Tier list 10 de octubre: KenMode, Sufjan Stevens, Aiko El Grupo, Ash, Lia Kali, Xoel López, Drake, Mujeres, Marcelo Criminal y más
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier.
Directos al Excel
KEN mode - VOID
género: los KEN metaleros que leyeron a Slint
De la desolación sacar los mejores resultados. Los canadienses KEN mode han ido viviendo una tendencia ascendente dentro del metal underground, realizando un sludge ruidoso y hardcorizado que desafiaba límites de géneros y de abrasión. El grupo de metal terminó de despegar el año pasado con NULL, un trabajo post-pandémico donde elevaron la intensidad para volcar hacia afuera la ansiedad agobiante, y ahora cierran el círculo con VOID.
A pesar de sus tendencias extremas, hay suficiente en KEN mode para atraer a no metaleros. VOID saca a relucir atmósferas inquietantes pero muy vivas y cargadas de nervio, con melodías cortantes que se alternan con riffs llenos de músculo y con pasajes donde la experimentación entra en terrenos post que no desentonaría en el club de lectura de Slint. Estos últimos asoman en el corte final 'Not Today, Old Friend', dejándose mecer por un aire de calma tensa que logra ser cautivadora. Su habilidad para moverse entre esas capas de ruido tensas de 'A Reluctance of Being' y los puñetazos marca ISIS como 'The Shrike' marcan un crecimiento aún mayor que obligan a ponerlos como una de las bandas de metal del momento. (Black Gallego)
Aiko el grupo - Me están apuntando con un arma
Género: Gente con suerte y mal corazón
Lo de Aiko El Grupo explotó en el debut con la intensidad y el asombro de unos fuegos artificiales, pero haciendo honor a su título, iba totalmente en serio: uno de los mejores discos nacionales de 2020 e inmediatamente varias de sus letras compitiendo en mi corazón junto a muchas de mis preferidas ¡de la Historia! en español.
La mejor de las noticias es que Aiko El Grupo no hayan decidido que el segundo disco tenga que ser el de una madurez mal llevada. Se mantienen en la medida aurea del pop (11 canciones, 26 minutos), y aún llevan el pie hasta el fondo en el acelerador punk. No ha llegado el día en que Aiko se relajen: no hay razones aún para hacerlo. No debería haberlas mientras estén retratando las viñetas adolescentes que captan el espíritu de los tiempos y el eterno ennui de ser joven.
Porque ennui no es sólo sopor: del latín inodiare, “hacer repugnante”, lo que refleja este disco es ese demonio destructor del alma. La vida supuestamente fácil en la que estamos y que acaba por ser insoportable. La gente (“No me des las gracias, que tú no tienes de eso”), los pequeños rencores (“Me levanto y como siempre digo hola a los gusanos. Todos vienen de tu cuerpo y me atacan... constantemente. Poco a poco se han comido todo lo que me entretiene. Veremos por dónde sale, sé que explotará el año que viene”), las mejores personas que transmutaron en las peores (‘Romantinski’; son el único grupo capaz de sostener con gracia eterna una frase como “te fuiste a Moscú, me dejaste tururú”)… Y un último mensaje de esperanza: pese a todo, pese a saber toda esta mierda, se puede seguir teniendo la sensación de flotar.
Custodiando nuestras ráfagas de odio a base de punk-pop, afilando su lado amable (fantástica ‘Sexo Fender (Cenicero)’), creando las mejores viñetas costumbristas (que te dejen en una rotonda de Cantabria es para guardar todo el rencor del mundo) y bien custodiadas por un Carlos Hernández con la rara facultad en un productor de que siempre parece tocar sólo lo justo y necesario para propulsar el sonido de los grupos al mejor lugar en el que pueden estar, Aiko el Grupo han clavado otro excel con Me están apuntando con un arma. Dos de dos; que tomen nota los mediocres, las medianías y los engreídos sin nada tangible que sostenga tanta pose como llevan encima. (probertoj)