Tier list 12 de marzo: la edad de oro del taladro psicodélico
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier.
Directo al EXCEL
Kim Gordon - The Collective
Género: 2024, la nueva no wave es el hip hop, industrial, el noise, el trap...
Dice Kim Gordon que con este segundo disco en solitario, The Collective (Matador Records, 2024), quería expresar la locura que siente a su alrededor ahora: bulos por doquier donde cada uno tiene su sesgo y su verdad, todo es monetizable y orientado al hiperconsumo… Todo es líquido y fácil. A punto de cumplir 71 años, antes que tomar una posición conservadora, culturalmente hablando —y que por supuesto va vinculado con las suyas personales, por aquello de lo personal es político—, replegándose frente a su contexto, pero también el de medio mundo y EEUU en particular, su respuesta ha sido la misma que la que inició hace 40 años con Sonic Youth. Transgredir. “Esto me dio ganas de alterar, de seguir algo desconocido, tal vez incluso de fracasar”. Una respuesta valiente, rompedora, a la altura de alguien que siempre ha tomado partido, referencial como pocas, y que ahora no lo es menos. Acompañada hasta de autotune, porque a estas alturas ya no hay que demostrar ni quedar bien con nadie.
No nos vamos a autoengañar, tampoco se esperaba lo contrario de Gordon. Ni política ni musicalmente hablando. Ya su debut, No Home Record (Matador, 2019), quizá incluso más conceptual, exploraba las vías que aquí se abren en canal. Eso sí, con Justin Raisen como productor (Lil Yachty, John Cale, Yeah Yeah Yeahs, Charli XCX, Yves Tumor…) y el momento actual, se han dado todos los condicionantes posibles para que facture este discarral. Una obra absolutamente contemporánea, tan completa como sorprendente, y por ello hay que reivindicarla —70 años—. Y cómo no, plagada de detalles más o menos explícitos, desde que se publique un 8M a que su título apele a lo colectivo frente a esta zozobra generalizada. Gordon analizando el signo de los tiempos y los esputa con tanto ruido como si echase de menos la etapa nowavera.
Un disco que empieza con Gordon disfrazada de MC con ‘Bye Bye’, con todo el flow por delante, con una base que podría haber firmado esa gente que sale en el #RitmosAPaladas, acordándose una vez de su hermano Keller —quien ya protagonizó alguna de las mejores canciones de Sonic Yourh—, y que en su segunda mitad ya saca a pasear el tonelaje ruidista que protagonizará el disco el resto del tiempo. Para caerse de la silla. Una impronta que tampoco suelta y que sigue en ‘The Candy House’, apropiándose del trap con una baja fidelidad marca de las mejores grabaciones en cajas de zapatos. El trabajo avanza compacto sin que te des cuenta, imbuido en este ruidismo, pero también porque va exactamente por cualquier sitio menos por el que esperabas que fuera. Y sentir eso en 2024 de quien lo ha hecho todo es motivo de admiración.