PJ Harvey en una serie de canciones irresistibles
La tierra gloriosa de los mil sentimientos
Reconozco que mi historia con PJ Harvey ha sido muy particular, y diferente a la de otros hipersónicos como Chou, fan irredentos. Aún recuerdo 2011, cuando Let England Shake estaba en todo su apogeo y muchos veían incuestionable no ya que era uno de los discos del año, sino El Disco (a todo esto, ¿en cuantas listas de lo mejor de la década lo habéis visto?). Yo me sentía que había escuchado otro álbum diferente, que no estaba ahí el motivo para tanto alboroto ni las canciones suficientes para justificar tantas loas.
Desde entonces me he reconciliado un poco con aquel disco y con la misma PJ Harvey, a la que me costó un poco entrar quizá por cabezonería injustificada. Al final, terminé rendido ante algunos obras, pero sobre todo ante unas cuantas canciones que recupero de vez en cuando y, al menos, resumen lo que me parece atractivo de ella como artista. Son éstas (y ésta su playlist en Spotify y en Apple Music).
Dress (1992)
I'm falling flat and my arms are empty / Clear the way better get it out of this room
Quizá lo más admirable de Polly Jean en su primer disco es cómo parecía ya tener las ideas claras sobre qué espacio quería ocupar y qué quería contar. 'Dress' es una de sus piezas más redondas, con un fiero sonido rockero donde Harvey juega con el deseo de sentirse sexy y deseable como mujer mientras lidia con el contradictorio sentimiento de incomodidad que acompaña.
Rid of Me (1993)
Puede decir Elvis Costello lo que quiera de la producción, pero que Harvey y Albini sabían lo que buscaban para el sonido de Rid of Me no había duda. Y se nota en 'Rid of Me', la canción, que saca todo el carácter, toda la crudeza del tema con ese sonido áspero y afilado. Es un latigazo de actitud que ya te pone a su merced nada más empezar el disco. Normal que Kurt Cobain quisiese ese sonido.
Aunque siendo completamente justos, se me hace absolutamente irresistible en esta versión en vivo con ella sola con la guitarra, y por eso destaco esa.
Long Snake Moan (1994)
Creo que mis barreras se derribaron de forma definitiva con To Bring You My Love, aunque tampoco tiene demasiado mérito, es su disco mejor considerado y casi su obra maestra. Quizá me empecé a dar cuenta con 'Long Snake Moan', donde parece arramblar con todo lo que tiene por delante sin aparentemente despeinarse. Que el estruendo que despliega está todo bajo su absoluto control y lo deforma para dar una sensación hipnotizante y magnética.
Angelene (1997)
En realidad este es un caramelo engañoso, una perlita dulce en la punta de un todo más oscuro y con más ganas de romper con todo. Pero también escuchamos una de las canciones más encendidas de Harvey, donde alcanza otro punto como narradora de historias en una melodía que te mece pero también te está arañando un poco.
Big Exit (2000)
Si hay disco que pueda disputar lo que he dicho antes de disco mejor considerado y obra maestra es, sin duda, Stories from the City, Stories from the Sea. Y jugando a otra cosa diferente. Harvey reconoció que este para ella era "un disco alegre" y ese tono animado y optimista se contagia desde el momento en que empiezan a sonar las guitarras de 'Big Exit', incluso aunque también esconda cierta sensación de violencia y dominación. Ese fabuloso conflicto que, bien hecho, da imprescindibles joyas pop como esta.
Shame (2004)
Tras el gran éxito, el momento donde todo el mundo estaba a sus pies, llegó el temido momento menor. Uh Huh Her ya no rindió como se esperaba, con la sensación de que Harvey estaba haciendo lo mismo pero algo peor. En realidad, responde justo como cabría esperar de un disco menor: no siendo brillante, pero sí dejando destellos. 'Shame' me parece uno de los más claros, con su rollo tan íntimo como afilado.
White Chalk (2007)
El famoso disco de la arpita. Lo reconozco, ante White Chalk tengo menos armas con las que afrontarlo, sencillamente no entro del todo en la propuesta, a pesar del encomiable esfuerzo de Polly Jean por demostrar que tenía más en su interior que un icono de rock femenino. Tampoco está todo perdido, ahí está 'White Chalk', la canción, en donde por momento veo todas esas artistas de folk etéreo que tanto me han gustado de la pasada década, quizá espoleadas por Harvey.
The Glorious Land (2012)
Admito de nuevo que mi mayor punto de contención a la hora de hablar de PJ Harvey ha sido con este disco. Hubo tal ola universal de aclamación que yo no terminé de comprar, no sentía que había escuchado el mismo disco que el resto de la gente. Quizá a ellos les llegó en el momento justo, con un disco maduro y atrevido en sonido además de mordaz y abiertamente político. A mí me hubiera gustado que el conjunto hubiera estado más cerca de sus momentos más fulgurantes, que los hay. 'The Glorious Land' es justo el tipo de cosas que me siguen gustando de un disco que creo que sigue siendo notable. Pero nunca me entusiasmó tanto.
The Wheel (2016)
Es posible que lo que me terminó de reconciliar con Let England Shake fue su disco posterior, ese The Hope Six Demolition Project que intentaba algo muy parecido pero, a mi forma de ver, mejor y acompañado de mejores canciones. Recuerdo cuando salió 'The Wheel' como single y pensé "Dios, ahora sí me va a ganar". Y lo hizo, porque no sólo tiene un perfecto uso de todos esos sonidos, esas herencias folklóricas que quería hacer parte de su sonido, ese dardo político que quiere lanzar está perfectamente tirado y todo está en su perfecto lugar. Inapelable. Entonces y ahora.
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