The Laundromat (Dinero Sucio), crítica: indignación de salón
Con el repaso reciente a Steven Soderbergh nos dimos cuenta de que se puede esperar cualquier cosa cuando se mete en un nuevo proyecto. Esa aura de imprescriptibilidad, tanto para bien como para mal, hace lo suficientemente atractivo el acercarse a ver qué se cuenta ahora. El resultado puede variar, pero no será porque el director no va a intentar cosas.
Keep reading with a 7-day free trial
Subscribe to Hipersónica to keep reading this post and get 7 days of free access to the full post archives.