADN de su sonido, integradas con una fabulosa finura que no se corresponde con el músculo con el que ejecutan finalmente las piezas. Un disco para conquistar más allá del nicho del metal extremo, y quién sabe si también el mundo.
6. Mare Cognitum - Solar Paroxysm
Tras el exitoso disco colaborativo junto a Spectral Lore que fue, con todo derecho, considerado uno de los mejores discos del pasado año, Jacob Buczarski retoma sus exploraciones sobre el black metal y el cosmos bajo su alias de Mare Cognitum. Y en efecto, black metal cósmico se aplica bastante bien a Solar Paroxysm, porque el disco parece de otra galaxia, con un arrollador empuje en su forma de tocar, sus trabajadísimas construcciones sonoras y esa sensación de disco gigante que te va a ir ofreciendo cosas diferentes en cada escucha. Entre melodías agresivas en modo turbina y composiciones mastodónticas, crea uno de los discos más estelares de este último año.
5. Panopticon - ...and again into the light
And Again Into The Light maneja el rango dinámico con mano maestra y hace honor a su título: cada camino por lo más oscuro nos vuelve a llevar de vuelta a la luz. Los 8 minutos de ‘Rope Burn Exit’ son incendiarios y, sin embargo, nunca ocultan la delicadeza con la que se han construido. La electricidad no es manto de rocas que todo lo ha tapado, que no deja ver nada de lo que hay debajo. Da igual si se propulsa a velocidades tan distintas a las del inicio del disco como ocurre en la fenomenal ‘A Snowless Winter’: aquí no va a necesitar dividir su disco en dos, como hizo en The Scars of Man on the Once Nameless Wilderness (2018), para que queden claros todos los matices.
Hay también cierto aire evocativo, casi onírico o propio de la dimensión del sueño, que hace más hechizante el trabajo de Austin Lunn. En varias canciones de alrededor de once o doce minutos, vemos un enorme trabajo de construcción y desarrollo instrumental, de cuidada atmósfera, de emoción a flor de piel tanto en los tramos más melódicos como en los más encendidos. Coged ‘The Embers at Dawn‘, uno de los temas metal del año y uno de los más esenciales en la carrera de Lunn.
Si los discos de Panopticon siempre han tenido algo de vendaval azotándote, And Again Into The Light es la ventolera fini-primaveral que se recibe con más ganas que las que vendrán luego. Porque, después de tantos meses, no hay nada como sentir en la piel una de las primeras tormentas de verano desde que empiezas a olerla hasta que te acaba empapando.
4. King Woman - Celestial Blues
¿Un proyecto de doom/sludge metal con vocalista femenina y varíos toques etéreos? No os culparía si os ha venido el nombre de Chelsea Wolfe a la mente con esa línea, a mí también me ha pasado. Y parte de ello es por falta de exposición de más talentos femeninos de este calibre en géneros como éste, además de prejuicios personales equivocados. Pero enmarcar lo que hace King Woman en la escuela de Wolfe no sólo sería injusto, probablemente sea equivocado.
El proyecto liderado por Kristina Esfandiari demuestra un rango de acción interesante para géneros tan establecidos e inmovilistas como los mencionados, y también un enfoque muy personal, marcado por un despliegue muy poderoso y hasta carismático. Su impactante portada ya muestra la energía que su música quiere transmitir: enigmática pero formidable. Desgarradora a la par que vulnerable. Matices que elevan unas composiciones de por sí feroces y demoledoras, así que estamos ante un trabajo que debemos tener en alta consideración.
3. The Ruins of Beverast - The Thule Grimoires
Quizás malacostumbrados por el asombroso resultado de Exuvia, su anterior referencia, este giro de The Ruins of Beverast que les distancia de aquel excelente metal extremo cruzado con música tribal sepa menos de lo esperado. Aun así, resulta impresionante que haya decidido, cuatro años después de aquel disco, abrazar los pilares del metal gótico y del death doom, al que le sacan un interesante provecho y que bordan con estupendas melodías y riffs estruendosos. Un disco majestuoso a la par que chungo, y atronador a la par que epatante.
2. Converge & Chelsea Wolfe - Bloodmoon I
Una especie de Vengadores del metal underground ha llegado, y muestra el mejor resultado posible de una unión de fuerzas. Reyes del metal/hardcore/matraca variada como Converge, además de Stephen Brodsky (experto en la materia con Cave In o Mutoid Man), se juntan con la reina de la atmósfera darks y el folk doom, Chelsea Wolfe. Juntos experimentan en búsqueda de lo mejor de ambos mundos y el resultado es este Bloodmoon: I.
Si te gusta cualquiera de los mencionados anteriormente, vas a encontrar muchos momentos que van a ser de tu agrado. Si te gustan todos, te va a venir un buen viaje. Bloodmoon: I juega con las diferentes sensibilidades de cada uno de los involucrados, y a ratos resaltan para mostrar que están ahí, pero mayormente busca maneras de desafiar sus propias zonas de confort. El resultado es un disco que no encuentra acomodo fácil en ninguna etiqueta concreta, sea el metalcore de los primeros, el punto más doom de esta última o el post-metal por el que a veces se deja caer.
No se siente como un trabajo especialmente transgresor o experimental, pero ahí está parte de su triunfo. Encuentra la manera de hacer accesible y contundente un sonido en constante metamorfosis, que es bien apuntalado por canciones de desgarradora fuerza y demoledora atmósfera. Este trabajo conjunto entra perfectamente entre lo mejor que han hecho cada uno de los involucrados -y no es poca cosa lo que han hecho hasta ahora-, por cómo sacar a relucir las virtudes de sus respectivos talentos y encuentra siempre maneras de sonar inesperado, sugerente y convincente.
1. Ad Nauseam - Imperative Imperceptible Impulse
Aunque hayan llegado lejos en los charts de RYM y también a rincones alternativos y turistas ocasionales del género como Pitchfork y Anthony Fantano, no os llevéis a equívoco, los italianos Ad Nauseam no encajan en vuestra idea de metal extremo hipster friendly. Su nuevo disco refuerza su ambición de hacer la pelotera de ruido más disonante y poco amigable que la mente más retorcida se pueda imaginar. Es un disco que no necesitas más de dos segundos para salir huyendo espantado.
Y aun así, su desasogante, abrasivo e inextricable sonido invita más a a explorarlo de lo que pueda parecer. No ha resolverlo, porque está ofreciéndote sorpresas todo el rato, con estructuras polimórficas y absolutamente poco tradicionales. Tampoco existe un referente inmediato a su forma de entender el metal extremo técnico, quizá Ulcerate o Deathspell Omega puedan venir a la mente por ser los más prominentes o incluso una extensión de los momentos más corrosivos de Kayo Dot, pero se aleja continuamente de la comparación.
Y eso lo hace fascinante, pero su forma de seguir haciendo titánicas composiciones de metal brutal y poco compasivo es lo que eleva este disco a esencial. O más allá. Este paraíso de lo abstracto puede ser la mayor cota de expresión que ha alcanzando el género este año. Que más ha expandido sus límites y más demoledoras han sonado sus canciones. Por tanto, no hay disco que merezca más este primer puesto.
Ya se que no entra en lo que vendría siendo 'la línea editorial' de la casa, pero muchos estamos de acuerdo en que el mejor disco del año se lo han sacado Cradle of Filth, que llevan una década intratables.
Si, ya sé, ya sé. Los Cradle, pluf. Pero su último disco es una currada al que muy pocos este año han hecho sombra.