Tier list cine y series de agosto: sueños, ensayos, abogados, béisbol y seres humanos
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar
Hi, personicas.
Tenemos cosas que comentar que hemos visto durante el último mes. Vamos a contenernos todavía de hablar de dragoncitos y anillos, aunque tenemos otra firme candidata a serión de fantasía del año. Y luego tenemos también una fantasía más compleja que puede ser el top definitivo del año, pero no adelantemos acontecimientos. Vamos con la imagen y al lío.
EXCEL
Los ensayos
Quería esperar hasta el final para realmente apreciar el ambicioso Synecdoche, Paternidad que Nathan Fielder ha montado a costa del cheque en blanco que parece haberle dado HBO. Lo que empieza siendo una ocurrente comedia documental en el que Fielder asesora a gente que quiere tener conversaciones o situaciones vitales complicadas y las ensaya hasta el último detalle para que salga todo rodado -¡qué muestra de la ansiedad social más brillante!-, termina evolucionando hasta límites insospechados jugando con los límites de la realidad y el complejo divino de su creador.
Cada episodio de Los ensayos es más sorprendente y acojonante que el anterior, con Fielder haciendo un increíble ejercicio de introspección desde el absurdo llevado a sus últimas consecuencias, con momentos para reír, llorar y quedarse mudo al mismo tiempo (de algún modo). Es una de las cosas más originales que ha visto la televisión en mucho tiempo, una que no puedes dejar de ver y hasta ha conseguido un culto muy fuerte a su alrededor. Poca broma, porque podemos estar ante la serie más trascendental del año.
¡Nop!
Llegará un punto de ruptura donde Jordan Peele se convierta del todo en Shyamalan y empiece a ver cómo la crítica empieza a darle la espalda mientras él está creando cintas fantásticas de primer nivel rodadas con gusto increíble. Sólo esperamos que no tenga que hacer una After Earth, pero quizá podamos estar tranquilos viendo como ¡Nop! es cine espectáculo potente, bien manejado, rodado de pelotas y hasta con atrevidas ideas sobre explotación, obsesión con la imagen y procesamiento del trauma a través del arte o el entretenimiento.
Un combo de ciencia ficción de pura energía de Dimensión desconocida (algún día se explicará cómo es que su reboot de la antología no llegó a funcionar) e inesperado western que crea uno de los terceros actos más asombrosos y originales de una película de Hollywood es bastante tiempo.
En cines.
Primal
La mejor serie de animación para adultos de los últimos años regresa tan violenta y brutal como recordamos. Genndy Tartakovsky crea una feroz segunda temporada de su exploración del espíritu primitivo y el impulso hostil que guía a la humanidad. La animación tradicional sigue siendo tan expresionista como desgarradora, las historias cortas van cargadas de cierta mística y sofisticación para los retratos de violencia que hacen y en general es un resultado apabullante que merece ser reverenciado.
Sandman
La complejidad para adaptar la obra original de Neil Gaiman y las tendencias algorítmicas de Netflix no invitaban a ser precisamente positivo con esta serie. Y, a priori, una versión extremadamente fiel al cómic no tiene mucho para resultar exitosa en formato serie. Pero vaya, Gaiman ha conseguido lo imposible. Sandman es una imaginativa y potente serie de fantasía oscura, que sabe recoger líneas maestras de los primeros tomos para hacer una sólida narrativa de una temporada, manteniendo los momentos fuertes y construyendo adecuadamente hacia ellos.
Triunfa por ese cuidado a la hora de mantener los detalles que hacían especial la historia, como el tono macabro y retorcido con sentido del humor muy particular o ese profundo sentido metafísico que preña cada historia, tocando aspectos como los sueños y las historias como elementos que dan valor y esperanza a la vida.
Hay también un trabajo visual superior a la media algorítmica y un bien hallado Tom Sturridge que desprende esa energía de disco de Sisters of Mercy que daban los diseños originales de el Sueño. No era nada fácil, pero han conseguido la mejor primera temporada de la plataforma en mucho tiempo y hasta deja espacio para seguir creciendo conforme se desarrolle. Golazo.
