Género: disonancias del averno y otros agradables presentes
De entre todos los caminos explorados por el Black Metal en la última década, ninguno resulta tan inaccesible y oscuro como el de Deathspell Omega. No tanto por el repertorio temático (satanismo metafísico, Bataille, Hegel, titularon buena parte de su discografía en latín), que también, como por el sonido: intrincado, hipertécnico, rayano en la obsesión por la disonancia. Nada fácilmente replicable, pero sí muy inspirador. En su segundo disco (tras un parón de trece años), ese parece ser el mottode Odz Maonouk.