El volquete del metal (XXXIX): rica variedad de lanzamientos
Los discos de metal que tienes que escuchar.
Aquí estamos otro mes más, repasando los últimos trabajos metaleros -y aledaños- que han llegado a nuestros oídos y nos han molado una barbaridad. O nos han dado un buen rato de engorile. Sea lo que sea, tenemos mucha buena mandanga en esta entrega, así que vamos al lío.
El disco del mes: Red Eye - The Cycle
Hace unos tres años, la banda malagueña Red Eye asomó la patita en la escena doom con un notable debut, Tales from the Days of Yore. En aquel trabajo mostraban un entendimiento muy claro de las bases del stoner doom, explorando en ocasiones sus raíces setenteras, y moviéndose en otras vertientes de este subgénero pesado y monolítico. Un trabajo prometedor de lo que podía ser una banda interesante en nuestro metal underground. Su segundo trabajo no se queda en la promesa, o siquiera en destacar entre nuestras fronteras. Va mucho más allá.
The Cycle es un trabajo conceptual donde la banda andaluza muestra que están listos para otro nivel y de explorar todas las posibilidades del doom metal. Una vez mostrado que entendían las bases, ahora pueden expandir sus influencias y tratar de mover las piedras fundacionales del sonido, sabiendo lo que funciona y lo que no. Les vemos moverse hacia el funeral doom, a ratos hacia lo extremo introduciendo blastebeats y guturales, y también les vemos introducir elementos ajenos como esas voces solemnes, casi litúrgicas, y jugar con momentos de intimidad melódica que bordean lo folk y dejan ligeras reminiscencias de rock andaluz.
Es un cambio que se siente como una bocanada de aire fresco en un estilo que tiende al anquilosamiento, así que la impresión que deja es deslumbrante. El grupo sabe conjugar lo tradicional con mentalidad atrevida e inconformista, y lo traslada a unas composiciones monumentales, con riffs llenos de fuerza y capacidad de hipnotizar en los momentos donde bajan los decibelios. The Cycle es un trabajo brutal y delicioso, para cafeteros con ganas de marcha y para curiosos que quieran probar algo más intenso. Red Eye han demostrado que estaban destinados a cosas grandes. Lo mejor que le ha pasado al metal andaluz desde Orthodox.
Buñuel - Killers Like Us
Con un nombre como Buñuel, uno esperaría un tremendo combo avant-garde sideral más que una banda de noise y post-hardcore. Pero a este combo italiano no está para resolver contradicciones, sino para sacudir tu cabeza y tus oídos con una buena pelotera de ruido punk, con deslumbrantes desviaciones hacia el doom, que vuelven este Killers Like Us un trabajo encomiable. ¿Algo limitado o que se puede hacer bola? Es posible, pero tanto en cañonazos del calibre de 'When God Used A Rope' como en puntos donde dejan que la ola crezca a niveles abismales, como 'Stocklock', el grupo muestra un músculo tremendo.
Pike vs the Automaton - Pike vs the Automaton
Hay veces donde surge un proyecto en solitario de un músico que ya ejerce una influencia marcada en su banda prinicipal, y te cuestionas la necesidad de esta aventura paralela. Es el caso de Mike Pike, uno de los jefes del metal pesado de las últimas décadas a través de los (nuevamente) difuntos Sleep y High on Fire, donde desata más su poderío. Ahora se nos presenta bajo el nombre de Pike vs the Automaton, con un disco que, en líneas generales... sigue sonando a ese Pike de puro poderío que ya disfrutábamos en High on Fire.
¿Por qué entonces este movimiento? ¿Para evitar comparaciones con su obra previa que se iban a dar de todos modos? ¿Para ahorrarse ciclos de espera al tener que coordinarse con otras partes -y abrirse la posibilidad de trabajar con otra gente-? Por supuesto, que haga lo que quiera, ya que él es un titán en lo suyo y yo no, pero parece un poco cambiar para que nada cambie. Y eso resulta lo más interesante de comentar en un disco que, de nuevo, es puro metal férreo y apisonador, disfrutable a la par que cafre. En general algo menor, ya que resulta algo abrumador con una hora de material, pero con algunos puntos potentes -el tramo de 'Alien Slut Mum', 'Apollyon' y 'Acid Test Zone' es una pasada- además de alguna digresión como el giro country de 'Land' que no está mal. Vamos, una barrabasada marca de la casa.
Immolation - Acts of God
Muchas veces está infravalorada la capacidad de tener una enorme consistencia que te lleva a tener un nivel muy alto de manera repetida. Quizá no siempre alcances cotas de grandeza, pero siempre estás alejado de la mediocridad, y eso es complicado. Por supuesto, Immolation han tenido sus puntos de grandeza, como una de las bandas de death metal americano más demoledoras, pero casi tan impresionante como eso es que hayan seguido sacando discos de mínimo notable jugando con un estilo que ha ido perdiendo prestigio y fuerza.