SÍ
Better Call Saul
La segunda tanda de episodios de la temporada final debería haber sido el golpe sobre la mesa, aquel donde todas las promesas y las ambiciones llegan a buen término y compense la sensación de trámite y alargamiento innecesario de dividir la final season. Lo es, mayormente, con un final fabuloso que además logra enfatizar el carácter que la distingue de Breaking Bad. También han habido episodios que sí, tienen decisiones que no ves en la mayoría de series actuales, pero no llevan del todo a lugares interesantes en lo narrativo.
Better Call Saul ha conseguido lo imposible para la mayoría de precuelas, que es llegar al final sorprendiendo, pero eso no quiere decir que no hayan habido algunos baches en el camino. Pero vamos, carta blanca a Gilligan y Gould de ahora en adelante.
Bullet Train
Apariencia de blockbuster moderno, pero con energía del cine de acción ochentero. David Leitch vuelve a esconder bien sus intenciones de recuperar esa acción violenta y ese sentido del humor tan incorrecto en una película accesible y entretenidísima, que va a todo tren (je) todo el rato y permite a sus actores divertirse con sus papeles. Gracias Brad Pitt por prestarte tanto a la guasa.
En cines.
Harley Quinn
Siguiendo con lo de la animación para adultos, Harley Quinn es la clase de serie que le da cierta vidilla al género superhéroes y toda la mitología de DC a base de irreverencia, aprovechando por completo el relativo poco caso que se le va a hacer por ser serie de animación sobre una villana. Le gusta ir a tanto ritmo que termina aturullando un poco, y esta tercera temporada sufre un poco por no tener un arco argumental mejor definido, pero sigue desborando cariño por sus personajes y su mundo interior, y consigue momentos llenos de vitalidad y secuencias de acción pasadísima y violenta.
Predator: La presa
Quitando algún momento donde parece querer acercarse al "distinguido" toque de El renacido de Iñárritu, este nuevo intento de reflotar la franquicia Predator opta por los elementos más sencillos y elementales para hacer una experiencia intensa. Puro cine de supervivencia, con terror y acción bien manejados, a ratos con algo de herencia de mecánicas de videojuego -un poco de Tom Raider reciente, algo de Horizon-, que logra sostener su enfoque más serio de una saga que se ha caracterizado también por su sentido del humor (algún momento divertido y salvaje hay, ojo).
La cuestión es por qué Dan Trachtenberg ha tardado tanto tiempo en poder hacer otra película, porque tanto esta como Calle Cloverfield 10 muestran que tiene talento para el cine de género.
OK
Ellas dan el golpe
Actualización bienintencionada y simpática de una película noventera bienintencionada y estupendísima, con más vigencia de lo que quizá le gustaría a la serie. Con todo, encuentra buenas maneras de expandir las posibilidades de una historia sobre uno de los primeros equipos de beisbol femenino, especialmente cuando tira por la vía GLOW de mostrar con encanto, empatía y buen humor el frustrante proceso de un grupo de mujeres por prosperar en un ambiente de dominación masculina -incluso en espacios que deberían ser más seguros para ellas-.
Aunque termina siendo más placebo de aquella joya (injustísimamente cancelada) por culpa de su obsesión por capítulos de 50-60 minutos que sacan lo peor de esta era de Peak TV que vivimos.
Irma Vep
Aquí tenemos otros de esos casos de serie intelectual tan cafetera que es más interesante buscar a gente escribiendo bien sobre ella que verla. Olivier Assayas regresa a una de sus obras maestras en formato serie para tocar aspectos como la motivación de retocar lo ya creado, el pretencioso mundo de los autores aprovechando las series para ejercicios autoindulgentes que en cine no se les permitirían y el estado actual de la cultura cinematográfica.
No faltan interesantes reflexiones, pero también cae en cierta autoindulgencia que critica, y la sensación general es que termina atropellada por el estiramiento de las divagaciones, que se vuelven turra, y el esqueleto argumental consigue ser notablemente menos interesante. Luego ya hablamos de cómo pervierte el tema del deseo de la original con su extraña fijación con la bisexualidad como si fuera algo exótico. Uf.
