Tier List 26 de marzo: tuneladoras para el oído
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier.
Contemplad el retorno a la vida de Chou, la persona que lleva meses triste sin un sólo excel y cascando noes a todo quisqui. Regocijaos por su vuelta, incluso aunque eso suponga que algún “Sí” estará hinchado cual burbuja inmobiliaria española. Y celebrad también la vuelta del TALADRO.
Directo al EXCEL
ZA! + Perrate – Jolifanto
Unos tipos amigos de la locura y el ruidismo y un flamenco ávido de abrir nuevos campos también en la experimentación. Un cóctel en el que como mínimo debía salir algo interesante. Y así ha sido. Ambos venían de caminos idénticos y se han encontrado en la intersección de estos. En 2023 Za! se juntaron con Tarta Relena para producir un trabajo notable de cacharreo, música popular y potencia; Perrate en 2022 parió un buen disco de flamenco nuevo, en los márgenes. Así llega Jolifanto, en una cada vez más común participación de los flamencos en proyectos que amplían sus miras y horizontes sonoros.
Jolifanto tiene todo lo que se puede exigir a ambas partes, algo que no sea fácil, a veces ni cómodo. Perrate pone su cante, que va deslizándose, a veces casi punteando en trompicones por las piedras del camino, sobre la estructura compleja, marciana, que pone el dúo catalán. ‘Pregones’ avanza sinuosamente con ese bajo sexy junto al costumbrismo del artista utrerano, para ir calentando el ambiente hasta que explota en directa y deliciosa fanfarria. Como si Dan Deacon se hubiera juntado con Flaming Lips.
Después llega la seguirilla Midi, con un teclado, casi kraut contenido, que va siendo arropado por los quejíos de Perrate y cada vez más instrumentación de Za! Y así, trompeta suelta, verso roto y algún acorde eléctrico al aire, va avanzando un Jolifanto, que nadie sabe qué es, pero que, por el nombre, la música y el artefacto de la portada, en efecto evoca a un cacharro de hierro, antiguo pero sofisticado. Como la alianza entre Za! y Perrate; tradición y modernidad. Sobre todo en la primera mitad; la segunda es más canónica, entendiéndolo como un menor espesor del ensamblaje que han construido los catalanes.
Eso deja al cantaor flamenco más espacio para imponer su voz, entre devaneos sonoros menos exacerbados. Un disco divertido, con recovecos que disfrutar, momentos locos y con nervio, y mucho arte. Como el que le sombra a la rumbera ‘La Milonga’. Vocoder mediante. Si eso no es pasarse el juego, que baje Camarón y lo vea. (Ferraia)