Acts of God es otro demoledor trabajo de death metal con tendencias técnicas, que no se siente envejecido pero que funciona de una manera clásica. El disco suena formidable desde el primer golpe de verdad, esa pieza homónima al disco donde muestran vigor, disonancias y elementos técnicos empleados con astucia, y pocos puntos donde puedas señalar flaquezas. Y eso se extiende a un disco fenomenal, agresivo y fino dentro de toda su disonancia y rabia. Otro más.
The Body & OAA - Enemy of Love
Nuevo año, nueva colaboración de The Body que acapara nuestra atención. Esta vez la alianza es con el productor electrónico OAA, una emergente promesa del drone y el power electronics. A priori, una alianza perfecta que puede acercar al dúo metalero al terreno a los tiempos del Christs, Redeemers o al magnífico I Shall Die Here que hicieron con producción de Haxan Cloak.
La ruidera del power noise y el drone adquiere más importancia que en aquellos trabajos, aunque en su puro ADN sigue siendo un álbum de The Body. ¿Uno tan apabullante como esperábamos? No siempre. The Body tienden a veces hacia lo monolítico, y eso termina pasando factura. No hacen discos tan largos para que resulte una experiencia agotadora -este además son 31 minutos-, pero es difícil ver que todo el disco esté a nivel excelso. Por supuesto, cuando pega bien es una apisonadora descomunal.
Allegaeon - Dammum
Son tiempos de volver a tener esperanza en la vertiente progresiva del metal extremo. La última gran irrupción es la de Allegaeon, una banda de Colorado con más de diez años de andadura y varios trabajos, no todos dignos de mención. Dammum, su sexto LP, muestra que nunca es tarde para dar el manotazo sobre la mesa. Un disco que apuesta por una parte extrema muy abrasiva, un death metal técnico que a ratos se deja querer por lo brutal, y que no tiene miedo a lanzarse con segmentos muy melódicos y desprovistos de estridencia pesada. Hay muchos temas arrolladores, interesantes juegos de contrastes y construcción de piezas formidables. También es un disco de una hora de duración, y se termina resintiendo por la extensión, pero los momentos más inspirados son tremendos, a ratos realmente sorprendentes. Muy atentos a éste.
JIRM - The Tunnel, The Well, Holy Bedlam
La última década ha tenido pocos grupos más fiables en la esfera psicodelia/blues pesados que la formación sueca JIRM, anteriormente conocida por el molón nombre de Jeremy Irons & The Ratgang Malibus. Los lanzamientos han sido muy dosificados, uno cada cuatro años, pero en cada uno han ido progresando a la hora de expandir su estilo hacia atmósferas inmensas y sugerentes, sin perder en el camino el arrollador mojo a la hora de tocarlo. Con The Tunnel, The Well, Holy Bedlam vuelven a dar una lección de impecable estilo.
Es en momentos como 'Repent in Blood' donde se aprecia la grandeza de lo que buscan hacer. Son más de 7 minutos de tema, con guitarrazos de mucho fuzz, de tempo medio y energía espacial, como casi todos los del disco. Pero la construcción que realizan es impecable, saben darse la dosis justa de épica con riffs gordos y coros potentes, cambiando la intensidad cuando toca e incorporando sabrosos detalles en el camino. 'Pestilence' es otro punto álgido donde te transportan a placer, sugiriéndote hasta que te sacuden el tortazo, y nunca dejando de sonar vibrantes. Quizá ya no tengan el nombre más molón del planeta -probablemente hayan querido evitarse demandas-, pero siguen molando como pocos.
Vein.fm - This World Is Going To Ruin You
Los ciclos nostálgicos son inevitables y a todos nos toca mirar con ternura aquellas cosas que eran tendencia en nuestra adolescencia. El nu-metal está preparándose para su propio revival, y los grupos jóvenes de ahora no tienen pudor para hacerlo. No es que Vein.fm caigan de manera directa en ese saco, pero sí que toman de él en su enfoque del metalcore abrasivo y trallero. Hay bastante chandaleo, melodía de metal alternativo y jugadas de samples que recuerdan a las practicadas por los grupos del movimiento.
También hay detalles técnico, un mathcore arrollador propio de Dillinger Escape Plan o de Converge, y una habilidad increíble para amalgamar todo este conjunto de influencias en una serie de cañonazos fluidos, que van sucediéndose con una facilidad pasmosa, y suenan contundentes en su mayoría. La banda de Boston ha realizado una interesante progresión desde su notable debut Errorzone, volviéndose una de las bandas de metalcore con mayor personalidad ahora mismo y quizá una que atraiga la atención de sectores alejados del metal. Quizá podamos discutir cómo de rotundos son, o si dejan que las canciones se les escapen un poco entre los dedos, pero es una banda que tiene algo que decir, y es difícil encontrarlas en estos terrenos.
