Tier list cine y series de noviembre: de panteras negras a Harry Styles
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar.
Hi, personicas.
Último repaso a la cinefilia y seriefilia antes de empezar a hablar ya de lo mejor del año. Comentamos propuestas variadas, y alguna que se ha visto temporalmente en cines y que llegarán pronto a plataformas. Un vistazo al menú y arrancamos:
EXCEL
Black Panther: Wakanda Forever
A saber qué fotos tiene en el móvil Ryan Coogler que podrían incriminar a Kevin Feige, porque resulta increíble con lo que logra salir indemne dentro del Universo Marvel para ser casi un verso libre. Durante buena parte de Wakanda Forever te puedes casi olvidar de estar viendo una Marvel por su estética diferenciada del resto, su manera de incidir en emociones humanas, en los complejos temas (políticos y personales) que desarrolla o incluso por su poco descaro en incidir en elementos de ciencia ficción loca (probablemente heredados del material original, pero encomiables igual) que no se toma solo como chiste. Hay su parte de elegía a Chadwick Boseman, pero no absorbe todo lo que intenta hacer esta secuela que, desde luego, es apreciable por cómo se empeña a toda costa ser su propia cosa (y yo al menos se lo compro).
En cines.
Descendientes
En materia de documentales se puede hablar bastante bien de Netflix, que además ha permitido la proliferación del medio, pero sí que se le puede acuñar el mismo problema con sus otras producciones: hay cosas buenas de verdad que quedan enterradas sin explicación. Por eso es posible que no hayas oído hasta ahora hablar de esta joya de Margaret Brown, que entra en aspectos como la memoria histórica, las historias silenciadas y la necesidad de conectar con el pasado con una historia puramente afroamericana. El desentierro del legado del último (e ilegalísimo) barco esclavista en Estados Unidos es una historia potente que cuenta con humanidad, respeto y ternura, tomando siempre las decisiones adecuadas para que todo cale y las voces que deben ser amplificadas sean escuchadas.
¡García!
El gran superhéroe español fue creado en el franquismo (y tienen un inquietante parecido con Pedro Sánchez). Una de las mayores sorpresas seriéfilas de este país ha llegado con esta portentosa adaptación de cómic que, combinando historia digna de Capitán América y espionaje, disecciona en profundidad el aparato clandestino de la seguridad nacional y la falta de resolución de los problemas de la dictadura. Todo ello rodado de escándalo, sin renunciar a las raíces comiqueras o de serial pero buscando una deliciosa elegancia que añade mucho, como madurar whisky en buena madera. Perspicaz y con personalidad, pero también divertida a rabiar. Tremendo milagro en nuestra industria, que lleva un año increíble.
Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion
Viendo otra película soberbia de misterio y asesinatos de Rian Johnson uno no puede evitar querer más de estas películas. Viendo otra película soberbia de misterio y asesinatos de Rian Johnson da la impresión de que él gustosamente se pasaría toda la vida haciendo estas películas. Sus guiones son ingeniosos, su humor es una delicia, están contadas de manera impecable y lucen fabulosas. Esta logra ser un poco más redonda y más afilada, además de contar con un reparto más completo donde todos están geniales. Va a ser difícil que todas estén tan fabulosas eternamente, pero Johnson está dispuesto a intentarlo.
En Netflix (23 de diciembre)
SÍ
As bestas
Qué complicado es hacer dos mitades que son películas distintas pero complementarias que realmente funcionen como un todo. Aquí la primera me parece lo mejor que ha hecho Rodrigo Sorogoyen nunca, con thriller angustioso y bien tirado en la construcción de personajes y perspectivas, en saber a dónde señalar en una cuestión tan peliaguda. La segunda tiene la tarea más ingrata de recoger los platos rotos, haciendo un drama profundo y doloroso que nunca se siente lo bastante desarrollado para no parecer una prolongación hasta llegar al mcguffin. Pero bueno, hay cosas de sobra con las quedarse aquí.
En cines.
