Tier 3 de diciembre: la última tier del año
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier; y ésta será la última de 2024. A partir del próximo lunes comienzan las listas hipersónicas, que ordenarán el año para ahondar en vuestra sordera, y también en la nuestra.
Las últimas tiers del año suelen ser el momento del coche escoba, gente de la redacción corriendo muchísimo para meter los últimos candidatos a entrar en el excel de las votaciones. Son el momento de “esto se me pasó”, “a esto por qué coño no le habéis prestado atención” o el ya tradicional “soy
y aquí traigo 300 discos de electrónica de los que hasta ahora nos había dicho nada pero que OJO”.En cualquier caso, hoy tenemos también una edición con algo especial, porque la salida de Que le den por culo a tus amigos, el homenaje a Los Punsetes, nos obliga a hacer una tier de cada canción que allí sale.
Si os parece empezamos por ahí, y luego volvemos a la tier, que quedará tal que así:
Hors categorie (no por bueno, a ver si os equivocáis)
Los Punsetes - Que le den por culo a tus amigos
DIRECTAS AL EXCEL
Un Excel para Los Punsetes, porque han invitado a la gente adecuada para que, si alguna vez dudasteis, os deis cuenta de lo especiales que son como grupo y lo putamierdas que podrían ser sus canciones si todo esto cayese en manos de otros.
Y otro excel para el Crepus, que lleva tantos años haciendo suya 'Maricas' en directo que cuando ha acabado entrando en un disco homenaje, casi nos podía hacer pensar que es completamente suya. A su vida y a sus directos llegó casi a la vez que él se lanzaba a la fiesta eterna, y ahí sigue, un poco fan fatal dinamaresca en sus formas, efectiva cien por cien, con su jús, sus jás, sus chakachá y sus brrrr.
Le queda excelísima 'Estrella Distante' a Fino Oyonarte, arrimando a Los Punsetes a algo en lo que no creíamos que íbamos a verles: Elliot Smith. Ay, joder, qué bueno fue el último de Fino, y qué bien encaja esto como su bonus track de cierre.
Canciones que SÍ
Guay Carolina Durante yéndose al planetismo originario, el de Super 8. Frente a lo que luego hablaremos de La Paloma, ellos contienen su pose hooligan para postrarse ante la mejor canción de amor-jodido del siglo XXI.
Aiko, el Grupo hacen la elección llamativa de un disco que tantas veces peca de conservador que parece la Agenda Vox 2030. 'Formol' era una de las canciones que habitaba en la maqueta rosa de Los Punsetes. Era buena, pero no era comparable a nada de la maqueta negra, la piedra sobre la que se edificó la Iglesia Punsetes. A Aiko les da igual y la llevan a su terreno, y ese terreno es TAN guay.
'Dinero 2' esquiva algo que Mujeres pisaron tanto en su último disco que nos daba miedo pensar que fuese real del todo: la pesca de arrastre. Partiéndola en dos, la “dinero” lenta y la “dinero” frenética, y afanándose en cada una de las partes, consiguen esquivar esa sensación de que ya sólo tenían una marcha posible.
Podría estar más arriba 'Arsenal de Excusas' de Soleá Morente, pero, en realidad, para cuando empieza ya casi ha acabado. Un minuto y 45 segundos que parece más salir del compromiso que de querer aterrizarla del todo. Lástima, porque le estaba quedando guay.
Canciones que OK
La Paloma están majos, aunque me pasa con ellos que siempre acaban tratando a sus canciones como si fueran hinchas del Frente Atlético cantándolas.
El ok es el lugar adecuado para Triángulo de Amor Bizarro arrastrando al galego a 'Dos Policías' aunque dando una versión menos ruidosa y tirante de lo que ellos son capaces. Cada vez les cuesta más asomarse a los TAB del primer disco, donde había la violencia que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado necesitaban.
No sabemos quiénes son ya Las Ligas Menores después de todo lo que ha pasado, pero hacen lo básico: coger la acojonantemente buena 'Mabuse' y demostrar que la quieren lo suficiente para no tocar ni una coma. Ni más ni menos.
Íbamos, tras primera escucha, a meter a los Surfin' Bichos al MEH, pero no: su 'Tus amigos' está mucho mejor que eso, especialmente por cómo la hacen avanzar de ese inicio de orquestilla de verbena de pueblo hasta un tramo final bastante abrasivo. Bien.
