Spiritualized: la tier de Jason Pierce disco a disco

Los discos de Spiritualized, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar. Y explicados a fondo.

Desde antes de que Spacemen 3 rompieran, Jason Pierce ya estaba pensando en sus siguientes pasos. Por eso, seguramente, la cara que a él le corresponde de Recurring ya suena tan parecida a lo que en breve será Spiritualized, el grupo que en principio monta con Will Carruthers y John Mattock, la última sección rítmica de Spacemen, pero que desde entonces será única y exclusivamente su casa.

Desde aquel lejano 1989, han pasado ya nueve discos oficiales, varios directos, discos de remixes y recopilatorios de rarezas y caras B. A priori, lo habitual en cualquier carrera. Lo que también ha ocurrido son rupturas amorosas dentro de la banda, enfermedades que dejan al borde de la muerte en varias ocasiones al líder, y la sensación de mal fario constante. Y, también, una de las carreras más alucinantes del rock (space, psicodélico, lo que queráis) de los últimos 30 años.

Con su nuevo disco, Everything Was Beautiful, a punto de llegar (en realidad tenía que haber salido en febrero pero se movió a última hora a abril; un nuevo retraso, una nueva piedra en el camino), repasamos la carrera de Spiritualized disco a disco y te la ordenamos en tier para que no tengas que pensar… pero sí que escuchar o discutir :)

(¿No sabes qué significa cada tier? No te preocupes: te lo recordamos.)

---

Directo al excel

"Conservar en un lugar seco. Evitar la luz. Mantener fuera del alcance de los niños". Ladies & Gentlemen We Are Floating in Space (1997) es un hito ya desde su envoltura medicinal, su libreto de medicamento, su forma. Es importante recordar esto porque es algo que hemos perdido, y los discos eran y son mucho más que música, o que datos digitales que te llegan casi gratis.

En forma buenísimo, pero en fondo magistral. Ladies & Gentlemen We Are Floating in Space es un monumento sonoro en el que se mezclan la Velvet, el gospel, el freejazz, el prog-rock, la psicodelia según los yonquis indie-rock de los 80. Son 70 minutos que se viven como estar en la orilla mientras la marea sube y baja: la titular abre el disco dulcemente en un crescendo que no quiere ni necesita explosionar. 'Come Together' te arrastra con la furia de MC5 hacia una iglesia gospel (los coros, arreglados por "el reverendo Basil Hughes y el irreverente J. Spaceman", son alucinantes en todo el disco). 'I Think I'm Love', con su sardónica letra, es el sonido de ese momento en el que aún te está subiendo y todavía no te has descontrolado. Podría irse hasta el infinito y más allá, pero, de nuevo, Spiritualized la frenan antes de que se desboque (hay pocas cosas tan relevantes para el éxito creativo de este disco como el autocontrol).

En el lado doliente, 'All of My Thoughts' recupera lo que ya había probado en Pure Phase, mientras que 'Broken Heart' la amplifica desde lo clásico. 'Electricity' es la versión corta, al pie, de 'Medication'. 'Home of The Brave', 'The Individual' y 'No God Only Religion', exploraciones de las barreras de psicodelia jazz que un grupo de rock puede encontrarse (y cómo derribarlas). Y para la monumental 'Cop Shoot Cop' hay pocas palabras.

En realidad, hay poquísimas palabras para un disco que no ha dejado de sonar eterno, y fresco, desde el primer día. En el libreto dicen que este disco, esta medicina, está recomendada para tratar el corazón y el alma. Lo que no decían es que no había fecha de caducidad.

Fue su obra magna, y el mundo, al menos crítico, lo vio. Pero Ladies & Gentlemen We Are Floating in Space vendió poquísimo a pesar de ser uno de los discos del año en las listas de lo mejor de medio mundo. El grupo se quedó sin fondos en la gira y Pierce echó a los miembros de aquellos Spiritualized. Ni en el éxito ha tenido suerte (y, hostia, el cambio de la portada en la reedición ha de ser porque la industria se ha olvidado de FABRICAR discos).

En este tier excel coloco también a And Nothing Hurt (2018), que también nace de una mala racha. Casi cuando parece el final de su carrera, con una nueva visita a hospitales (esta vez para un tratamiento de quimioterapia experimental para uña hepatitis), Jason Pierce descubre que no tiene dinero suficiente para hacer todo lo que su cabeza quiere con esas canciones.