Discos que NO
Exciter (2001): inaugurando las siguientes dos décadas
Exciter se convierte, desde su salida, en un disco muy poco reivindicado por los seguidores del grupo. Y casi nadie en Hipersónica ha querido decir palabras bonitas sobre él, salvo excepciones honrosas que, sin embargo, ya no podrán acudir a repetirse.
Mejor, porque Exciter inaugura una tónica que en los siguientes discos sólo se romperá en el muy apreciable Playing The Angel: la de uno o, como mucho, dos singles resultones y morralla a punta pala para seguir girando. Lo curioso del desastre casi sin paliativos que es Exciter es que es la primera vez en la que el grupo se tomó una larga pausa sin giras: Martin Gore llevaba cuatro años sin entrar en el estudio y a la vista está que se quedó en blanco.
El grupo se bloqueó: durante meses fueron incapaces de componer nada. Daniel Miller quiso aportar ayuda y sugirió que se trajesen amigos: fueron Gareth Jones, que había sido productor de Depeche Mode, y Paul Freegard los elegidos. Y fueron ellos también los responsables de que se desbloqueara todo: Gore volvió a componer.
No les daremos las gracias por ello.
Ni con un Mark Bell, LFO, en la producción cuando venía de trabajar en los impresionantes sonidos de Björk en Homogenic y Selmasongs, levanta cabeza Exciter.