Las 18 mejores canciones de Ryan Adams
Las asombrosas aventuras del Doctor Jekyll y Mr. Rock’n’Roll
¿18 canciones? ¿De verdad salen tantas de un artista tan absolutamente ido de madre como Ryan Adams? Aunque podríamos acabar discutiéndolo, a estas alturas creemos que sí, que aunque discos imprescindibles suyos al final nos estén saliendo pocos (Heartbreaker y pare de contar) y su vida personal sea lo más horroroso/horroroso/imposible-de-perdonar posible, canciones necesarias hay un buen puñado. La obra y el artista, y esas cosas que ya parecen difíciles de defender, pero que, mierda, no nos queda otra que asumir como la única manera de enfrentarse al concepto de que gente de mierda puede hacer canciones/obras de arte necesarias.
¿18 canciones? “Estáis tontos”. Pues mira: nos salían más de 30 y, por pereza, hemos acabado recortando hasta ese número, así que, si vais a considerar hinchado y prescindible a alguien, en vez de a Ryan os aconsejamos que os fijéis en aquel familiar tan coñazo.
Sí, ese que ni siquiera canta y, posiblemente, sea igual de desagradable, mala persona y ¿agresor sexual? En fin, joder, las cosas de que sean 2022 y queramos firmar algo sobre Ryan Adams.
La cienága just smiled
One breaks my body and the other breaks my soul
Da igual si es en Gold o en la versión cruda del Suicide Handbook, ésta es una de las canciones de emoción duradera, reposada, hermosa y perdurable. Las principales cualidades de Ryan, las que incluso él insiste en sabotear.
Strawberry Wine
Can you still have any famous last words
If you’re nobody somebody nobody knows
I don’t know
29 está lejos de ser uno de sus grandes discos, aunque curiosamente tiene algunas de sus mejores letras, con un Ryan Adams sentado a ver la vida pasar, en vez de a entrometerse en ella como hasta ese momento. ¿A ‘Strawberry wine’ le habría sentado mejor una progresión más punzante, un tono menos reposado? No lo sabemos, pero lo dudaremos siempre.
Come Pick Me Up
Come pick me up
Take me out
Fuck me up
Steal my records
Su hit por excelencia, la canción de cierre de tantos de sus conciertos y quizás el momento en que Ryan Adams más cerca estuvo de cumplir sus propias ambiciones. Frente a ser rockero, aquí prefirió ser cantautor, y con el corazón roto tuvo todo lo que necesitaba. Que le jodan a mis amigos, claro que prefiero estar contigo. Incluso ahora que te has ido.
Rescue Blues
Everybody wants you to be special
And everybody wants you to be high
They throw you down a rope when you’re in trouble, baby
Screamin’, “Save me”
Then they charge you with the rescue blues
Gold, el disco con el que Ryan Adams quiso ser especial (sin darse cuenta de que ya lo era), lo tenía casi todo excepto alguien que le dijese que era el momento de cortar. Pero por ese camino se encontró no sólo con el Adams de Heartbreaker, sino también con el Springsteen más expansivo y hasta con un blues sobre sí mismo y sus problemas para estabilizarse.
Gimme Something Good
Tengo la sensación de que casi siempre le hemos tenido mucho más miedo al AOR nosotros, los que escuchamos sus discos, que Adams, que lo abraza con pasión en tantas ocasiones que está claro que desearía ser un grande en arenas tan movedizas.
Para ejemplo, ‘Gimme Something Good’, canción para BSO de serie de TV. Y, por una vez, no me veréis decir esto en sentido peyorativo.
Magnolia Mountain
We burned the cotton fields down in the valley
And ended up with nothing but scars
The scars became the lessons that we gave to our children after the war
En 2005 ya estaba claro que Adams no sería el que nos imaginábamos En Whiskeytown o en su debut en solitario. Era y sería siempre alguien mucho más lleno de defectos, mucho menos posible de defender sin aceptar sus defectos. Y, ¿sabéis qué?, que eso no estaba tan mal. Sobre todo porque cuando uno estaba empezando a dudar del todo, llegaban cosas como ‘Magnolia Mountain’, como todo en Cold Rose alt-country por la vía de Grateful Dead. A veces, no queda más remedio que aceptar el camino.
New York, New York
Found a lot of trouble out on Avenue B
But I tried to keep the overhead low
Farewell to the city and the love of my life
At least we left before we had to go
Keith Richards. Keith Richards. Keith Richards. Y Keith Richards. Y un hammond y ‘Tangled Up In Blue’.
Hard Way To fall
So if it’s gotta be you
Treat her nice
Hold her hand
And tell her twice
That she doesn’t have to worry
And it’ll be alright
It’s alright this time
Jacksonville City Nights es casi el último cartucho country-rock de Ryan Adams, en un año en el que además ya había lanzado otro disco. Había sobredosis de Adams, que pudo haber recortado sus discos para hacer de ellos un hito incontestable en su carrera. ‘Hard Way To Fall’ tenía y sigue teniendo mimbres de canción eterna, encuadrada en ese subgénero hermoso que es el de cantar a la persona a la que amas (y que ya no te corresponde) con la mirada vidriosa. En el puente de esta canción está lo mejor de la voz de Adams.
Anybody Wanna Take Me Home
And I am in the twilight of my youth
Not that I’m going to remember
Dancing in slowly and finding the truth
And it’s covered in coma
El espíritu de las noches en discotecas en las que te sientes fuera del mundo, encapsulado en una pieza que tiene los momentos más Morrissey de toda la discografía de Ryan Adams, alguien que, en varias ocasiones, escribe canciones de los Smiths interpretadas como si hubiesen nacido en EEUU.
