Tier list cine y series de septiembre: amistades en piamontés, un sol italiano, un asesinato veneciano y más
Las series y películas del mes, ordenados en ranking para que no tengas que pensar.
Hi, personicas.
Este mes la tier nos ha salido muy italiana, por unos motivos u por otros. Pero también hay paseos por Detroit, India, una Vietnam futurista, un Chile desprovisto de sangre y una galaxia muy, muy lejana. Tenemos de todo.
EXCEL
Jawan
Todos nos sentimos un poco especiales alabando la maravillosa e hiperbólica locura de RRR, aunque había parte de turisteo por la esencia del cine de acción indio (o uno de ellos, hay demasiadas industrias dentro del país para hablar de sólo un tipo de cine). Seguir era un reto para neófitos, pero cualquiera te apuntará en una misma dirección. No un director, sino una estrella: Shah Rukh Khan.
Como una perfecta mezcla de Tom Cruise y Denzel Washington (por citar referentes conocidos), la gigaestrella india es todo un todoterreno que suele cumplir con creces. Lo mostró el año pasado con Pathaan (un buen OK) y lo lleva un poco más lejos en su particular mezcla de V de Vendetta, The Equalizer y thriller de prisiones. Un espectáculo alucinante, con la acción desmadrada esperable y mucha diversión.
En cines.
Las ocho montañas
Es fácil, incluso bastante fácil, odiar esta adaptación literaria escrita y dirigida a dos manos por los belgas Felix van Groeningen (Alabama Monroe, Beautiful Boy) y Charlotte Vandermeersch. A priori, motivos no faltan: un conflicto algo manido entre dos amigos de la infancia (el urbanita y el que se quedó en el pueblo), una temática cercana al resbaladizo territorio de la autoayuda, una voz en off algo acartonada que puede sonar a mala adaptación, una banda sonora invasiva y algo indigesta...
Todas esas cosas, es verdad, están ahí, y quiénes somos nosotros para juzgar a quien simplemente no pueda con ellas. Odiar es libre, voluntario y hasta recomendable. Pero. Lo que es indudable es que aquí hay un relato realmente hermoso de la amistad entre dos hombres con una aproximación muy conmovedora a la intimidad entre ellos. Hay también un proceso de escritura y de montaje que primero escoge muy cuidadosamente qué momentos de entre todos estos años de relación va a decidir mostrarte y que luego, una vez ha tomado esa decisión, te acompaña con mucha dulzura para mostrártelos.
La estructura de película-río tiende a facilitar el tratar los Grandes Temas (familia, amistad, paternidad, el hombre y la naturaleza, el paso del tiempo, la satisfacción con la propia vida) casi como una lista de la compra, pero Las ocho montañas los aborda con sencillez, empatía y la dosis justa de lirismo para que logre alcanzar las cotas de grandeza cinematográfica que se autoimpone sin que la ambición la haga descarrilar. Y también se permite hablar a ratos un recondidísimo dialecto del piamontés.
Si dejas que las gafitas se deslicen por tu nariz más de la cuenta, no le vas a pasar una, pero si te dejas coger de la manita podrás disfrutarla mucho. (poliptoton)
Nadie te salvará
Un día alguien mirará atrás en el tiempo y se preguntará por qué Disney volcaba cosas como esta directamente a streaming a pesar de tener suficiente para funcionar. Nadie te salvará bebe de mucho terror y ciencia ficción clásicos, y los intenta deformar en un carrusel de hora y media sin diálogos.
Más allá de la curiosa decisión, logra sostener una buena película de género en torno a ello, y por si no fuera poco intenta lanzar un órdago con su final. Es tan atrevida y estupenda que habría sido como poco un éxito modesto (o sorpresa) de haberla sacado en cines. O se volvería en peliculón de culto. Ahora que no la borren de la existencia (digital).
Poker Face
Una de las series más frescas y modernas del momento es una que no para de referenciar las maneras de operar de la tele antigua. Desde Colombo a Se ha escrito un crimen, por citar referentes detectivescos, pero también mucha tele procedimental que se carga de cameos y la intriga no va por donde piensas que va a ir. En su caso, como en la misma Colombo, la serie empieza desvelándote el crimen y sus ejecutores, mostrándote luego como el personaje de Natasha Lyonne se involucra en la trama y trata de que los culpables terminen desvelando ellos el pastel.
