Mearse en Roger Waters, cinéfilos en prisión, el impacto de los discos evangélicos...
...y otras noticias con las que ponerse al día
¡Valladolid, buenos días!
Ayer se acabaron las tiers del año. A partir de aquí, en unos días, todo esto serán listas y resúmenes. No dejéis de echar un ojo a la última ronda, donde, en el fondo, ya hay algo de reflexión sobre cómo ha ido este 2025.
Esto opino yo de The Wall
Ni los muertos hacen que Roger Waters se calle la boca. Es posible que se muera él y siga rajando. Probablemente ni se molestó en comprobar fechas para ver si podía meterse con Ozzy Osbourne semanas después de morirse, todo para compararlo con las Kardashian y decir que Black Sabbath le parecían purría.
Igual no estaba del todo errado en algunas cosas, pero los Osbourne se lo tomaron regular como es lógico. Así que meses después han decidido sacar una edición limitada de una camiseta de Ozzy meando, en lugar de en El Álamo, en el The Wall de Pink Floyd. El rencor también se monetiza.
Accidentes que salen caros
No viene recordar un poco cómo está la cosa detrás de los focos cegadores y los premios luminosos. Jafar Panahi se está dando un baño de aclamación por todo el mundo con Un simple accidente, que tras ganar la Palma de Oro en Cannes ahora está recibiendo menciones en premios americanos como los Gotham. También, le toca moverse porque probablemente ya no pueda hacerlo el próximo año.
El director ya se enfrentó a la prisión en Irán por sus opiniones y films políticos, que le llevaron a una prohibición a rodar que se saltó de manera reiterada. Sólo salió gracias a realizar una huelga de hambre. Ahora le tocará regresar a prisión si vuelve a pisar su país, ya que ha sido sentenciado in absentia a un año de cárcel y dos de prohibición a viajar al extranjero.
Algo que Panahi está dispuesto a asumir, con el riesgo que puede conllevar más allá de la privación de la libertad. El director confirmó que cumplirá su condena para poder volver a su hogar y a su familia una vez termine el circuito de premios. Vaya entereza.
No se hizo la LUX
Alrededor del disco de la R-Palabra empezó a surgir muchas inquietudes por el resurgir del SENTIR religioso, la devoción por el catolicismo que estaría ligado al ascenso de las ideologías de extrema derecha en los jóvenes españoles. Es, claro, otro efecto de la economía de la atención que provocan estos discos y los discursos alrededor, los datos muestran que el impacto REAL es superfluo.
En datos recientes publicados del Barómetro sobre religión y creencias en España, a nivel estatal hay cada vez menos personas que se identifican con la religión católica y más de ateos o agnósticos, con un 46% frente a un 42%. Centrándonos en los jóvenes, entre los 18 y los 24 años, un 61% no se identifica con ninguna religión, mientras que el 31% que sí lo hace va repartiendo entre el catolicismo y espiritualidades alternativas (astrología, meditación, cosas de la pachamama).
Un ejemplo de cómo el Discurso de lo Cool que suele cautivar la conversación en medios y redes no se corresponde con lo que verdaderamente interesa a los jóvenes. Porque su verdadero ídolo ya sabemos que es Aitana, y R-Word lo que escuchamos los VIEHOS creyendo que es para jóvenes.
No nos hemos movido un milímetro
Unos pocos años después de dar comienzo a la democracia en España, Cecilia Bartolomé y su hermano José Juan decidieron recoger el sentir popular ante una nueva etapa tras la dictadura. El resultado son las dos partes de Después de…, subtituladas de manera apropiada “No se os puede dejar solos” y “Atado y bien atado”, equipados con cámara en mano y un mi…
Pausa de minutos musicales
Adiós, José Luis
Por sorpresa nos enfrentábamos ayer con la muerte de José Luis Cienfuegos, quien fuera director de los festivales de cine de Gijón, Sevilla y ahora Valladolid. La suya es una trayectoria de alguien que no se conformaba con replicar el modelo de festival “de siempre”, sino que trataba de encontrar nuevos huecos artísticos y formas de celebración para hacer más especial cada cita.
Lo contaba bien Ricardo Aldarondo ayer:
Bajo su tutela, primero Gijón y luego los demás encontraron un espacio único donde sucedían muchísimas cosas en torno al cine, y no sólo proyecciones. Ya hablamos en el repaso de la discografía de Manta Ray de la relevancia de Score, el concierto que dieron en el Teatro Jovellanos con el cine como hilo conductor. Pero también hay que recordar ese ‘Canciones del Cine Español (1896-1996)’ que lanzó Astro junto a ese mismo festival de Gijón y que contiene no sólo buenísimas versiones (‘El crack’ de los propios Manta Ray y Corcobado, la ‘Evelyn’ de Penelope Trip y Le Mans), sino un profundo ejercicio de amor por el cine.
Que al final era lo que siempre pareció guiar la carrera de Cienfuegos: la sensación de que el cine nunca se queda sólo en una proyección, de que puede y debe inundar cada espacio del resto de la vida y de que tiene que conversar con su alrededor, como los propios festivales deben hacerlo, en vez de vivir en una burbuja. Vaya pérdida inmensa.
El sube-baja hipersónico
👍 Por lo visto, Björk.
👎 Netflix, siempre jodiendo.
👍 El nazismo en los electrodomésticos.
👎 HBO por no revisar.
👎 Maruja, imposible verles en directo.
(“Valladolid, buenos días“ es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)





