Tier list 4 de julio: M. Ward, Albert Hammond Jr., Sen Senra, Chained to the Bottom of the Ocean, Stik Figa
Los discos de la semana, ordenados en cómodo ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas:
Nueva semana, nueva tier. Penúltima antes de irnos de vacaciones. Mandanga para que hagáis los deberes durante el tiempo que no estemos, que todo esto no os lo escucháis en una semana. Y algunas de estas cosas nos os las escucháis ni con nuestras orejas, de malas que son.
Directo al excel
Chained to the Bottom of the Ocean - Obsession Destruction
A saber de qué fosa mariana se han escapado Chained to the Bottom of the Ocean, pero el caso es que menudo pelotazo de debut han sacado. Con un doom metal abrasador, que toma lo mejor de un sludge primigenio arrastrado por la opresiva lentitud casi funeral, Obsession Destruction hace un increíble ejercicio de riffs inmensos y atronadores, con melodías apuntalando como relámpagos en una tormenta densa…
(Black Gallego, continúa en el último volquete del metal)
Pardoner - Peace Loving People
Género: ¿Le gustaban a usted Butthole Surfers? (y otras cosas)
Cuarto disco de Pardoner. Unos tipos de San Francisco que no han hecho mucho ruido por estos lares. Pero publican en Bar/None, sello de los primeros They Might Be Giants, de Ezra Furman, de Alex Chilton, y que anda reeditando trabajos de los Feelies. Algo debe haber. Y lo que hay es un típico indie rock norteamericano, pero no subido por lo general en el canon de la ruptura del sonido, sino en un pegadizo equilibrio con medios tempos. A veces viran a esa parte más fresca y de espíritu joven como la de Pavement con melodías que desprenden su olor ('Rosemary's Gone'), y otras miran a esos Butthole Surfers más maduritos y domesticados de mitad de los 90s ('Cruel Gun').
De hecho, y rememorando a los Butthole Surfers, el disco ya empieza con una intro habitual de ellos (para después pegarte el puñetazo), solo instrumental, extraída de algún programa de TV. En el caso de Pardoner, el sopapo también llega después, en este caso con 'Are You Free Tonight?', un tema que tiene su parte desconcertante porque empieza siendo una oda loser de unos chavales de camiseta de rayas tocando en el garaje como el J Mascis acaramelado, para después romper la puerta poseídos por Henry Rollins. Es una de las pocas ocasiones en las que sí le dan a esa descarga más punkrocker.
Después vuelve a esas sendas de los medios tempos como 'Cherries' que son las que hacen inevitable la adicción de este disco. Como ya lo consiguieron con algunos hits en Came Down Different (Bar/None, 2021). Un poco de nostalgia, de melodías chiclosas y sutiles coros de fondo, un poco de reminiscencias demasiado clásicas, pero sobre todo, muchas cosas bien hechas. A veces con un elemento imprevisible que lo hace muy seductor. Y quizá en el fondo sea un Sí, pero hay tantos puntos disfrutables y zona de confort que el corazón pide un Excel.
(Eso y que luego probertoj en los frikexines nos enmiende porque no nos atrevamos a presentar algunos discos como éxceles) (Ferraia)
Discos que SÍ
M. Ward - Supernatural thing
Género: Others like to watch the world
Con trece discos a sus espaldas, es bastante lógico que llevemos unos cuantos notando el cansancio artístico de Matt Ward. Depende de dónde ponga cada uno el baremo: algunos nos dirán que A Wasteland Companion fue el último disco realmente SÍ de M. Otros, que no, que un poco antes, en Hold Time. Pocos, creo, recordarán tan a gusto Migration Stories, que sin embargo sí pareció en su momento que podía ser el álbum que iba a traernos de vuelta al mejor M. Ward: alguien mucho menos preocupado por el folk triste que por el rock’n’roll emocionante, acústico y absolutamente sentimental.