También pensaba bajar a Menta al MEH, con su aproximación dilotatista a 'Vas hablando mal de mí', pero no lo he hecho al final, como buen sociata. Y para hacer lo propio con la idea ÑÉ que Verde Prato maneja para adaptar 'Tu opinión de mierda' tendríamos que poder superar la contradicción entre persona y personaje que nos causa saber que somos los de la letra.
Canciones que MEH
Depresión Sonora son el MEH por antonomasia del post-post-post-postpunk español: nunca tan terribles como para que los odiemos, nunca realmente especiales como para que quieras defenderlos. Aturullan 'Camino' en una oscuridad impostadísima.
Seguimos esperando el diagnóstico de qué coño le pasa a Ghouljaboy en la boca. Salvo que crea que la psicodelia hay que cantarla así. Nostamal salvo cuando piensas en que Ariel Pink acabó donde acabó.
Seguimos esperando a que Marcelo nos haga el disco y las canciones que parece tener dentro y nos cierre la bocaza. Pero no llega tampoco en esa 'Un corte limpio' que, a priori parecía tan adecuada para él.
Hidrogenesse demasiado normales, casi se diría que perezosos, en 'Mono y Galgo', que ya era una de las peores canciones del segundo disco punsetero, aquel BAJÓN emocional vivido.
Otro que tampoco se esfuerza demasiado es La Estrella de David con 'Lo dejo', y esto nos jode porque teníamos esperanzas de verle en modo Consagración con algunas canciones que comparten tanto con él mismo. O eso parece desde fuera. Su versión acústica la podría haber hecho el Chinarro MEH.
Canciones que NO
Quizás la peor de las decisiones posibles es abrir el disco con Shego, porque ya te pone de antemano en contra de todo lo que va a venir. Es una versión terrible por tantísimas cosas que se hace largo enumerarlas: cambian la letra, que ya es malo, y encima sus añadidos son horriblemente peores; destrozan la malicia del sonido de la original para, supuestamente, darle más dureza hasta convertir 'Viva' en henarálvarezcore y acaban gritando "viva los punsetes" para que esto parezca una boda. A la mierda con esta mierda.
Alizz cantando "yo siempre estoy bien, no os preocupéis por mí" nos deja la sensación más chunga del disco: todo lo que había de promesa en su debut en solitario lo ha ido dilapidando en cada una de sus apariciones desde entonces. Llevar '155' a la nadería insulsa es algo que él mismo no se habría permitido en aquella época.
Terrible también lo de los Navajita Planetás. Que está guay que a Jota le flipe el flamenco, pero esto es flamenquito de tercero de EGB en el hilo musical del Corte Inglés.
¡Ay, lástima, Sidonie con esta 'Me gusta que me pegues' tampoco van a tener éxito! Merecedores de llevarse el I Premio Carlangas a la Personas Más Desesperada por Triunfar, por llevar toda la vida en ello, también alguien tendría que decirles que al menos una vez en tu vida deberían hacer algo medianamente bien. Son la excepción en los relojes estropeados: ni un sólo día han dado bien la hora.
Y un NO final para Los Punsetes: ya puestos a que alguien te destroce, échale coraje y dile a Luis Sonido Muchacho que llame a Rafa de La Unión, Danza Invisible y otras mierdas similares. Que para eso él ahora se codea con esa gente y tú tienes línea directa con El Mal. (probertoj)
Directo al Excel
Pentagrams Of Discordia - Teleportation to Gliese12b
Género: Las Cabras of Canada
Mientras que el techno ha entrado en un nuevo capítulo de amplia masividad, o la electrónica en general más bien, algunos productores prefieren recorrer el camino contrario: autoproducción, escasas redes, el anonimato más absoluto y eso sí, propuestas musicales de otro cariz. Gestos que por otra parte permiten centrarse más en lo principal y mucho menos en todas esos elementos secundarios. Aquí es donde entra Pentagrams of Discordia, un (¿una, unos? ¿productor? ¿entidad? ¿el fauno de la portada?) elusivo artista que empezó a sacar material el año pasado, y que este 2024 ha vuelto a publicar un EP, aparte de este segundo álbum, Teleportation To Gliese 12 B. Dejando de lado el aspecto del bandcamp, que uno se puede tomar como un puro trolleo, hay mucho que cortar aquí.