MEH
Carter
Cuando vas a fiarlo todo al artificio del (falso) plano secuencia para tu película de acción, donde claramente no te importa ni a ti aspectos como una trama clara y bien desarrollada o unos personajes que interesen, qué mínimo que no se note tan descaradamente los "cortes" que realizas para elaborar el artificio.
No sé si es que la reproducción en Netflix le hace un favor horrible o es que los medios de una producción coreana dan para lo que dan, pero qué desaprovechamiento de lo que podrían ser escenas de acción maravillosamente coreografiadas. Sabemos que Jung Byung-gil puede, porque hemos visto la brutal La villana, pero Carter no está a la altura de su talento y ambición.
Samaritan
Hay claros detalles en esta película que intuyen un potencial para distinguirse de otras producciones superheroicas. Por un lado el aire crepuscular bien llevado por Stallone, que consigue plasmar lo que la estructura del guion trata de esconder para lanzar como giro sorpresa (a veces es mejor contar la historia con más mimo que intentar "pillar" al espectador), y por otro la relación con el crío que tiene una energía muy fantástica y ochentera sin caer en nostalgia rancia.
Pero, por lo demás, cae demasiado en el carril del algoritmo, especialmente cuando tiene que caer en los villanos, aunque se esperaba en parte que tendiese a eso. Al menos ha intentado jugar.
The Humans
La clase de película de A24 que todo el mundo comenta como "realmente es una peli de terror" pero no porque caiga en el género sino porque muestra detalles horripilantes a través de lo puramente cotidiano. Es un drama bastante hablado, derivado de su origen como obra teatral, y sus detalles sobre familias desestructuras podrían haber sido bastante punzantes de no ser por ello.
Cuando hemos tenido tan recientes como Mass o El padre que superan las barreras del "gente hablando" con decisiones bastante cinematográficas, es inevitable ver algo coja esta adaptación que Stephen Karam ha hecho de su propio trabajo. Se queda en poca cosa, a pesar de que notas que hay potencial para más con estos personajes.
NO
El mediador
La manera en la que está degenerando el thriller medio de Liam Neeson es bastante más abismal de lo que puedas pensar. El mediador es el claro ejemplo de cuánto ha dejado ya de intentar lo más mínimo, ni siquiera sacar la motivación barata que desencadene la acción o rodar una conversación de aburrida exposición de manera aceptebla. Está todo mal, es hora de que Neeson le de una patada a estos algoritmos y vuelva a llamar a Jaume Collet-Serra y hacer una de sus pelis que ruedan en 4 tardes, pero al menos es juguetona.
En cines.
Luck
Le ha tocado a Peggy Holmes una triple tarea imposible, que es:
Intentar lanzar un estudio con filosofía Pixar para solidificar la apuesta de otra plataforma de streaming por la animación.
Coger el proyecto inacabado de otro director e intentar remodelarlo casi por completo, intentando además meter algo propio.
Tener que cargar con la losa del nombre de John Lasseter, que trata de regresar al medio tras salir de manera deshonrosa por su historial de acoso sexual.
Imagina tener que hacer todo eso con una historia inacabada y cuyo mundo fantástico no tiene realmente demasiado sentido ni tampoco lecturas que se puedan aplicar al mundo real (y si lo hacen, son bastante chungas), además de con unos recursos para animar muy limitados. En general, muy incómoda de ver por muchas razones.
Trece vidas
Nadie como Ron Howard para hacer la película tibia, sin nervio ni personalidad, que nos hace olvidar lo que echamos en falta que Hollywood vuelvan a haber películas adultas con presupuestos de verdad. Bravo por Amazon por dejarse llevar por el nuevo trile del gorras haciendo creer que esta blandita pieza basada en hechos reales iba a tener tirón para los Oscar.
Turno de día
A veces se llega a un punto donde todo el trabajo para hacer acción lucida y bien planificada resulta completamente irrelevante cuando nada de lo que le rodea es interesante. Aquí nuevamente se vuelve a caer todo por el algoritmo. Sus personajes parecen diseñados con algoritmo (de hecho parece que Jamie Foxx tiene el mismo personaje de su última película algoritmo para Netflix). El humor parece desarrollado por algoritmo. Casi todo lo visual esta limitado por el algoritmo. Chequea todas las casillas que cabe esperar.