Esto ya te da para una serie entretenidísima capítulo a capítulo, quizá con algunos altibajos de calidad, pero siendo esta una serie de Rian Johnson no solo hay calidad alta bien sostenida, sino que añade un par de vueltas más que la vuelven sorprendente y esencial. Johnson vuelve a sus tiempos de Breaking Bad para hacer diversas historias de personajes consumidos por la codicia que piensan que pueden dar el golpe de sus vidas sin que nadie les pille, a lo que añade referencias a diferentes ámbitos de la industria del espectáculo y consigue, de la mano de sus colaboradores, encontrar la manera de que cada episodio no sea el bajoncito y hasta te remueva al final.
Sus intrigas están bien contadas de inicio a final, tanto en cada capítulo como en un final de temporada que sabe atar de forma genial todo lo que le precede. Tremendo golazo para la mejor serie de estreno de lo que llevamos de año.
The Creator
Gareth Edwards se ha hecho un nombre en la ciencia ficción de la última década por un motivo principal: sus películas lucen mejor que las del resto. Incluso con limitaciones presupuestarias (como este caso, que ha contado con menos de la mitad del presupuesto del blockbuster medio de este año), su pasado en efectos especiales le permite saber cómo aprovechar recursos y que el CGI realmente luzca para engrandecer el espectáculo.
Ya sólo faltaría que intentase buscar a otra persona que le escribiese los guiones, su punto más flaco. Pero la gente que intenta señalar The Creator como un cliché gigante rara vez lo hace con el resto de blockbusters (y como si eso impidiese hacer peliculones, mirad a James Cameron con Avatar). Sencilla pero convincente en lo emocional y arrolladora en cualquier aspecto visual, su exploración del conflicto con la Inteligencia Artificial se preña del cine bélico que va desde Vietnam a la ocupación en Afghanistan, haciéndola mucho más ambiciosa y no sólo alucinante. Es la cura contra la pereza que Hollywood necesita.
En cines.
SÍ
Fundación
Pone tantas perras Apple en sus series de ciencia ficción que resultan todas refrescantes y fascinantes de ver. Como mínimo. Aunque Fundación es capaz de ofrecer más que eso, incluso aunque vaya siempre tensando la cuerda que la conecta con Asimov más allá de sus límites. El mundo se siente tan vivo como al borde del colapso, superando en construcción a la producción sci-fi media, y desarrolla ideas de una manera exquisita. Y luego, qué pasada es visualmente.
Justified: Ciudad salvaje
Resucitar Justified en plena era de Peak TV siempre es un riesgo, porque el algoritmo es poderoso y puede hacerla genérica de más. Pero con ver a Timothy Olyphant colocándose el sombrero es suficiente para sentirse como en casa. El aura de western noir sigue presente incluso aunque pierda esa fuera del procedimental, lo que hacen que esos primeros capítulos se sientan a ratos una serie distinta.
Va mejorando conforme avanza la temporada (especialmente cuando la hija real de Olyphant sale del mapa). Puro policiaco para padres en la línea de otra entretenida adaptación de Elmore Leonard como es Bosch.
La gran estafa de los teleoperadores
Un gran entramado donde las donaciones recaudadas por el telemarketing no llegan a las causas que se anuncian y hacen un bucle fraudulento es material de true crime de varios episodios con la misma plantilla que tienen todos los de Netflix. Afortunadamente, este lo produce HBO, por lo que tiene un poco más de personalidad, y su denuncia va bien hilada con una comedia de colegas de no-ficción. Puramente americano en todas las facetas posibles.
Las gotas de dios
OK
Creatura
Su manera de entrar en los tabús sociales, en el despertar sexual femenino y las dificultades para generar intimidad en la vida adulta son un fascinante añadido a esta nueva historia de "niñas creciendo en España". Mi mente educada a martillazos por Haneke me ha hecho esperar cosas peores que no se producen, así que parte del problema es quizá solo mío. Eso o que sus "soluciones" de new age difrazadas de folklore me generan cierto rechazo. Aun así, muy interesante.
En cines.
