Pongamos que se pudiera seguir fumando en los bares y clubes de nuestro país. Imaginemos que entramos en uno que lleva horas abierto, dando calor a sus feligreses a eso de las 4 de la mañana, si es que la normativa municipal no obliga al cierre antes, claro. Hagámonos a la idea de la atmósfera que se podría respirar en él; de la espesura de su aire, del…
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