Para que sus discos acaben funcionando como un reloj, Matt debe esquivar la tentación de lo blandurrio, evitar que la longitud del disco acabe penalizando a las canciones buenas (en More Rain las había, pero con tanta morralla alrededor que era imposible recordarlas; aquí ‘Engine 5’ sí me sobra), y saber recuperar ese sonido limpio y humilde y a la vez filtrado con sorna ("Enseñale a un chaval a tocar la guitarra: estará arruinado para el resto de su vida”) y nostalgia (aquí se lo pasa en grande arrimado al rock de bareto de mala muerte en ‘New Kerrang’). Se le cuelan cosas coñazo (mira, Matt, a ti arrimarse a Jim James no te sale bien) y tiene un tramo central algo espeso que se levanta cuando se pone a mirar al ruido del cosmos con ‘Mr. Dixon’.
Pero también tiene la mandanga buena: ‘Supernatural Thing’, la titular, es una de sus mejores canciones, con Matt encandilando desde el buen humor, como un Jonathan Richmann algo menos homeless (¡ese punteo!). En las colaboraciones está brillante en la primera junto a First Aid Kit, en un dueto en el que ella emociona y él decide ir más en voz baja hasta que en el puente de mitad de la canción ocurre un bonito milagro de wooass. ‘For Good’, sobre la dureza de dejar marchar a alguien aunque sepas que es para bien, recupera esa atmósfera tan suya que te acurrucaba. Y ‘Story of an Artist’ es un precioso cierre, con él mismo confesando que la vida de artista que ha elegido es no correr hacia la fama o el triunfo masivo. Y que está repleta de zancadillas, falta de confianza (propia y ajena) y confusión. Se pone Ward en la piel de Daniel Johnston y acaba dándonos el resumen de por qué su carrera seguirá siendo necesaria, incluso cuando ya los focos no le apunten.
Que no os gane la pereza de pensar que lo mejor de M. Ward ya lo escuchasteis y que ahora podéis olvidarlo. Sabemos que, como oyentes, todos pecamos al estilo del meme del chaval que mira a una chica mientras pasea con su novia: preferimos pensar en la novedad frente a quien nos dio grandes días. Pero Supernatural Thing es la novia dándonos la colleja y diciéndonos: “qué mirás, bobo, andá pacá”. (probertoj)
Stik Figa & The Expert - Ritual género: hip hop dosmilero buenro
El boom rap de John Westbrook Jr., más conocido como Stik Figa, es uno que no habría encajado mal a la sombra de ese hip hop de actitud y flow aplastante que dominó a través de los Jay-Z, Kanye West, etc. Que hubiera tenido ese mismo éxito milmillonario es discutible, pero discos como Ritual son la mar de disfrutables por su lograda consecución de temas divertidos y frescos, producidos con garra y rapeados de manera convincente. Hasta Blu se pasa para hacer un featuring, ahí tenéis todo lo que necesitáis saber para este disco de rap apto para el veranito. (Black Gallego)
Maruja - Knockarea
Género: la vieja del saxillo
Un grupo que se llame Maruja y venga de Manchester ya tiene motivos para que capte nuestra atención, porque a veces las cosas más básicas como el chiste o el meme funcionan.
Knockarea, en 4 cortes y 22 minutos, avisa de un grupoal que le miraremos con atención. A mitad de camino entre el post-rock más agresivo, el saxo omnipresente y soplado como si Morphine estuviesen jugado con black midi, BC,NR y algunos agradecísimos tics de Alt-Rock noventero, Maruja atacan sus canciones con descaro.
La chavalería inglesa no deja de estar bien y aunque queda la duda de cuánto aguantaron todo este andamiaje en un disco largo, y si tirarán por los peores y más dramaqueen momentos de su teatralidad, derivando en los Muse del club de lectura de Slintde momento marujeamos con ellos. (probertoj)
Bendik Giske - Bendig Giske
Género: La saxoneta strikes again
El saxo está de moda. Pero no como elemento central de una pieza de jazz en la que suele colarse la mayoría de las veces, sino como instrumento para experimentar en las tierras del minimalismo. Como un Stetson no tan exacerbado, el noruego Giske, que ya lleva varios buenos trabajos y mejores colaboraciones, juega a lo largo de siete temas con la versatilidad del saxo, con sus tonalidades, con el papel de la respiración, para dibujar 'sencillos' pero bellos caminos sonoros como los de 'Not Yet'. Un laberinto de metal con el que a veces acelera y fuerza el tiempo ('Rhizome') para romper esa posible sensación lineal que pueden generar álbumes como estos.