El sol del mañana
Nanni Morretti tiene ese don para la tragicomedia superpersonal que no se siente como justificación de sus neurosis, y sus mejores películas entrelazaban su necesidad de expresarse a través de las simpáticas absurdeces con la urgencia política sobre la que divaga. En El sol del mañana, hecha ya a sus 70 años, ya opera a 0,5x de velocidad, pero le sigue gustando dispersarse hacia todas las ideas posibles. Algunas geniales, pero no todas. De hecho, se nota que el final lo ha puesto ahí por sus huevos. Al menos no lo ha hecho porque se lo diga un algoritmo como los que denuncia.
En cines.
Sólo asesinatos en el edificio
La frescura de esta serie partió de cómo era capaz de señalar y hacer gracia con la obsesión moderna con el true crime. Se logró sostener gracias a la química de un trío protagonista muy efectivo y gracioso lanzándose pelotas entre ellos. Que su tercera temporada sea menos autoconsciente que nunca, opte por tener a sus protagonistas muy alejados y encima sea más "Inside Broadway" son demasiadas trabas que ponerse en la rueda de la bicicleta. Siempre entretiene, pero cada vez se queda más en poquita cosa. Y Selena Gomez cada vez actúa peor.
MEH
Misterio en Venecia
Las adaptaciones de Agatha Christie realizadas por Kenneth Branagh siempre han funcionado bajo mínimos, siendo más disfrutables en su faceta más hortera y disparatada que en el desarrollo de sus misterios. Aquí su falso intento de casas encantadas firma todos los mínimos posibles, sin atmósfera ni intriga además planísima en todos los aspectos visuales. Consistente en el MEH, eso no se le puede negar al pomposo Branagh.
En cines.
One Piece
Seguro que le han puesto toda la voluntad del mundo para que se note más el cariño al anime que las tendencias del algoritmo, no me cabe duda. Especialmente viendo el entusiasmo en el protagonista, o el intento por llevar muchos de los diseños originales a algo medianamente plausible en el mundo real. Pero leñe, cómo le pesa el algoritmo, cómo jode la sensación de incredulidad esa fidelidad extrema que bordea el cosplay, y qué aburrida es la acción genérica sin cortes donde se nota que los actores la hacen porque nada les pasa. Al final, un poco rollete.
Reality
No le falta arrojo y atrevimiento como thriller político, además de estudio de un personaje cuya psicología a ratos resulta impenetrable. Pero su elemento más diferenciador es justo una de las barreras que más debe superar el espectador: los diálogos directamente extraídos de las transcripciones policías que, si han llegado a recibir una revisión por parte de guion, resulta imperceptible. Resulta tan crudo que parece más un relato de sucesos que una historia.
NO
Ahsoka
El proyecto de las series de Star Wars ha acabado quemado antes que el de las pelis, que este intento "en serio" de hacer una temporada secreta de Rebels como si todo el mundo estuviera al día. Mal vamos si van a pasar a darle las riendas de esto al frikazo vomitalore de Dave Filoni, que tiene más sombreros de cowboy que sangre en las venas a la hora de rodar.
El conde
Igual Roma va a ser una excepción muy notable a una nueva norma donde vamos a tener que temer si un cineasta latinoamericano da el salto a Netflix. La sátira vampírica y política de Pablo Larraín tiene recorrido muy corto, aunque una estética muy cuidada. Su intento de hacer también una dramedia familiar wesandersoniana resulta muy pobre en un conjunto donde todas las conclusiones se extraen ya desde la premisa "Pinochet como Conde Drácula".
El cuerpo en llamas
Luego dice que la sección de sucesos de El Español es la polla, así que igual sí que es erótico. Erótico Pedro Jota.
La monja II
Un spin-off malo de Expediente Warren que demuestra cómo de negligente es esta franquicia conforme más se aleja de los Warren o de James Wan. Al menos tiene algún que otro detalle guay en los sustos, como un sacerdote en llamas, pero por cada uno de esos hay 15 toques de lo más random.
En cines.
Los cuatro cortos de Wes Anderson para Netflix
Aparte de la tontería habitual con él, estas cuatro adaptaciones cortas de Roald Dahl se han estrenado de una manera poco habitual para Netflix (uno al día) y queda la sensación de que Wes Anderson lo ha impuesto así en lugar de una antología para que nadie diga que ha hecho una película/miniserie para Netflix. Qué tontaina es.