Ya no cuentan con la relevancia de la que un día gozaron, pero Red Hot Chili Peppers siguen siendo una de las bandas de rock con base de fans más amplia en el mundo. Han conseguido ser bastante transversales, y ser queridos por gente que no tiene demasiado interés en el género o incluso de seguir música más allá de ciertos artistas. Y da igual que hayan perdido esa fuerza de antaño, que lo seguirán defendiendo a muerte. ¿Los Johnny Depp del rock? Veamos los historiales de altercados domésticos.
Pero han vuelto con Unlimited Love, y John Frusciante está con ellos, y es a lo que muchos se van a agarrar para arrastrar la conversación hacia su terreno. Buena oportunidad para repasar su carrera a modo global y analizar si, en realidad, su grueso discográfico da para el nivel estratosférico que han alcanzado.
NO
Stadium Arcadium (2006)
I'm With You (2011)
The Getaway (2016)
Unlimited Love (2022)
Durísimos de escuchar estos discos. Establecidos completamente, el grupo se ha asentado en una zona de absoluta falta de riesgo y de confundir madurez con melodías faltas de energía. No perduran muchas canciones de este periodo, y la escucha de los trabajos completos se hace muy cuesta arriba. Podríamos dar cierta cancha a Stadium Arcadium, con todavía un Frusciante que daba cierto poso al conjunto, pero si ya suelen flaquear sus discos por acumulación de canciones, imaginad lo que se atraganta un disco doble bastante monótono.
Malas noticias para los que esperaban que en Unlimited Love volviera la chispa perdida sólo por el regreso de Frusciante. Un disco que parece la excusa para reconectar, sintonizarse de nuevo y preparar la próxima gira mundial (cuando se pueda celebrar algo así). No hay muchas más vueltas que darle a un trabajo rutinario y carente de ideas, que va pasando por sus canciones con el piloto automático puesto, y lo hace a lo largo de hora y 13 minutos -de verdad, el relleno que meten en todos sus discos es para matarlos-. Podemos darle cierto pase al combo de 'These Are the Ways' y 'Watchu Thinkin'', donde parecen quitarse la pereza del cuerpo y hace algo con un poco más de vidilla, pero es un momento fugaz. Ni madurez ni leches, sopor.
MEH
The Red Hot Chili Peppers (1984)
By the Way (2002)
Los inicios de la banda californiana fueron duros, y durante un tiempo les costó estar altura de cierta reputación local que estaban consiguiendo. Desde luego su debut (¿casi?) homónimo no se ajusta al trabajo de la gran apuesta de EMI, al encontrar una banda enmarcada en el fuck rock con inquietudes de sonido ochentero (¿post-punk?) y rock pesado de actitud inquieta pero muy difusa. Ningún momento queda realmente en el recuerdo, ni una True Men Don't Kill Coyotes que a ratos parece la torsión americana de unos The Birthday Party.