Ante tantas sobreproducciones y ganas de epatar, como respuesta ya llevamos algunos años de repliegue sonoro con la burbuja ambient, pero también cada vez más con notables discos en las lides del minimalismo, sea con saxos o con otros instrumentos de viento que dentro de su sencillez muestran su portento o el virtuosismo de quien lo domina. De 'Rush' a 'End' hay suaves matices con los que disfrutar la propuesta de Giske en una relajada noche de verano. Lejos del ruido. Solo tú y el (su) saxo. (Ferraia)
Destiny Blond - Be My Vengeance género: garage jarcor
Incluso un botijo tiene más complejidad en su mecanismo que la fórmula que Destiny Bond emplean en su debut. Mucho hardcore punk, algún ramalazo garagero californiano para aportar frescura y letras de activismo muy marcado. Y un total de menos de 20 minutos de música. Sí, claro que mola, ¿no habéis leído todo lo que acabo de poner? Para pasarlo pipa zapatilleando y quemando algún contenedor. (Black Gallego)
Discos que OK
Conway The Machine & Jae Skeese - Pain Provided Profit
Género: Y yo caí enamorado del boombap juvenil
Sabemos perfectamente qué debería salir de los Griseldos de la vida, pero aún así también es lógico que les exijamos lo máximo. Su camino de vuelta hacia el hip-hop de hace dos décadas los han convertido en revitalizadores del género precisamente por intentar olvidarse de las corrientes mainstream y reinterpretar aquellos discos desde el presente.
Conway The Machine es uno de los más sólidos miembros del colectivo. Puede que el título de más prolífico se lo lleve Mach-Hommy, y los picos de Benny The Butcher son espectaculares, pero cuando aparece Conway puedes tener cierta seguridad de que todo va a ir bien.
Lo que se echa de menos en Pain Provided Profit, un buen disco, es que Conway le deje más espacio a Jae Skeese (cada vez que toma el relevo con ganas, eleva los temas), que quiera salirse de la linealidad (qué bien entra ‘Promise’ precisamente por romper el desarrollo del disco hasta ese momento) y que, en última instancia, quiera acentuar las dinámicas de colaboracione entre él y Skeese. Eso haría que aunque las bases no cambiaran, sí te llegasen sus golpes con más fuerza (lo que ocurre en ‘Food’, con Goosebytheway, SK da King & 7xvethegenius).
Si te gusta Griselda, cero motivos para no darle un buen tiento, incluso por delante del disco en solitario de Conway The Machine, salido del horno durante este mes. Se pasa echando leches (es más EP que disco largo) y te quedará claro por qué un día el colectivo te encantó. (probertoj)
The Guapos - Hey!
Género: quiero una motosicleta, que me sirva para corruer
De esto que se juntan Adán Jodorowsky, Jay de la Cueva, David Aguilar y Leiva para hacer música. Y deciden llamarse The Guapos. Y como el mundo es para los valientes y hay semanas (no esta, precisamente) en que necesitamos nutrir un poco la tier de los NOes, allá que voy. Porque uno nunca olvida que, entre otras cosas, Hipersónica es un servicio público que os cobra por hacer también estas cosas para que no tengáis que hacerlas vosotros. Escuchar un proyecto paralelo de Leiva que se llama The Guapos, ¿qué puede salir mal?
A ver, esta gente ha debido escuchar estupendos discos a lo largo de su vida. Que no hayan sabido darles cabida dentro de sus propuestas personales no quita lo valiente. Y ahora... bueno... pues resulta... que "Hey" no está nada mal. Un homenaje a los discos clásicos del rock & roll que consigue mantener el malasañerismo canallita bastante aparcado (salvo en "Me cambiaría por cualquiera") y acaba albergando ciertas similitudes, ojo ahí, con formaciones como Cápsula (o, en su vertiente más pop, a las menciones de siempre como Los Bravos o Los Brincos). No negaré que, a estas alturas de mi vida, mis prejuicios serán lo suficientemente fuertes como para que The Guapos se repitan bien poquito en mi plataforma de streaming de cabecera, pero lo cierto es que su propuesta ha resultado profundamente sorprendente y que no debería faltar en vuestros guateques en las fiestas del pueble este año. (Chou)
Discos que MEH
Albert Hammond Jr. - Melodies on Hiatus
Género: encuéntrate conmigo en el baño club de golf
Lo mas relevante de las canciones de los Strokes no era su mirada al pasado y su sonido a NY de los 70. Lo más relevante era que tiñesen aquello de un sentimentalismo que, sin embargo, no las hacía más blanditas, más epidermicas, sino más pegadas a la piel. Normal que aún las busques: del primer chute lo peligroso no es el enganchón, sino la incapacidad para repetir las sensaciones de la experiencia.
