Rimas a paladas #9: no te voy a hacer una lista de lo mejor del hip-hop de 2023
Una selección de los mejores discos de hip-hop recientes
Hi, personicas:
Esta sección de hip-hop es incapaz de mantener su cadencia mensual por la incompetencia del arriba firmante, así que, claro, se nos van acumulando los discos. A cambio, lo que pasa ya a estas alturas de diciembr es que casi podemos empezar a hacer listas. Pero, como ya ocurriera el año pasado, no me apetece hacer listas con el género.
Así que tomad asiento porque todo lo que hay aquí son mis favoritos internacionales del año. Los nacionales, unos días más tarde.
En busca del falso trono
Para empezar, cómo hacer una lista dudando de a quién eliges de número uno. Aunque a mi compañero
no le hizo excesivo tilín (un OK), a mí me tiene fascinado el hip-hop descompuesto, alejado de todo lo tangible, de We Buy Diabetic Strips. Reincide en lo que sabíamos de billy woods, que no hay nadie que aterrice la abstracción como él, y esta vez, al contrario de lo que pasó en discos anteriores, sí se lleva por ese camino experimental sin retorno posible a ELUCID. Me gusta más que el Maps de Segal y woods, fijaos lo que os digo, y eso que éste es otro disco flipante que deja altísima la relevancia de woods en la escena.Además, miras su retahíla de colaboraciones y productores y… ¿no es éste el disco que mejor define lo que es el hip-hop en 2023, un género harto de que lo masivo, y la pasta que todo lo pudre, esté acabando con su parte más creativa?
Es un poco la misma actitud que la que JPEGMafia y Danny Brown manejan todo el rato. Y, por eso mismo, lo más apasionante del género está en perfiles así, y no en los que buscan el banger por el banger. Porque sólo con esa idea de fondo te puede salir algo como Scaring The Hoes (y su DLC) e inmediatamente después otro album tan diferente, y tan maduro, como Quaranta. Para los que no soportaban a Brown, y le veían como el payasete histrión de la generación abstract, es una zasca gigantesco. Y un disco facilísimo de escuchar.
¿Vamos a cosas fáciles de escuchar sin que estén en el hit por el hit y en el bling bling de la caja registradora? Tengo varias propuestas: el Sardines de Apollo Brown & Planet Asia se mueve con delicadeza en el hip-hop minimalista pero nada aburrido, un punto soul por aquí y un punto noir por allá. ‘Get The Dough Off’ no debería tardar en convencerte. Y que estos tíos tuvieran un primer discazo llamado anchoas en 2017 y ahora vuelvan con sardinas es la clase de gesto que a un hipersónico le hará gritar “EXCEL PREVENTIVO”. Una vez escuchado, lo es.
Fácil, y clásico, el Die Wurzel de Neak, del que os hablé en otro de los pocos Rimas a paladas de este año: un repaso a la historia negra usando el hip-hop como palanca de liberación. Pero también el To What End de Oddisee, joyita de ganchos melódicos. Y, claro, lo que han grabado juntos Jemini y Danger Mouse en Born Again, a pesar de que con Danger Mouse siempre hay algo que me acaba dejando a medias.
Eso no me pasa al siguiente disco, que se merece una mención especial en esta zona. Vivo enganchado al Ritual de Stik Figa & The Expert, cargadísimo de sonidos de los 60s como Expert ya hiciese el año pasado en The Overview Effect (sí, el disco que más me gustó de 2022 en el género). Es bastante alucinante lo que Stik Figa hace con ese material de oro en sus manos y más alucinante es que sea tan adictivo y sencillo de escuchar. ¿El mejor disco de 2023? Npi, pero desde luego lo estoy quemando.
Hay futuro en la ciencia ficción
Sigamos, que queda un copón aún. Hablemos de los incontinentes sumos: AJ Suede deja un año imperial, aunque cada vez exija más esfuerzo para seguir sus pasos. Partian Shots quizás sea el mejor de los que ha dado este año, con un Televangel con el que en 2022 también consiguió otro disco supremo y con el que aquí firman canciones tan adictivas como ‘Rosicrucian Rolls Royce’. Pero echa un poco el freno, AJ.