Big Mouth
La mujer rey
Una inesperada recuperación del cine épico de los noventa (Braveheart o El último mohicano como ejemplos claros que la directora toma de referentes) y su combinación de aventura, comentario social y emoción además de romance. Si bien la parte de acción puede resultar su parte más justa (el romane directamente sobra), es en las otras donde Gina Prince-Bythewood consigue respirar y dar un soplo de frescura. Entre sus pertinentes reflexiones sobre colonialismo y esclavitud (amén de otras cuestiones que mejor no revelar) hay una cuidada creación de un mundo vivo, y lo puebla de personajes completos, con aristas, que tienen momentos para crecer en la intimidad generada entre escenas de lucha. Ese mimo en los pequeños detalles la vuelven una experiencia satisfactoria además de diferente.
En cines.
El prodigio
En otro interesante caso de Netflix escogiendo mal las películas a aupar durante la temporada de premios, Sebastián Lelio aprovecha la libertad para hacer otro relato puramente suyo, tocando represión en determinados ambientes sociales y especialmente religiosos además del peligro de los falsos relatos impuestos a martillazos. El chileno vuelve a hacer una película compasiva que intenta encontrar más trazos de compasión en entornos plagados de personas que carecen de ella. Exquisita incluso aunque no siempre sea consistente.
Emily la estafadora
Thriller criminal muy efectivo de 90 minutos, con sus momentos de tensión, su poco de crítica a la mentira del libre mercado y una relación emotiva en el centro que tiene miga y le da más cuerpo de lo esperado. Aunque ante todo es la enésima confirmación de que Aubrey Plaza es lo más y que hay que estar pendiente de cualquier cosa que decida protagonizar.
En alquiler.
Resurrección
Incluso con diferencias de estilo y tono muy marcadas, resulta curioso como esta película termina hablando de la toxicidad masculina y la ansiedad del abuso de una manera similar a otro estreno reciente como es Men. Aunque Andrew Semans opte por algo menos abstracto y más paranoico/ansioso que Alex Garland, y en cierto modo logre ser más exitoso en su empresa. Ya tan solo por sostener la metáfora a través de personajes complejos pero identificables, llevados por actores superlativos (Rebecca Hall lleva unos años interesantes encadenando proyectos de terror oscuro y aledaños), consigue tenerte más metido en lo que va pasando y logra aterrizar mejor un final que también tiene miga a su manera.
En alquiler.
OK
El cuarto pasajero
Sorprendente lo bien que le sienta a Álex de la Iglesia varias cosas que pasan aquí. Por un lado el retorno a una comedia caótica con su dosis de mala leche, que consigue desarrollar con personajes bien trazados que luego los defienden actores bien dirigidos. Por otro lado está el ambiente limitado de la localización en el coche, que le lleva a menos frenetismo con el montaje y más observar a los personajes. Funciona todo muy bien (incluyendo ese Ernesto Alterio como agente del caos) y casi te olvidas de que va a llegar el tercer acto de rigor donde todo se le va al carajo.
En cines.
El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro
Con Guillermo del Toro poniéndose entre medias de Chicho Ibáñez Serrador y el Guardián de la Cripta, nos llega una antología pensada para desarrollo de músculo de diferentes cineastas de su predilección. Curiosamente, logra que cada uno de ellos, incluso en su variedad de historias y de calidad de resultados finales, tengan un mimo y un cuidado notable, especialmente en el acabado visual. Muy a destacar lo que hacen David Prior y Jennifer Kent con sendos capitulazos. También Panos Cosmatos y Ana Lilly Amirpour, pero por la poca vergüenza de los suyos. Muy desiquilibrado, como cabe esperar de una antología moderna, pero bastante curiosa.
From
A los fenómenos "discovereables" hay que darles un margencito para ver si tienen algo de realidad. From es el caso (esta vez en HBO) de serie que está todo el mundo viendo y comentando una semana o dos para luego desaparecer. Por eso igual no vale mucho la pena rescatarla ahora para esta recopilación, pero he llegado a ella ahora para comprobar de que iba a la vaina y he encontrado una heredera de Stephen King que no adapta ninguna obra suya pero sí tiene ese terror inexplicable que azota y enloquece a una comunidad pequeña.