Easy Plateau
Bad nights lead to better days
It doesn't matter but I think about it anyway
I want an easy plateau, some place to hang my head
A medio camino entre el southern rock y la psicodelia de raíces, ‘Easy Plateau’ fue desde su salida uno de los últimos momentos en los que a Ryan aún podríamos creerle en sus llamadas de ayuda. También una de esas canciones que ayudan a levantar discos algo espesos y largos como Cold Roses, bastante mejor de lo que seguramente recordáis.
To Be Young (Is To Be Sad, To Be High)
Oh, the days the rain would fall your way
Oh, the days the rain would fall your way
Then you’d be high, cos you got sad
Cause you got sad
Candidata al mejor título de canción de la Historia, es también uno de los pocos momentos que anticipan en Heartbreaker el brote rockero (rockista, si me apuráis) que le dará a Ryan en discos sucesivos. No, nada anticipa aquello de la opera sci-fi.
Lo más Dylaniano de su carrera, tal vez, es este himno sobre cómo ser joven te lleva por caminos de tristeza y colocón. A la vez, incluso. Siempre hay una extraña fuerza.
I see Monsters
Baby, I know you cannot hear me now '
Cause you're fast asleep
But I love you now
Colors inside your head go spinning around
Like a Ferris wheel
Exploding and falling to the ground
Love is Hell fue una obra hermosa, de requiebros melódicos apesadumbrados y, a ratos, tan importante como Heartbreaker. Y Ryan Adams, que siempre ha tendido a amansarse en el tópico del artista torturado por las adicciones, consigue aquí una de sus piezas más hermosas, mientras le canta a la mujer que ama, dormida a su lado, que nunca tendrá la fuerza para ser mejor.
Es complicado mirar la letra y saber que, efectivamente, nunca ha podido ser mejor. Dan ganas de gritarle “Esfuérzate, hostias, putomelón”. Gente de mierda que a la vez son artistas emocionantes.
Everybody Knows
With everything changing how am I to know
How I'm going to hold on to you when I'm spinning out of control
You and I together but only one of us in love
And everybody knows
Si sólo uno de los dos está enamorado, cómo vamos a conseguir que esto no se descontrole. Quizás no sea su mejor canción (sin quizás, de hecho: no lo es), pero le resume TAN bien.
Oh My Sweet Carolina
Cuando aún salía humo de las cenizas de Whiskeytown, Ryan Adams quería estar más y más cerca del roots rock de lo que más tarde, en toda su carrera, le ha gustado.
Y, por si fuera poco, era capaz de destrozarnos por completo llamando a Emmylou Harris para este baladón de morriña.
So Alive
If this is how I feel
Then nothing now is true
And nothing now can ever be taken away from you
Sinking in the past
The things that shouldn’t last
Just put to bed and stand beside me
Meter esto aquí es casi una provocación. ‘So Alive’ es la canción que posiblemente más odios críticos ha desatado contra Ryan Adams. Mientras muchos aún le deseaban como el jefe del country alternativo y el rock de raíces, él decidió vestirse de U2 y cia. Cayó como una pedrada y fue más que suficiente para desterrar Rock’n’Roll. Pero, ay, a nosotros nos parece un single de épica contagiosa.
Hotel Chelsea Nights
¿Va todo el disco sobre la temporada que Ryan Adams pasó en el Hotel Chelsea de Manhattan, el mismo sitio donde Sid Vicious mató a Nancy Spungen y donde otros muchos músicos vivieron a lo largo de su historia?
Sea como sea, en esta nana de derrota es donde vemos a Ryan Adams en su cara más adicta y apesadumbrada.
Kim
As the leaves begin to fall and grey
Walking down the street
I watched you walk away
To be with him
Kim
Del disco con la portada más fea de todos los que ha hecho Ryan Adams (y el tío se lo ha currado en ese sentido) llega otra canción en voz baja. Como las de su último disco, cuando empiezan a crecer se visten del Springsteen de The River. Y aunque Kim está en un conjunto peor que las mejores de Prisoner, gana por no andarse por las ramas.
Halloweenhead
Here comes that shit again
I got a Halloweenhead
Head full of tricks and treats
It leads me through the nighttime streets
Black cats and fallen trees
Under ladders, always walking
Salt shaker spills, just throw it over your shoulder, babe
Easy Tiger trataba de mezclar el aceite con el agua y no salía mal… cuando no le salía mal, como es el caso.
Doylestown Girl
I don't know how somebody loves me
I don’t know why you even do
I don't know how I ever survived without you
All I ever do is cause you trouble
And I got all these things to work through
It's a mean, old world and life is tough
Every day it’s all too much
Then I see your face come shining through
Holding hands in long, black robes
Movies, popcorn, nose to nose
Everything makes sense when I'm with her
A estas alturas, 2022, nadie espera ya nada de él. Quizás, como mucho, algún nuevo escándalo que te deje claro lo mierda de ser humano que puede ser. Pero el tipo sigue intentando encontrar su canción perfecta, en discos que bordean el excel como Romeo & Juliet.
Aquí, vestido del Tom Petty de su era, deja claro que él sabe lo que espera el resto, y se parece bastante a lo que piensa que va a ocurri.
Quiero creer que todo este artículo, salvo la selección de canciones, es pura y fina ironía.
Vaya mierda de artículo, seguramente escrito por una mierda de periodista.