Tier 29 de agosto: Muse, Ryan Adams, Tall Dwarfs, Spielbergs, Ezra Furman, Hot Chip, McEnroe, Kae Tempest, Meridian Bros y más
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier. Hoy con cargamento de sobra bajo el brazo, hasta 19 discos nuevos, salidos hace nada del horno, que aquí os ordenamos sin miedo. Que nadie diga que hemos vuelto sin ganas de currar.
Vamos con la tier:
Directo al Excel
Meridian Brothers - Meridian Brothers & El Grupo Renacimiento
Si la mitad de los que pregonan el gran valor de la música latina en el panorama moderno citasen el gran trabajo de Meridian Brothers, estos dejarían de ser una de las joyas ocultas de la música colombiana. Al menos daría para tenerlos más presentes y que no se escapen algunos de los lanzamientos que han ido sacando estos años. Su nuevo disco junto al ficticio El Grupo Renacimiento es ocasión perfecta para celebrar uno de los grupos clave de la música de baile y tradicional de la última década.
Aquí ya no optan por esa renovación electrónica y psicodélica de lo que se ha denominado cumbia digital, pero a cambio tenemos una fresca y original reinvención de los sonidos clásicos de los setenta. Salsa dura, porro, jazz de fusión caribeña, vallenato y cumbia mezcladas con mucha energía y diversión, dando ritmo a unas piezas que realmente parecen folk freak y psicotrópico, explorando tanto conceptos de ciencia ficción como de transhumanismo. Un disco cargado de sorpresas, de piezas deliciosas y alucinantes, que no vas a querer soltar una vez entres en él. (Black Gallego)
Tall Dwarfs – Unravelled: 1981-2002
Va siendo hora de que Tall Dwarfs dejen de ser el grupo de nicho y culto en el que siempre se han sentido cómodos y el mundo les descubra como una de las influencias fundamentales para todo un camino del indie-rock, el que recorría las carreteras más ajadas y las zonas más desvencijadas del territorio recogiendo cualquier idea que allí se encontraba para crear algo parecido a pop extrañísimo.
Su ascendencia es impresionante, especialmente para un dúo salido de Nueva Zelanda que simplemente le metía experimentación a los sonidos campanamuertistas del jangle. Sin Chris Knox y Alec Bathgate, las canciones de Pavement o de Neutral Milk Hotel habrían tenido infinitas menos ganas de JUGAR. Obviamente, esto es una interpretación, pero no es difícil imaginarse un mundo en el que nadie hubiese podido escuchar cada uno de los EPs que en los 80 sacaron Tall Dwarfs y la falta de guía moral y estética que eso supondría.
En lo moral, apostando abiertamente por el DIY, por vivir al margen de la industria, por cargarse las maneras y los tiempos recomendados para editar. También por ser capaces de sacar adelante una carrera viviendo a casi mil kilómetros el uno del otro. Recordemos: eran los 80 y los 90, allí no había atajos.
En lo estético, que se entremezcla con lo anterior, por sus canciones grabadas en casa, por su sonido de baja fidelidad, por su acercamiento primitivista al rock’n’roll. Si no había pasta para la batería, pues siempre tendríamos palmas y cualquier cacharro de cocina. 30 años de carrera dedicada a intentar que el pop fuese más y más avanzado desde sólo un cuatro pistas y cualquier instrumento, por pequeño o denostado que fuese. Cuando Knox sufrió un infarto en 2009, se acabó una de las carreras más prolíficas, brillantes y, en cierto modo, escondidas de todo el indie.