Tier list 19 de septiembre: Suede, Built To Spill, Death Cab For Cutie, The Boys with The Perpetual lolailo, Balcanes, Mausoleo, The Mars Volta y más
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier. La de hoy viene completita, 17 discos en una semana con muchos, muchísimos regresos. Qué peligro los reencuentros, ¿que no?
Directo al Excel
The Boys With The Perpetual Nervousness – The Third Wave of…
No hay ni rastro en 163.000 resultados de cómo sanar heridas con el pop de guitarras limpias, brillantes y saltarinas, aunque tristonas. Manejo la teoría de que es posible que sea porque Google tiene claro que los discos que las restañan también son capaces de abrirlas de nuevo. Que hay canciones que te elevan y te hunden, y posiblemente no estén pensadas para hacer esto último, pero te llegan y… ZAS… a sangrar de nuevo. Justo en ese plano funcionan los Boys of Lolailo (Boys With The Perpetual Nervousness; Gonzalo Marcos y Andrew Taylor; quizás también Yon Vidaur por la importancia del espacio, el brillo y la claridad en la producción).
Es un poco lo que nos ocurre con las fotos de nuestro pasado, por igual reconfortantes y perturbadoras. Te recuerdan lo que valen los momentos pasados, te hacen sentir que quizás deberías prestar más atención a tu presente y te instalan también el pavor a lo rápido que te estás yendo de este mundo. Esas heridas y otras se abren con ‘Old Pictures of Ourselves’, con el subidón jangle de ‘As The Day Begins’, con el pedal Steel de la preciosa ‘Turning Red’, tan Lemonheads en sus éxitos.
Por supuesto que es mucho más sencillo hablar largo y tendido de discos donde no todo parece tan sencillo. ¿Qué vas a decir de canciones como ‘The Stars Go Round’ o, ¡ay!, ‘Old Ways’? Es candidata a canción pop perfecta y me hace querer llorar y sonreír a la vez. No sé si todo el mundo comparte esto escuchándola, pero me gustaría que pasase; también encontrar la manera de poder transmitirlo. Como no soy tan bueno en lo mío como los Boys of Lolailo en lo suyo, voy a fracasar, lo estoy haciendo en el intento. Pido ayuda: “Ok, Google, cómo decir Pop Eterno otra vez sin decirlo así”:
Uff. Nop, esto lo vamos a conseguir hacer una IA que cada vez da peores respuestas y un tipo mediocre de La Rioja que cada vez plantea peores preguntas.
Cómo decir Pop Eterno otra vez sin decirlo de nuevo tal cual. Ah, coño, ya sé: EXCELAZO. (probertoj)
Balcanes - Gloria Eterna
Con Balcanes nos enamoramos pronto con el EP Carne Nueva, aunque resulta complicado hablar de enamoramiento con un grupo tan ruidoso y abrasivo como intenso y animal. Sea como sea, dieron con una tecla buena, aunque no se han prodigado en exceso con trabajos de estudio. De hecho, es ahora cuando podemos hablar de su primer álbum en "largo" (hacen falta las comillas, porque al final dura seis minutos más que aquel trabajo).
Pero esa es cuestión menor. Lo importante es que han vuelto, y han sido capaces de que siga sonando engrasada es maquinaria de ruido, de punk intenso y distorsionado, de arrollar con canciones que se dan de cabezazos contra el muro para derribarlo. Sin miedo a meterse en lo industrial o la abstracción, Gloria Eterna recupera ese impulso cargado de desasosiego y ganas de convertir todo en cenizas, haciendo una obra no especialmente ligera pero sí que reclama tu atención a cada segundo que está sonando. Otro triunfo más para el sello Humo, que está en una rachita estupenda con La URSS y Mausoleo. (Black Gallego)
Built to Spill - When the Wind Forgets Your Name
Da igual quién acompañe, Doug Martsch, la partícula que nuclea Built to Spill, acaba lanzando buenas canciones-grandes canciones-buenos discos-grandes discos. Después de 30 años, no deja de sorprender cómo el proyecto ha seguido no solo manteniendo el tipo, sino facturando trabajos realmente buenos. Lejos de tirar de automático, como hacen otros coetáneos, su guitarra, tan reconocible siempre, sigue dando una forma aún atractiva a eso que llamamos indie rock. Por suerte para nosotros, el talento de Martsch aún no se ha agotado.
En ese sentido, When the Wind Forgets Your Name tiene un arranque de disco fulgurante. Como lo han sido la mayoría de veces los álbumes de Built to Spill. Esta vez sin una sacudida de 7 minutos, pero sí con un caramelo de pop como 'Gonna Lose'. Sonido puro del grupo, quizá incluso ñoño para los no iniciados, pero con ese toque vocal, y sobre todo guitarrero de Martsch, en el que consigue doblegarte. Frente a otros veteranos ilustres como Corgan —que haciendo un paralelismo, es también el alma mater de Smashing Pumpkins—, en aquellos últimos discos sin la formación original en la que se empeñaba en demostrar con soporíferos solos que sabe tocar la guitarra, Martsch hace los punteos acordes a la melodía, sin necesidad de florituras innecesarias. Si no es el punteo, será tan solo una guitarra acompañando. Con su distorsión, eso sí, como en 'Fool's Good' o 'Understood', medios tiempos con estribillos adictivos y pequeños cambios de ritmo que le dan ese toque distintivo y un indudable plus a la canción.
Lejos quedan aquel toque mágico de su discografía en los 90, con temas de pura efervescencia y nivel semidiós o con la parte más desgarradora y musculosa del indie rock. Ahora, como han hecho otras formaciones, gobiernan medios tiempos, la madurez de hacer buenas canciones de corazón pop sin la agresividad de antaño. Eso sí hay pequeños descaros de insolencia juvenil como 'Spiderweb' o 'Never Alright' a lo Dinosaur Jr., porque si hay un guitar hero aún superviviente de los grandes grupos del indie rock, aparte de J Mascis, es Doug. Esta vez, sin el sabor de los himnos, pero sí con el de canciones honestas de quien ya lo ha demostrado todo, ofreciendo temas realmente buenos, Built to Spill se embarcan en otro notable disco en este milenio. Quizá, de hecho, de lo mejor que han hecho en esa horquilla de tiempo junto a Untethered Moon de 2015. Dándole varias vueltas, a veces la segunda mitad parece flaquear después de un inicio redondo. Pero entonces acabas atrapado OTRA VEZ en el final de 'Comes a Day' o 'Never Alright'.
Maldito, Martsch. Ya lo ha vuelto a hacer. (Ferraia)