Esta teleportación consta de tres temas de entre 23 y 25 minutos. Un viaje astral patrocinado por un downtempo que vertebra las piezas, pero que en realidad es una simbiosis con la IDM, paisajes ambientales y algún ritmo trip hopero. Interpretados prácticamente como una suite. Largas píldoras donde todo se barrunta, pero cuyo resultado es el mismo, ese viaje sugestivo, magnético, barbitúrico, con algunos vocales etéreos, como provenientes de una realidad lejana, en ‘Stratospheric Binoculars’. Y sí, la referencia o influencia es evidente: Boards of Canada. La cabra tira al monte —nunca mejor dicho—. Pero esa cabra no solo se va al monte en esa primera mitad que se va a la IDM, el ambient y un ostentoso downtempo, Hacia el final de esa primera suite entra lo más agresivo: entre un electro y techno a lo Naix (Galaxian), acidorro, casi drill’n’bass y un vocal femenino atropellado en medio. Un intento por embutir la electrónica de los últimos 25-30 años en una sola pieza.
Cabe preguntarse lícitamente si por momentos es casi una efectivo intento de emular lo obvio, porque hay otras formas que por la producción también asoman: esos cambios repentinos dentro de la suite, y secciones vocales como la primera de ‘Looking For A Quasi Stellar Radio Signal’ es muy Burialesco. Pero esos tamices oníricos, el factor de imprevisibilidad y la interpretación de ese downtempo-ambient-IDM está tan bien hecha, y es tan efectiva, que alejan el amago de tomarlo como un timo. Los caminos modulares le dan un color diferente en esa segunda suite, quedando la tercera más en ese plano barbitúrico, la que menos pretende epatar y donde se echa en falta más ruptura (que tiene su pequeño capítulo al final). Con todo, una hora de recorrido cósmico, de noche larga, con momentos exultantes en las dos primeras piezas. Una pequeña y larga maravilla que es, al menos, uno de los descubrimientos de este año. Dejando muy en lo secundario quién está detrás. Solo importa el viaje. (Ferraia)
Vidres a la sang - Virtut del desencís
género: deconstrucción del metal extremo
Incluso aunque para alguno su grupo casi hermano Foscor les ha tomado cierta ventaja a la hora de practicar un metal extremo diferente y de culto, Vidres a la sang ha sido una fuerza constante y sólida en la escena underground catalana que no se debería dar demasiado por sentada. Especialmente porque puede resurgir de la manera más grande.
Así, Virtut del desencís se plantea como otro disco inconformista de una banda que ha ido incorporando matices y sensibilidades a ese espectro entre el death y el black metal. Un regusto progresivo y a veces melódico propulsa unas canciones que saben hincar el colmillo, que generan riffs de categoría desde un sonido bien estudiado y, al mismo tiempo, capaz de dejarse llevar por sorpresas que parecen gratificar tanto a los propios creadores como a los oyentes. Sin duda, un gran trabajo para una banda que nunca ha desmerecido su reputación. (Black Gallego)
Sal del Coche - Ciudad de Polvo
Género: ese orfidal no te va a salvar
Todo parece indicar que vivimos tiempos extremos: hay guerra, inflación y ansiedad por las calles. Nada que pueda solucionar el pop. Ese es al menos el punto de partida de Sal del Coche: una música radical que refleje la radicalidad de nuestra era, de nuestras circunstancias vitales, de nuestra realidad material. ¿De qué sirve la disipación y el hedonismo cuando puedes cortar la tensión de tu vida con unas tijeras? Ciudad de Polvo, su primer disco, se enreda y desenreda desde el mismo pulso confuso de los días que nos han tocado vivir. Hay aquí experimentación, preguntas al aire, ideas que se chocan y se pegan entre ellas, conclusiones elusivas y un sinfín de saltos al vacío. Hay mucha ansiedad y pocos espacios para la evasión.
¿A qué suenan Sal del Coche? Depende del minuto en el que pares la canción. 'Año 2000', por ejemplo, suena a Squid y por tanto suena a Magazine y por tanto suena a The Fall y por tanto suena a muchas otras cosas más, todas a la vez. 'En el Edificio Más Alto' suena a ¿Kase O, Einstürzende Neubauten y una txalaparta? 'Djdj' suena a Minutemen pasados de rosca, 'Máquina de humo' a una rave punk. Es una pregunta que tiene muchas respuestas, todas ellas tocadas a toda hostia excepto en 'Hernani 3', una mañana de resaca y reflejo existencial en la vida pasa lenta y pesadamente. Ciudad de Polvo es un ejercicio de creación intrigante, desatado de toda clase de jaulas estéticas y arrimado a las ideas más desesperadas (y lúcidas) del año. Cuando no sepas si aplaudir o lanzarles tomates, recuerda: tú también estás viendo el derribo, a ti también te están diciendo que está controlado. Y no lo está.
No lo está en absoluto. (Mohorte)