Tier list 14 de octubre: gente enamorada del In Utero, gente enamorada de sí misma
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier.
Directo al Excel
Chat Pile - Cool World
género: si Nirvana hubieran encontrado a Godflesh y The Cure a la vez
Para ser un grupo tan dado a la ruidera y el machaqueo, a explorar todos los sonidos áridos posibles, Chat Pile se han convertido en una sensación para turistas del metal tan desconcertante como la de Blood Incantation. En ambos casos cabría pensar que en sus aproximaciones al género están realizando algo cómodo y falto de colmillo para enamorar a gente distanciada del género, pero no es el caso de ninguno.
Habiendo conseguido un éxito rotundo con su debut, en Cool World deciden arriesgar más en los sonidos integrados en su manera de tocar sludge y noise profundamente desgarrador. Si los Nirvana de In Utero hubieran decidido que podían trazar puentes entre los golpes industriales de Godflesh, el nu-metal de Korn y las goticadas de The Cure, o incluso de referentes del deathrock, posiblemente estaríamos ante algo parecido a lo que suena en Cool World.
Lo interesante de Chat Pile es que no se contenta con ser mera ensalada de referencias, sino que la integración orgánica de las mismas les sirve para trazar un discurso propio donde el ruido se vuelve respuesta a la decadencia industrial e institucional que les rodea. Un mundo caído ante el que sólo queda machacar, aunque es posible que ya no quede escapatoria. Los discos que nos estarían entregando Daughters de no haberse decidido por ser gente de mierda. (Black Gallego)
Pedro de Dios y Antonio Fernández - Cantes Malditos
Género: Jondo de altos vuelos y un poco de blues rock
Los caminos del flamenco nuevo son inescrutables. Aunque explorados ya y con la ortodoxia curada de espanto, con varios discos totémicos, lo que ha hecho que forme parte del acervo popular de este país, siempre hay grietas por las que colarse. Compases que romper, sonidos ajenos y rítmicas que contaminan un canon al que es necesario acercarse. Lo suficiente como para entender sus aristas principales para deformarlas; lo necesario para no pasarse de frenada. En este debut en largo del granadino Antonio Fernández con Pedro de Dios (Guadalupe Plata) a la guitarra, ambos funden tradición, quejíoy zambras teñidas de blues, de slide, de distorsiones del far West que se vuelven más áridas con el portento vocal de Fernández.