Si eras de los que tenían esperanzas en un regreso tardío de The Raconteurs, enhorabuena. Por un lado, por tu optimismo irredento: once años de parón y aún así seguir esperando que salga bien (especialmente después de discos tan poco apetecibles como el último de Jack White) demuestran que tienes una fe inquebrantable en el ser humano como artista.
Por o…