Adoro a mis hijas. Entiendo que no es una frase que vaya a sorprender, porque en general uno le tiene cierto aprecio a su descendencia, pero quiero constatar que las quiero mucho. Y, con todo, uno de mis momentos favoritos del día es cuando se quedan dormidas y uno puede ver la bandera blanca al fondo. Entiendo que pueda parecer incongruente y, sin emba…
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