Hipersónica

Hipersónica

Share this post

Hipersónica
Hipersónica
¿Por dónde empiezo con… Black Flag?
Copy link
Facebook
Email
Notes
More
¿Por dónde empiezo con...?

¿Por dónde empiezo con… Black Flag?

¿Hace falta un sólo disco para convertirse en los putos amos? Sí, aunque Black Flag tienen mucho más

Hipersónica's avatar
Hipersónica
May 10, 2025
∙ Paid
7

Share this post

Hipersónica
Hipersónica
¿Por dónde empiezo con… Black Flag?
Copy link
Facebook
Email
Notes
More
2
Share

Hablar de Black Flag no es sólo hablar de una de las bandas pioneras del Hardcore Punk, esa variante más abrasiva, más rápida y más bestia, sino también de una de las más transgresoras dentro del mismo. Su propia ambición y ganas de seguir rompiendo moldes en el punk les ha llevado a convertirse en una de las bandas más influyentes de todos los tiempos, yendo más allá incluso del propio punk y siendo hasta la base de géneros enteros como el sludge metal o el grunge. Podéis preguntarle a cualquiera (Dave Lombardo, John Frusciante, Maynard James Keenan y mil más), todos os contarán maravillas sobre ellos y de cómo escucharlos cambió sus vidas.

Seis cervezas y Black Flag, todo lo demás sobra

Todo comenzó una tarde de 1976, Greg Ginn se pasa horas y horas ensayando con la guitarra junto con su compañero de banda Keith Morris, en un grupo que se llamaba Pain. Su ética de trabajo era tan exigente que les costaba encontrar un bajista estable, hasta que encontraron al extrovertido Chuck Dukowski para complementar la personalidad de Ginn.

Años más tarde se enterarían de la existencia de otro grupo llamado Pain, por lo que tuvieron que optar por cambiar de nombre a sugerencia del hermano de Ginn, Raymond Pettibon, que además de darles el nombre de Black Flag también les diseñaría un logo que ya es prácticamente un icono popular. Con todo atado y bien atado, el grupo californiano intentaría buscarse sitio en una zona que ofrecía pocas oportunidades a las bandas de punk, por ello optaban por organizar sus propios conciertos allá donde pudieran (bares, picnics, fiestas en casas, colegios, etc).

Con Morris de cantante llegarían a sacar un (estupendo) EP, Nervous Breakdown (SST, 1978), pero diferencias creativas con Ginn provocarían su marcha para luego formar Circle Jerks. Lo reemplazarían con un fan del grupo, Ron Reyes, pero aquello acabaría como el rosario de la aurora1. Aprendiendo de la experiencia, volvieron a encontrar un sustituto en otro fan suyo, Dez Cadena, pero sus aptitudes como cantante eran escasas y tenía muchos problemas con su voz, así que se terminó reubicando como guitarrista.

El hombre definitivo para ser su cantante lo encontrarían en un indeciso chaval de Washington que no aceptó la oferta de la banda hasta que su amigo Ian MacKaye le empujó a ello. Ese joven que llegaría justo a tiempo para grabar el álbum debut era Henry Rollins.

En los años posteriores se irían labrando una buena reputación gracias a la música directa y a unos brutales directos que solían terminar en peleas, con la policía extremando precauciones cuando venían a tocar. El sonido de la banda, además, iría mutando en poco tiempo hacia un estilo más pesado, agresivo, metálico y de tempo más lento, provocado por el creciente interés de Greg Ginn, compositor principal, en otra clase de grupos, como Grateful Dead o Hawkwind, y su consumo de cannabis. Eso se reflejaría en su imprescindible My War (SST, 1984), disco muy referenciado como una gran influencia por infinidad de bandas y en el que el grupo reducía la velocidad para expandir su sonido.

Antes de la salida de dicho disco, Dukowski dejaría de tocar para la banda,aunque siguió relacionado con la misma haciendo de manager en giras, y Ginn encontraría un interesante reemplazo en Kira Roessler, con una manera de tocar el bajo más sofisticada y ambiciosa que casaba bien con sus crecientes ansias creativas. Así lo mostraron en discos como Split It In (SST, 1984) o el altamente experimental Family Man (SST, 1984).

No obstante, el ambiente inestable y la alta exigencia y actividad seguirían haciendo mella en un grupo donde los baterías no paraban de sucederse y hasta se expulsó a Roessler porque sus horarios en la universidad chocaban con el ritmo de la banda. Un par de discos después, Ginn llamaría a Rollins para decirle que abandonaba una banda que, esencialmente y en la práctica, era totalmente suya, lo cual sólo podía significar el fin de Black Flag.

Años más tarde llegarían algunas actuaciones esporádicas, además una reunión formal en 2013 con Ginn como único miembro original y con Ron Reyes de cantante (más tarde ese año volvería a dejar el grupo) y que nos dejó el olvidable What The… (SST, 2013) como regalo. Dicha reunión sólo duró un año, siendo ampliamente superada por el regreso de 2019 que, actualmente, tiene tres miembros nuevos y, por supuesto, a Finn como único veterano.

Un disco para empezar: Damaged (1981)

La mejor manera de entrar en el universo de Black Flag. Será muy típico recomendar el álbum debut de cualquier grupo, pero el caso de Damaged (SST, 1981) es totalmente merecido por diversas razones. Primera y principal, podemos hablar fácilmente de su mejor disco, el más redondo al menos y con las mejores canciones. A pesar de no ser el disco más complejo y ambicioso de los californianos, ni mucho menos es un disco de hardcore más. De hecho, podemos hablar de uno de los mejores de su género y, también, de uno muy influyente.

This post is for paid subscribers

Already a paid subscriber? Sign in
© 2025 Hipersónica
Privacy ∙ Terms ∙ Collection notice
Start writingGet the app
Substack is the home for great culture

Share

Copy link
Facebook
Email
Notes
More