Ahora está muy manido. Tanto, que la etiqueta está asociada con algo que ya cansa. Pero por entonces todavía no era así. En realidad, aunque Mazzy Star no eran los primeros en poder ser incluidos en el estilo, del dream pop se hablaba poco. Bueno, no se hablaba nada. Es por eso que si nos limitamos a meterlos en ese saco, pues corremos el riesgo de que los que no los conozcáis1, huyáis sin mirar atrás. Pero es que aquí hablamos de los jefes del cotarro, de los padres de varias de vuestras bandas favoritas de los últimos años.
Mazzy Star son el espejo en el que se miran gente como Victoria Legrand, que de pequeña jugaba frente al mismo a ser Hope Sandoval. Ays, Hope Sandoval, una de las voces y presencias más carismáticas del pop en las últimas décadas. Del carisma más complicado, el que hace que te enamores de un disco cuando conocer la cara del artista no era tan fácil como ahora2. Del que mientras cierras los ojos en tu dormitorio adolescente te hace viajar entre el extraño timbre de dejadez, andrógenos, delicadeza y fragilidad. Todo eso en apenas una frase.
Mazzy Star no son un ejemplo único de cómo convertirse en mito con sólo tres discos. Sobran casos que lo hayan conseguido tan sólo con uno. Pero sí hay algo que los convierte en especiales. Lo habitual es que, cuando una banda anuncia nuevo disco tras largos periodos de inactividad (cuando menos en estudio), nos tiemblen las rodillas. Más aún si es un grupo al que en su día idolatramos, y aquí aprovechamos para mandar un saludo a Frank Black y los suyos. En este caso fue distinto. Pocas dudas pudo haber ante este regreso. La música de Mazzy Star ya no es que siguiera vigente cuando anunciaron que iban a lanzar su disco de comeback en 2013, es que lo estaba casi más que en 1990.
Hagamos un repaso a aquello, a lo vivido a principios de los ’90, antes de que Hope mandase a la mierda a su discográfica, Capitol Records, en algo que, por lo visto, no ha cambiado con el tiempo. Antes, mucho antes, de que las malas noticias cubrieran el nombre del grupo.
She Hangs Brightly (1990)
Es cierto que os he dado la chapa con lo del dream pop. Y no me vengo abajo, lo mantengo, obviamente, pero los inicios de Mazzy Star escondieron mucho de ese derrotismo que hay en el country, del abc del rock, de todo un poco. Hasta una especie de ‘Sweet Jane’ de la Velvet, pasado por el decelerador, en ‘Blue Flower’. Pero la secuencia del pedal steel en ‘I’m Sailin’ le da carácter de paraje soleado, dominado por paja y arena.