Una canción, una escena #61: 'Redondo Beach' en 'Perfect Days'
Una experiencia de 10
Una canción, una escena es una sección Hipersónica donde se repasan algunos de los mejores momentos musicales en la historia del cine. O los mejores momentos cinematográficos de nuestras canciones favoritas. Sea lo que sea, es un perfecto cruce de nuestras grandes obsesiones.
La canción: ‘Redondo Beach’, de Patti Smith
Entre infancia y años formativos, Patti Smith se fue acostumbrando a ir de un lado para otro. Philadelphia, las diferentes esquinas de Nueva Jersey, París. Para cuando se estableció en Nueva York tenía serie de influencias y experiencias que quería explorar de diferentes maneras, empezando por la poesía y acabando inevitablemente en lo musical, primero escribiendo y luego interpretando.
Así se colocó al frente del Patti Smith Group, donde podía llevar su inquieta creatividad a la emergente escena punk donde cabía de todo, incluyendo la gran expresividad pop y artística de Television con los que compartían cartel a menudo. El grupo sacó finalmente ese Horses que unía ese punk rock con la mordaz poesía de su líder, que se permitía explorar sensaciones complejas a través de curiosos artefactos narrativos.
Entre su máximas expresiones está ‘Redondo Beach’, una marchosa pieza de influencia reggae donde explora la muerte de una mujer joven desde la perspectiva de un narrador que siempre discutía con ella. Considerada una tragedia lésbica, al ser nombrada por una zona frecuentemente visitada por el colectivo, Smith realmente la escribió a raíz de una discusión con su hermana a la que le siguió un día entero sin saber de su paradero y provocando su preocupación. Aun así, tiene su punto macabro hablar de estas cosas desde un marco de cultura surfera y tono relajado.
La película: ‘Perfect Days’, de Wim Wenders
Desde bien joven a Wim Wenders le gustaba escabullirse hacia otros lugares. Cuando nadie estaba atento, era capaz de hacer por su cuenta viajes desde Düsseldorf hasta Amsterdam sólo para visitar el Rijksmuseum. También se dirigió a París para ser pintor, pero no cumplió con los requisitos de admisión en la Universidad, volcando finalmente sus inquietudes artísticas en la fotografía y el cine.