Robe ganando a Live Nation, los 55 millones robados a Netflix, un Napoleón que llena la pantalla...
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¡Valladolid, buenos días!
No os perdáis el último volquete del metal del año antes de la llegada de las listas de lo mejor de 2023.
Los jitazos de la semana
Para empezar el lunes, la ración de las canciones y jitazos de la semana ya está actualizada en la plataforma que uses.
A través de este link podrás acceder a la lista tanto en Spotify como Tidal y Apple Music.
Nada que perder
Robe vuelve a mostrar que la industria le importa tres pepinos, y que puede ganarle cuando quiera. Iniesta le lanzó un buen pulso a Live Nation a raíz de la cancelación unilateral de la gira de despedida de Extremoduro, por la que la organizadora le reclamaba unos 4,3 millones de euros.
La jueza que ha instruido el caso no ha encontrado culpabilidad en ninguna de las pruebas presentadas, absolviendo a Iniesta y dejando a Live Nation comiéndose los mocos. Tampoco se encontró daños a la reputación en los comunicados del músico en la web de Extremoduro, donde les llamaba zoquetes y les señalaba que no devolvieran el dinero de las entradas cuando el aplazamiento de la gira se realizó de manera indefinida por la emergencia sanitaria de la pandemia.
Toda la responsabilidad de la extinción del contrato recae sobre Live Nation, al terminarlo vía burofax sin esperar a poner nuevas fechas. El proceso abrió más la brecha existente entre Uoho y Robe, las dos partes principales del grupo. Mientras el segundo oponía resistencia, Uoho aceptó voluntariamente lo solicitado por Live Nation, intentando apoyar en su momento para ir comunicando fechas en lugar de devolver las entradas. Su nuevo grupo firmó luego con Live Nation un acuerdo para su siguiente gira.
Netflix, Crypto, lo mismo es
Siempre respeto a los directores que quieran ejercer el noble arte del trile con Netflix. La plataforma de streaming acordó darle 61 millones de dólares a Carl Erik Rinsch, que por aquel entonces había dirigido el increíble fracaso comercial y crítico 47 Ronin, para producir una ambiciosa serie de ciencia ficción.
Como os podéis imaginar, la serie no llegó nunca. 55 millones fueron tirados a la basura, primero unos 44,3 millones para poder empezar la producción. Luego Rinsch reclamó 11 millones adicionales para poder seguir adelante, y fueron concedidos. Pero realmente no todo fue invertido en realizar las tareas de producción.
En su lugar, Rinsch utilizó 10,5 millones para invertir en bolsa, perdiendo en el proceso 5,9 millones de dólares en operaciones. Su jugada para recuperarse fue invertir en criptomonedas, esta vez con más éxito: La compra de Dogecoin convirtió la apuesta de 4 millones de dólares de Rinsch en casi 27 millones.
Rinsch gastó 8,7 millones de dólares en coches de lujo, incluyendo un Ferrari y cinco Rolls Royces, y artículos de diseño. Y si os parece poca maniobra de trile, ahora mismo director y compañía se encuentran en proceso de arbitraje, con el primero reclamando unos 14 millones que todavía le deben.
La producción (que al parecer la hubo) fue otro tinglado en sí mismo. Su comportamiento fue errático, al parecer por abusar de su medicación legal y de las anfetaminas, gritando continuamente al equipo. Acuso a su entonces mujer, con la que se estaba divorciando, de conspirar para asesinarle. En los papeles de divorcio figuran declaraciones como “los aviones son fuerzas orgánicas e inteligentes” y comentarios sobre tener poderes para predecir tormentas eléctricas y erupciones volcánicas. En 2023 lanzó una publicación en Instagram diciendo que no había perdido la cabeza, lo cuál siempre es verdad cuando alguien lo dice.
El ‘Napoleón’ más épico
Ahora que Ridley Scott finalmente ha estrenado su Napoleón, probablemente es buen momento para recordar una de las mejores obras fílmicas sobre el emperador francés, estrenada en 1927 en una versión de 9 horas que quedó perdida en el tiempo. Por suerte, alguien consiguió restaurar la versión de 5 horas que hoy sigue impresionando.
Kevin Brownlow era un estudiante fascinado con el cine francés, pero lo que encontraba en la biblioteca le sabía a poco. Allí, en 1953, encontró una copia de una película sobre Napoleón Bonaparte, que pensó que sería un film educativo cualquiera. Pero lo que encontró, en una versión algo precaria, era la épica película de Abel Gance que terminó impresionándolo, siendo algo que nunca había visto proyectado.
Brownlow escribió a Gance, por aquel entonces dirigente de la filmoteca francesa, y este quedó asombrado de que un estudiante de Inglaterra encontrase interesante su obra, así que fue a conocerlo. El encuentro le marcó tanto que Brownlow hizo su tarea personal restaurar la película en la mejor versión posible.
El restaurador recopiló copias de 35mm alrededor del mundo de gente que había hecho copias tras proyectar la película. La más importante la sacó del Odeon Leicester Square, en 1968, con el famoso final con los trípticos. Ante la ausencia de una secuencia de Waterloo, Gance ingenió una monumental secuencia que requería tres proyectores y una pantalla inmensa, con dos de las imágenes coloreadas para poder imitar una bandera francesa. Un formato que se llamó Polyvision. Básicamente inventó el IMAX mucho antes de que eso pudiera concebirse.
La secuencia era tan monumental que nadie echaba en falta un Waterloo. Era tan grande que asustó al responsable de conducir la nueva banda sonora para la película, viendo como la película de repente se hacía más grande y todos los instrumentos a su disposición parecían poca cosa. El shock fue tan grande que tuvo que buscar el órgano más grande posible para hacerle justicia.
El trabajo de Brownlow fue realmente apreciado, después de años siendo conocido como le voleur (el ladrón) en la filmoteca francesa por su recopilación de copias. La restauración fue tan cuidada que Gance al principio creyó que le estaban mostrando un documental en lugar de la restauración, y tras hacer el pase al público muchos le comentaron que fue “la mejore experiencia cinematográfica de mi vida”.
Pausa de minutos musicales
)El sube-baja hipersónico
👎 El industrial. Ha muerto Geordie Walker, de Killing Joke.
👍 El consentimiento en Taiwan.
👎 Diddy y el apelotonamiento de demandas por abuso sexual.
("Valladolid, buenos días" es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)