Adiós a Françoise Hardy, un divertido supergrupo, la triste leyenda de la Bruja de Blair...
...y otras noticias, discos nuevos y pelis de estreno con las que ponerte al día
¡Valladolid, buenos días!
Ayer hubo nuevo Rimas a Paladas, con diez discos de hip-hop recientes que merece la pena escuchar. No te duermas:
Francia no para de perder
Si no tuvieran bastante con ir cediendo cada vez más terreno a los fascistas1, Francia está en proceso de perder iconos. El último ha sido Françoise Hardy, una de las reinas de la canción pop melódica y existencialista que ha fallecido a los 80 años. Un símbolo de esos 60s franceses de melancolía y suéteres, y un icono de la moda.
Hardy sin duda merece ser recordada por esa conexión trazada entre la emergencia del rock & roll y la clásica chanson francesa. Y bueno, que pocas cosas se sienten más confortables que ponerse Tout les garçons et les filles en una tarde de domingo con un té y una mantita. Se inventaron discos así para estos momentos mucho antes de que supiéramos que podíamos tenerlos.
Su carrera incluye muchísima más variedad: la estupenda calidez de Ma jeunesse fout le camp esconde su profundidad melancólica a primera vista, con la chanson mejor orquestada, pero sin hits aparentes. En 1971 edita su apasionante, sutil, La Question, caras muy distintas de una misma cantante.
Aunque nos guste menos su final de los 70 y el aislado Decalages ochentero por mucho que tenga esa “dilettante, je suis”, que siempre nos dan ganas de reafirnar como himno, sus 90s y dosmiles son muy notables: Le Danger (1996) afiló su música, Tant de belles choses (2004) la descomprimió de nuevo, asomándola también a la oscuridad.
¿Alguien dijo FACTOS?
Ser el actor famoso más pobre
A todo quisqui se le quedó el culo torcido cuando salió El proyecto de la bruja de Blair, uno de los hitos del cine de terror que en la era pre-Internet causó sensación por el found footage y por una campaña que trató de mantener un misterio sobre si lo que se veía era de verdad. Fue todo un hito para el cine independiente, un éxito sin precedentes… menos para la gente que contribuyó a hacerla un icono: sus actores.
Heather Donahue, Michael C. Williams y Joshua Leonard fueron escogidos para actuar, pero también se les entrenó para manejar cámaras y equipos de sonido, y para improvisar los diálogos durante la lejana participación de los directores de la idea Daniel Myrick y Eduardo Sánchez. Básicamente ayudaron a amasar todo lo que hacía genuino a la película, y lo que permitió elevar la cuestión de que todo podía ser de verdad.
Después de que la película fuese adquirida por Artisan Entertainment por un millón de dólares, y se estrenase convirtiéndose en un fenómeno, los tres mantenían trabajos ordinarios. Donahue iba a un trabajo temporal pasando cerca de un cartel con su cara. Williams movía muebles para sorpresa de su jefe, que había visto su cara en una revista. Leonard trabajaba en un catering donde se topó con su agente, que se quedó patidifuso.
Todo esto se produjo porque ninguno tenía estipulado una compensación extra si la película generaba beneficios o era un éxito. Al ser un trabajo independiente y al margen de la regulación, el sindicato de actores no podía ayudarles. Cuando la película recaudaba millones y millones, ellos sólo recibieron una cesta de agradecimiento.
Por si fuera poco, no podían sacar rédito del fenómeno. La promoción se hizo mayormente sin ellos, ya que había que mantener la ilusión de que habían muerto haciendo la película. Tampoco podían señalar su situación precaria, el estudio les amenazaba. Sólo Joshua Leonard pudo mantener una carrera en el cine, y siempre en el terreno independiente, porque nadie pensaba que pudieran funcionar fuera al pensar que se estaban interpretando a sí mismos.
Así, mientras ellos tenían que buscar otros trabajos como pudieran, Artisan y luego Lionsgate iban forjando una franquicia de alta rentabilidad, aprovechando además su imagen y trabajo, pero sin contar con su colaboración, mucho menos compensarles. Al demandarles por la secuela, los actores llegaron a un acuerdo para cobrar unos 300.000 dólares, mientras que los productores llegaban a generar hasta 40 millones a raíz de la Bruja de Blair.
En el pasado mes de abril Lionsgate anunció planes para reiniciar la franquicia, meses después de que el reparto estuviese celebrando con atemperada ilusión el 25 aniversario de la cinta original. Ahí dijeron basta, y unieron fuerzas para reclamar una justa compensación por su trabajo que sirve de piedra fundacional para estos futuros proyectos. No es sólo el dinero, según comentan los actores en el artículo de Variety enlazado anteriormente: quieren que su historia sirva de lección para futuros cineastas independientes para que estén al loro y no sean también jodidos por una industria mucho más astuta y avariciosa que ellos.
Cosas que ver y escuchar este fin de semana
El verano es el mejor momento para perforarse el estómago. O no, pero aun así queríamos ya un nuevo trabajo de Ulcerate, una de las mejores bandas de death metal actuales2. Con Cutting the Throat of God nos esperan más riffacos infernales, disonantes y técnicos con los que apretar naranjas.
Más discos que salen hoy:
Sacamos cigarros para el cine este fin de semana, porque entre lo que parece una colección de purria aparece el bueno de Christian Petzold. El director alemán es experto en desmenuzar con precisión quirúrgica géneros de los que consideramos tener controlados, y parece que va a hacer lo mismo con El cielo rojo. Y yo qué sé, sólo con leer esto os deberían dar ganas de verla:
Más estrenos esta semana:
En Amazon Prime Video: The Boys (S04)
En Apple TV+: Presunto inocente (Miniserie).
En Disney+: Colegio Abbott (S03)
En Max: La casa del dragón (S02, el lunes)
Pausa de minutos cinéfilos
El sube-baja hipersónico
👎 Metallica, una vez más señores Burns vestidos de jóvenes.
👎 Marvel, incapaz en pleno 2024 de hacer una película de Blade.
👍 Abel Ferrara y el perdido arte de los audiocomentarios.
👎 Swifties y sus nuevas barreras derribadas.
("Valladolid, buenos días" es una canción de El Niño Gusano. También es una sección de actualidad de Hipersónica. En 15 minutos, estarás al día de lo relevante en nuestro terreno. Cada lunes, miércoles y viernes en tu buzón de correo o en la web de Hipersónica.)
Una spécialité.
Y la única que tiene como nombre con un imperativo que podamos bancar.