Ok, oíste aquellos discos, te gustaron, no pasa nada: también a mucha otra gente, también a nosotros. No hace falta que sigas ahí. Albert Hammond Jr. no te necesita: es el nepobabie por excelencia, su wikipedia no es que tenga cientos de enlaces a su familia: es que da casi para definir el término “Nepo”.
Disipada la culpa del fan, vuélvete a poner este disco. Ahí ya lo ves: lo peor que ocurre en Melodies on Hiatus es que las (ejem) melodías permanezcan pero la emoción se haya transformado en azúcar pop. O ni siquiera: en aspartamo pop. Como en la Cola Zero, intentarás recordar cómo te sentías con lo que un día ya sabías que era un error y te quedarás con un sabor parecido pero indudablemente peor. Y, además, igual de malo para la salud; mira que eres tonto. (probertoj)
Discos que NO
Jenny Lewis - Joy ' All
Género: la auténtica experiencia americana para turistas
A ver, yo venía aquí absolutamente dispuesto a meter en el MEH a 'Joy'All', un ejercicio de country bonico y facilón con momentos crooner y, en definitiva, con todo colocado en su sitio. Una sucesión de canciones para hacerlas sonar en una experiencia inmersiva para guiris que quieran visitar ranchos de Texas (si es que ese mercado turístico existe). Pero bueno, sigo aquí, esperando a que pase algo tras la voz de Jenny Lewis... y no. (Chou)
Lil Uzi Vert - Pink Tape género: nu-trap
Lil Uzi Vert es la clase de rapero mainstream que ejemplifica el estancamiento y la pereza absoluta del hip hop/trap actual. Pink Tape no se conforma sólo con ser un 80% el mismo disco de trap que la semana pasada te decían que había que escuchar, sino que el 20% restante es un intento barato de explotar nostalgia dosmilera con fusilamiento directo (no sampleo) de canciones de Justice o de System of a Down, con una versión en el último caso que desafía cualquier sentido o propósito que no sea expolio comercial de esa época. Igual ya es hora de que implosione todo, que ya está en el estado de saturación del nu-metal. Aunque miedo dan los próximos 20 años donde se intente tener nostalgia de esto. (Black Gallego)
Sen Senra - PO2054AZ (Vol 1)
Género: R&B inapetente
Quiero dejar bien claro que lo he intentado. En el pasado había visto cierto encanto y atractivo en esta propuesta R&B gallega, así que me acerqué al disco con nombre de matrícula del coche de tu padre (por lo que se ve, los viajes en los coches paternos son temas recurrentes, ya lo había puesto Tangana en alguna letra) sin problema alguno. Pero aquello que tuviese Sen Senra, si lo tuvo, parece cada vez más difuminado y diluído en un sonido mucho menos arriesgado y valiente.
"PO2054AZ" abandona la singularidad y solo encuentro aquello que buscaba (y casi ni siquiera) en el enlace de "Blue Jeans y Crop Top" y "Uno de esos gatos". Uno cree que el disco inicia titubeante y ahí, en la tercera y cuarta canción, puede coger impulso. Pero no, volvemos a derroteros bastante anodinos, monótonos y que despiertan entre indiferencia y aburrimiento. Difícil que de aquí vayan a surgir caminos que nos interesen en el futuro. (Chou)
David Toop & Lawrence English - The Shell That Speaks the Sea
Género: la concha de tu madre
La concha que habla del mar o el excitante y nada inquietante sonido de la claustrofobia marina. Está bien que apetezca realizar grabaciones marinas, pero igual intentar meterlo en un vinilo... No sé. Pero todas las criaturas son bienvenidas en la villa del señor del dark ambient. (Ferraia)