Hath - All That Was Promised
Que el black metal progresivo se haya establecido menos que la vertiente death ha hecho que pase mucho bajo el radar, pero también que no haya un modelo claro que las bandas futuras puedan copiar hasta desprenderle su magia natural. Bandas como Hath muestran que los caminos que unen lo progresivo con el black metal todavía son maleables y pueden interpretarse de diferente forma. Ellos optan por un estilo muy arraigado en el blackened death que vaya incorporando esa técnica progresiva.
Aun así, cabe la posibilidad de que su influencia progresiva quede algo aplastada por la contundencia y abrasión de su metal extremo. ¿O simplemente está tan bien integrado que despierzarlo resulta complicado? Es igual, lo que importa es que All That Was Promised es un avance de importancia con respecto a su debut, con atmósferas bien trazadas, ferocidad aplastante y todavía mucho margen para mejorar y hacer algo que rompa los esquemas de manera definitiva. Estaremos expectantes.
Messa - Close
Los italianos Messa llevan un tiempo atrayendo miradas en el metal underground gracias a un doom metal de buena factura, mostrado en discos como Feast for Water. Cuatro años después de esa referencia, han regresado con intención de poner todo un poco patas arriba con Close, que está empezando a atraer miradas de sectores no habituales. Ayuda que en este nuevo disco no se anclan a una concepción tradicional del género, sino que lo están expandiendo en todas direcciones posibles.
El sonido de Messa tira de los clásicos del doom, pero esta vez miran un poco más atrás explorando referentes setenteros de la psicodelia pesada y el occult rock. No lo hacen con intención nostálgica, sino como punto de partida para incorporar elementos menos tradicionales, como dark jazz, metal atmosférico y más que enriquecen increíblemente el estilo. No son diferencias que resalten en una primera toma de contacto, pero conforme vas entrando en el álbum estos detalles se van desplegando ante ti, vas encontrando rincones singulares en sus composiciones y te va quedando claro que están haciendo algo inusual. Y es interesante.
Dar pasos atrás para mirar hacia adelante. Messa encuentran pliegues y esquinas que no habían explorado pero estaban ahí para ser recogidos. Lo hacen también con un trabajo que se muestra algo desafiante de primeras (más de una hora de duración, con 10 temas donde casi ninguno baja de los seis minutos), pero que luego va entrando de maravilla. Encuentran un perfecto equilibrio entre una propuesta fresca que además sea accesible para oídos poco habituados, gracias a una instrumentación exquisita, una construcción de atmósferas impecable y la hechizante voz de Sara Bianchin. Podemos estar ante una obra realmente trascendental.
Pure Wrath - Hymn to the Woeful Hearts
He llegado a las suficientes entregas del volquete para tener dudas sobre si he hablado de determinados grupos o no y me resulte abismal la tarea de revisar el archivo para comprobarlo. El caso es que, si no he hablado antes de Pure Wrath, debería haberlo hecho -sacaron hace un par de años un EP estupendo-, porque hacen un black metal modélico, a ratos melódico, que no rompe esquemas pero suena como si tocasen desde las entrañas. Esta banda indonesia saca ahora Hymn to the Woeful Hearts, que es nueva evidencia de ello. Fenomenal zarpazo con factura de primera que vas a estar encontrándole cositas a poco que te lo pongas varias veces.
Karmanjaka - Gates of Muspel
A veces el cuerpo te pide algo super clásico. Y algo clásico podemos encontrar en el tercer largo de los suecos Karmanjaka, que a ratos parecen directamente sacados de ese primer black metal de los ochenta fiero y épico de marca Bathory. Incluso la producción lo-fi parece directamente de la época. Tienen sus momentos de intentar mover la aguja con detallitos enérgicos o progresiones más modernas, pero su clasicismo resulta muy eficaz y nunca a un refrito gastadísimo. Vamos, que te va a cumplir si eso es lo que le pides.
Aeviterne - The Ailing Facade
La irrupción de las bandas de death metal técnico y disonante está generando unos herederos de gran nivel. Podemos sumar a la lista a los neoyorquinos Aeviterne, que van a ser del gusto de los que disfruten de las atmósferas abrasivas y expansivas de Ulcerate y similares. En la propuesta de su debut en largo encontramos también espacio para detalles de black metal y de sludge, muy finos pero bien integrados en unas canciones que hacen un fantástico balance entre texturas mugrientas, disonancias perturbadoras y contundente punch extremo. Cada tema se nota fantásticamente trabajado, dejando un conjunto formidable sin puntos realmente bajos y que no deja de ofrecer matices interesantes. Un portento.