Los himnos de habitación tienen su particular encanto. Al contrario que en el estadio, los medios parecen limitados, las 20 personas que se dedican a tocar el triángulo no están sobre el escenario, en cambio la guitarra se suele encontrar sola frente a su querido vocalista, que la da tantos mimos a sabiendas del poco cariño que recibirá más allá de su p…
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