Mozo dominguero #32: The Field Mice - Snowball
Hay grupos que intentan escapar a su tiempo. Y hay grupos que superan a su tiempo y flotan por encima de él, mirándolos desde la absoluta hegemonía
Autor: The Field Mice
Título: Snowball
Año: 1989
Género: Indie pop
País: Reino Unido
Discográfica: Sarah Records
Ocurrió en 1986. En su número de mayo, NME incluyó un recopilatorio en forma de casete bajo el título de "C86". NME se encontraba por aquel entonces en la cima de sus posibilidades. Diez años después de la eclosión del punk y trece años antes del principio del fin, descubrir música era un ejercicio eminentemente físico. Una revista impresa en papel prescribía nuevos grupos y tendencias; una cinta de casete, un artefacto de plástico y película, ponía sonido a aquellas palabras. En aquel mundo corpóreo, NME ejercía de juez y parte.
Solo desde aquellas circunstancias se puede entender la exagerada influencia que aquella cinta tuvo en los acontecimientos posteriores. Pese a que NME publicaba recopilatorios con regularidad, pocos se centraban en bandas emergentes. En 1981 había lanzado C81, una recopilación que serviría como antecedente remoto de C86 y por el que desfilaban grupos de la talla de Pere Ubu, Orange Juice, The Raincoats, Buzzcocks, Aztec Camera o Scritti Politti. La mezcla era abigarrada: grupos pseudo-consolidados y novicios de la escena, no siempre conectados por un mismo sonido o género.
Cinco años después el propósito era más radical: airear a las bandas más brillantes de una escena aún en pañales sobre la que se depositaban las herencias melódicas de los sesenta, las guitarras tintineantes del jangle pop y la distorsión destartalada del underground estadounidense. The Pastels, The Wedding Present, McCarthy, Half Man Half Biscuit o The Mighty Lemon Drops, todos ellos ilustres figurantes de aquel casete seminal, terminarían definiendo un sonido y unos años muy concretos de la historia musical del Reino Unido: la del nacimiento del indie pop.
Cuesta infravalorar el impacto que el casete tuvo tanto en las bandas que le siguieron como en la prensa musical británica. C86 se convirtió rápidamente en un género mucho antes que un recopilatorio, hasta el punto de definir a grupos y discos nacidos o publicados antes de 1986. El sonido encapsulado en aquellas canciones, en ocasiones demasiado crudo o primitivo, sirvió de guía mitológica: establecido el verbo, otros grupos tomaron la palabra, imitando aquellos sonidos abigarrados, furibundamente pop y al mismo tiempo rotos.
El halo de C86 sobrevuela aún hoy sobre la recta final de los ochenta y el principio de los noventa. Sobre su marchamo se funden las escuelas de Beat Happening y Sarah Records, el legado de Morrissey y las múltiples y variadas aproximaciones al twee pop, éticas sonoras que en muchas ocasiones precedían al ruido de C86 y que se desarrollaron de forma independiente. Pero esta es hoy una batalla perdida: aquel indie pop, tan arriesgado en muchos de sus postulados, tan diverso, vive a la sombra de un mito al que nada ni nadie escapa. Diferenciar el grano de la paja, dónde empieza y dónde termina el jangle, el twee, el indie o la C86, es una tarea inútil.
Y quizá sea mejor así. Es tal el propósito expansionista de C86 que treinta años después Cherry Red decidió publicar subsecuentes recopilatorios anuales bajo los títulos de C87, C88, C89, C90 y C91, por si quedaba alguna duda sobre la verdadera naturaleza —presente— de aquel casete —pretérito—: un tiempo y un lugar, una era, una época, una forma de entender la música.
Casualidad o no, The Field Mice no aparece en ninguno de ellos.