Tiene sus momentos de susto que funcionan muy bien, y tiene una intriga interesante, aunque tiende a desarrollarla con un poco de algoritmo que la desluce un poco. Pero es correcta, no entra nada mal, así que no es del todo un fenómeno vacío (como suelen ser la mayoría).
Mundo extraño
Es un poco raro que los 100 años de Disney se celebren con una aventura de ciencia ficción desenfadada que no parecían tener muchas ganas de estrenar. Más allá de eso, tenemos aquí una simpática pieza que se zambulle en diseños de fantasía clásica, con bichos peculiares que muestra con animación fabulosa. Menos guay es que machaque algunas tendencias formulaicas del Disney reciente, como el enésimo ejemplo de dinámicas familiares imperfectas que sustituyen la presencia del villano o querer contar un gran tema (salvar el planeta) aunque sea atropelladamente. Le puede tanto el entusiasmo y que las ideas estén poco reposadas que parece tener la energía de un niño pequeño queriendo contarte algo con entusiasmo pero ves como se traba y se queda sin aire en el proceso. Algo extraño, pero sigue siendo muy maja. Y chula de ver.
En cines.
Sin novedad en el frente
Hacer una película marcadamente antibélica sin dejarse llevar por la espectacularidad que contradice un poco el mensaje siempre es un reto, y la Sin novedad en el frente de 1930 es uno de los mejores ejemplos que lo logran. La nueva versión de Edward Berger se acerca bastante, haciendo un retrato bastante desgarrador y tenebroso de la Primera Guerra Mundial además de ambicioso por todas las facetas del bando alemán que busca cubrir. Esa ambición juega un poco en su contra, con dos horas y media desperdigadas que reducen fuerza al conjunto. No vamos a negarle su derecho a querer cubrir lo que quiere cubrir, pero hay potencial para un clásico de menos de dos horas que te deje completamente devastado.
The Good Fight
El spin-off de culto de los King siempre ha buscado cómo navegar en tiempos sociales y políticos turbulentos, y lo ha hecho casi reinventándose con cada temporada (muchas veces por pura necesidad). Tiene sentido que su final sea también turbulenta, con sus personajes más puestos en una encrucijada y con todo el ruido de La Conversación (cualquiera de las miles que hay en Twitter) siendo tan abrumador que sólo quieres desconectar. Por eso llega a la línea de meta un poco más trastabillada que nunca, aunque con cierto halo de esperanza que quiere pegar en tu cabeza para no permitir que te relajes y permitas a los otros ganar.
MEH
Armageddon Time
James Gray tiene una clara virtud, y es la habilidad de hacer realmente suya cualquier cosa que haga, sea drama criminal, cine de aventuras o una historia de crecimiento bien intencionada como esta. Sus detalles son agradecidos en la enésima película de un cineasta repasando su infancia, ya que permite explorar grises y falsas promesas de una manera que pocos cineastas pueden. También vuelve a su recurrente obsesión con los padres fallidos, que es donde la película tiene más fuerza.
Sin embargo, hay problemas que limitan lo que podría haber sido una sensacional película personal, desde una abundancia de temas a explorar (racismo, la mentira de la meritocracia, fantasía para escapar) hasta el descuido de varios de los personajes secundarios para que ser un relato familiar. Y no es por ser cruel con el niño actor o con el niño James Gray, pero realmente es un protagonista menos matizado y más insoportable de lo que pretendía.
En cines.
El ángel de la muerte
Thriller true crime de domingo por la tarde con actores de más pedigrí. Podría haber tenido su punto, pero enfocar la historia por el personaje de Jessica Chastain lo que termina es deshacer cierta tensión y prolonga demasiado la parte de investigación hasta capturar a Eddie Redmayne. Luego, parece que quiere meter el dedo en la llaga en el sistema de hospitales privados de Estados Unidos (ese cataclismo sanitario) pero lo deja un poco de lado hacia el final. Su intento de hacer intriga a través de miradas se queda escaso.
