Una canción, una escena #56: 'Crying, Laughing, Loving, Lying' en 'Los que se quedan'
Mentirse a uno mismo, qué agradable
Una canción, una escena es una sección Hipersónica donde se repasan algunos de los mejores momentos musicales en la historia del cine. O los mejores momentos cinematográficos de nuestras canciones favoritas. Sea lo que sea, es un perfecto cruce de nuestras grandes obsesiones.
La canción: ‘Crying, Laughing, Loving, Lying’, de Labi Siffre
Desde bien temprano Labi Siffre descubrió que el mundo no iba a ser benévolo con él. Un ateo estudiando en un colegio católico. Un hijo de una británica con ascendencia de Barbados y un nigeriano en un país donde un bar podía tener un cártel de “No se admiten negros ni perros”. Un hombre gay cuando los disturbios de Stonewall empezaron a suceder. La vida le estaba dejando arañazos sólo por existir.
Aun así, coger una guitarra y tocar en clubes folk fue una oportunidad sanadora, para ir abriendo en canal algunas de sus heridas personales relativas al amor y la vida, con la melancolía casi psicodélica que estaba entrelazando a gente como Donovan, Nick Drake o Rodríguez. Consiguió colarse entre los éxitos de manera tímida con canciones como ‘Crying, Laughing, Loving, Lying’, una exploración en cuatro actos sobre emociones. Sobre su utilidad y también sobre negarlas. De qué sirve llorar. Reír quizás si sirva. ¿Amar? Desde luego no sirve en la maleta que quiere llevar a cuestas.
Pero claro, creer eso es engañarse a uno mismo.