Es como si consiguieses atrapar un murciélago, y meterlo en una jaula. Ni siquiera el águila que aparece en la portada. No, un murciélago, con sus serias dificultades para diferenciar el entorno en un ambiente diurno. Un murciélago que, ignorando lo que pasa, se agita ansioso de un lado para otro en el interior de la jaula, chocando insistente y repetid…
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