Hasta los huesos: Bones and all
Como romance juvenil es frustrante, y es un problema porque la mayoría del relato va por ahí. Es difícil sentir emoción o captar sensualidad cuando el personaje de Taylor Russell quita fuerza a la metáfora al hacer explícito todo lo que le pasa, o cuando Timothée Chálamet es incapaz de reflejar la tensión o el ansía que parece definir su personaje. Su vaguedad en esta parte impide que coja vuelo, y es una pena por los momentos que sí funciona, que es la de género más puro. Luca Guadagnino consigue ser elegante en lo gore, creando sensación de asco y retorcimiento con imágenes puntuales y un sonido muy bien empleado. Luces y sombras.
En cines.
Historias para no dormir
No vamos a explicar cómo funciona una antología, y tampoco hace falta recordar mucho qué define esta nueva temporada de Historias para no dormir. Cuatro nuevos directores rehaciendo cuatro historias clásicas del programa original de Chicho Ibáñez Serrador, pero sólo parece que Salvador Calvo ('El trasplante') y en menor medida Nacho Vigalondo ('La alarma') han hecho algo provechoso con el encargo. Deslucida en general, aunque aquí siempre tiene que comprobarlo por uno mismo porque nunca sabe qué historia le va a gustar más.
La maternal
Cuando el vistazo “sin juzgar” y “naturalista” de la maternidad adolescente se convierte en método contraceptivo involuntario. Incluso aunque no cometa errores notorios o incluso se pueda denominar correcta en el tipo de película que quiere ser, da la sensación de intercambiable en lo que ya es un género como es “niñas creciendo en España”. No es realmente su culpa que se haya creado una trinchera necesaria, pero sí determinadas decisiones que la deslucen.
En cines.
NO
Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades
No vamos a descubrir ahora que Iñárritu tiende a la egolatría más pedante e insoportable, su filmografía (incluso en sus puntos buenos) ya lo atestigua. Sin embargo fascina cómo encuentra nuevos límites para hacer delirios con los que congratularse sin que se le caiga la cara de vergüenza. Tremendo que haya acabado quitando media hora, pero las escenas en las que se apilan cadáveres (especialmente graves teniendo en cuenta la producción) hayan pasado el corte. Es increíble que haya conseguido algo peor que Biutiful y Babel juntos, es difícil eso.
En Netflix (16 de diciembre).
El espíritu de la Navidad
¿Que no te habías enterado hasta ahora que se ha estrenado una comedia musical navideña con Will Ferrell y Ryan Reynolds haciendo su propia versión de Cuento de navidad? No es culpa tuya, es La-era-dorada-del-streaming-no-hay-burbuja-y-el-marketing-funciona-perfecto-siempre. Cosas como esta contribuyen a clavar el ataúd de la comedia de estudio que no está rodada un 98% a base de planos contraplanos pegando sesiones de improvisación.
En Apple TV+ (que sí, que esta peli existe).
El país de los sueños
No bastante con tener otra movida de Tim Burton desganada, ahora tenemos otra movida aparte que quiere ser Tim Burton, pero también desganada y con algoritmo. Tiene delito hacer una peli de fantasía y sobre los sueños tan rígida y aburrida.
Élite
Hay que ponerla por reglamento. No esperaréis que se vuelva buena de repente tras cinco temporadas de mierda, ¿no?
My Policeman
Si este año debía ser el escogido para convertir a Harry Styles también en estrella de cine, alguien le tendría que haber escogido proyectos donde no se le vieran tanto las costuras. Aquí está como uno de los pilares de un complejo triángulo amoroso en tiempos de represión para personas homosexuales, escrito y dirigido con una consistencia tan blanda que la mierda de pavo parece cemento en comparación. Terameh.
The Peripheral
La triste coincidencia ha colocado muy próximos la noticia del final abrupto de Westworld y el estreno de esta serie producida por Jonathan Nolan y Lisa Joy. Casi le pone un peso adicional a la espalda de intentar reivindicar a la pareja de autores además de adaptar con atino la novela de William Gibson. Por desgracia, no está en condiciones de cumplir en ninguno de esos aspectos. Ciencia ficción lujosa y ambiciosa que queda lastrada por dramas que ni ellos mismos parecen creerse demasiado. Oportunidad perdida.